
Desde hace mas de tres décadas, la excelente y sensible directora escénica Sandra Félix imparte talleres de teatro en la Biblioteca México, ubicada en la Ciudadela, en cuyo pequeño y gran Foro Polivalente, presentó recientemente el bellísimo espectáculo unipersonal Carta al viento, interpretado magistralmente por Sebastián de Oteyza. Cuestionamos a la directora:

¿Carta al viento surge del taller que das en la biblioteca México?
No, la obra surge de otro lugar.
Dos cosas: Una, yo conozco la historia de mi hermano desde hace años, tuve la presencia de ir al lugar donde veía a este hombre que adoró por muchos años, y luego Alex hizo sus poemas, publicó sus libros, están dos editados, uno en la editorial Trice y otro en Caligrama, el libro Él es en Trilce, Me miró por su nombre en Caligrama.

Sebastián de Oteyza es un actor profesional con el que he trabajado en otros montajes, en Roomies, de Manuel Barragán, un dramaturgo de Michoacán, hicimos un trabajo precioso en zoom. Antes fue mi asistente en El difícil problema, una obra de Tom Stoppard qué hicimos en la UNAM.
Cuando estábamos en pandemia le regalé a Sebastián el libro Él, pasaron los meses, le pregunté si lo había leído, me dijo que le había fascinado, que lo tenía todo subrayado y que le conmovía mucho.

Cuando acabó la pandemia mi hermano quiso hacer una presentación de su libro de Trilce, y le sugerí que invitara a Sebastián, que ya lo había visto en Roomis y porque le encantaba la obra poética de mi hermano, entonces Alex, mi hermano Alejandro González Félix, lo invitó a su presentación del libro, Sebastián escogió el poema Carta al viento, que lo leyó con mucha emotividad en la presentación del libro y se nos quedó muy marcado a todos cómo se conmovió, y cómo leyó, y cómo se identificó con los poemas de mi hermano.
Carta al viento
Todavía

A quien le corresponde:
También aquí,
en este basurero gris tan derechito, y ahora casa,
te sigo amando a ultranza, transgrediendo todos los límites
de las buenas costumbres.
En la distancia, a la distancia, en la ignominia;
en el ya basta.
Soy mi sueño de ti con mi mano en las sortijas de tu nuca todo el día
de tu talle y tu saliva.
Soy vigía lujurioso de ti con tus ojos encendidos de mi toda la noche
de mi estar muy dentro.

Te sigo amando contra lo imposible,
dentro del vacío;
en la lejanía de la cercanía de tu lontananza,
todo este eterno.
En la obsesión, en la sin vuelta, en la cerrazón, en la inducción mas
absurda.
Aquí también:
Te sigo amando en… muy lejos, en la porra, en el cuerno
en la… la de los enamorados, porque hay varias.

¿Sabes?, en este lugar solo se comen espárragos fritos;
y si, aquí también te sigo añorando,
y deseando;
a todas horas, en todas partes.
De tantas veces que me has mandado me es casi familiar;
ya me llevo bien
con todos mis hermanos los desamparados;
los llenos de rencores,
los que buscan aquí sacarse un clavo con otro clavo,
y se terminan quedando sin clavel.

Yo solo recuerdo lo que no puede ser: perder
tus valles verdes, mi tierra; lo que me da sentido de arraigo
y pertenecer.
A mí me encanta mi clavo de clavel, mi clavel de clavo,
clavel naranja de la Playa de la Concha
que caminando en la amera me comí
cada pétalo, cada gajo al natural,
acompañado solo de brisa,
y de risa
y de nostalgia;
el que, pétalo a pétalo, me confundió;
me dijo sí cuando era no; me dijo no cuando era un sí.

No escuche la voz del último gajo
-en ese momento el tallo me sonrió
y me lo clavé en el alma-.
Todos los demás son claveles en blanco, capítulos falsos;
sin color,
sin gajos,
sin naranja,
sin alma,
sin ti.
Aquí,
te sigo amando.
Alejandro González Félix.
Pasó el tiempo y dije, Yo quiero hacer algo de la vida de mi hermano, entretejida con sus poemas, le pregunté a Sebastián si le parecía una buena idea, dijo que claro, que encantado de hacerlo. Mi hermano Alex nos dio sus relatos autobiográficos de este episodio de Yulen y como fue haciendo sus poemas, nos relató cuatro grandes capítulos. Nos llevó un año trabajarlo, Sebastián haciendo la dramaturgia, yo dándole algunas ideas, él escribiéndolas, redactando, entretejiendo los poemas, las narraciones de mi hermano, y lo que él sentía también como escritor.

Así se fue dando este trabajo, primero un año de hacer la dramaturgia y luego ya para la puesta en escena, Philippe Amand se sube a este barco, nos ayuda a hacer el espacio escénico y la iluminación, con la idea de que fuera primero un trabajo en proceso para ver que le parecía al público, si esta historia que era una especie de biodrama, un texto autobiográfico de mi hermano y sus poemas valía la pena y que a la gente realmente le llegará, dijimos, vamos a hacer un proceso de trabajo.

Yo trabajo en la biblioteca de México desde hace 35 años, pedimos el espacio del Foro Polivalente, nos lo otorgaron y fuimos haciendo ajustes tanto a la actuación, al texto, a que fluyera, y es lo que presentamos, tuvimos en total 8 funciones en la Biblioteca de México con muy buena respuesta de público.

Sebastián de Oteyza es un actor profesional que viene del Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, es un actor ya formado y conformado, hace performances y obras actorales.
A partir de todo esto que te platico surgió esta historia, no tiene nada que ver con el taller de teatro, son dos cosas separadas.

El reducido pero muy talentoso, sensible y creativo equipo, con un mínimo de recursos escenográficos, ofrecen una excelente obra, texto, puesta en escena, escenografía, iluminación, actuación, una historia ¿de amor?, en torno a un objeto amoroso equivocado, una carta al viento que se escribe cuando no se puede decir lo que se necesita decir a quien uno ama. Es la esperanza de que el viento cargue las palabras hasta su destinatario final. Un himno, una permanente promesa de amor por siempre. La obra toma los escritos de Alejandro González Félix, nacidos de ese gran amor que marca su vida hasta el día de hoy. Es esta la historia del nacimiento de un poeta.

Alejandro González Félix nació frente al Ángel de la Independencia en 1958. Es hijo de padre mexicano y madre norteamericana; con gran arraigo por México en cuanto a idioma y costumbres. Estudió matemáticas en Inglaterra y se ha desempeñado como catedrático en diversas universidades de la Ciudad de México.
La pasión por las letras nació en Alejandro González Félix desde su juventud. Desde la preparatoria escribía versos, aunque prefería estudiar matemáticas, a lo que dedicó su vida como académico.
Entre las letras y los números, encontró un lenguaje similar, porque, afirma que hay un grado de poesía en las ciencias exactas, al igual que los versos tienen una precisión matemática, por ello para González fue natural navegar entre ambos mundos.

González Félix recopiló los poemas que escribió durante años, lustros, décadas, y en 2019, llegaron Me miró por mi nombre y Velero, poemarios publicados en Editorial Caligrama. En editorial Trilce publica una compilación íntegra denominada Él, que es una oda al amor homosexual, donde además junta 100 haikus para completar una trilogía poética.
González Félix es amante de las literaturas hispanoamericana y anglosajona, comenzó a escribir poesía porque le resulta apremiante escribir “una larga carta de amor que cada vez se renueva y el resultado de esta premisa es esta trilogía”.

ÉL es el ser amado, el único, al que llamamos mío, aunque él no lo apruebe o no lo sepa.
Es el relámpago del enamoramiento que perdura en el trueno del detalle y al final del cuerno de la abundancia de una vida.
Es el protagonista, metafóricamente el flechador, el único que, idolatrado, tiene tal señorial y engolosinante sobrenombre: ÉL.
¡Yo estoy muy contento siendo gay!, ha declarado González Félix. Si yo volviera a nacer volvería a pedir ser gay, sino no habría conocido al amor de mi vida”

El teatro es de todos. ¡Asista!
Bellísima. Absolutamente recomendable.

Carta al viento, de Sebastián de Oteyza y Sandra Félix a partir de poemas y narraciones de Alejandro González Félix.
Dirección: Sandra Félix.
Actuación: Sebastián de Oteyza.
Escenografía e iluminación: Philippe Amand.
Espacio Alternativo del Centro Cultural Helénico. Del 9 al 31 de agosto.
Sábados y domingos a las 20 hrs.
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