No sabés si eso que pasó, es lo que pasó. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.
- eseperches
- 29 jun
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Se define como hacedor, y es la palabra que le gusta usar. Hacer, le gusta hacer, le gusta crear lazos, contar historias, y eso es lo que es, un hacedor. Se trata de Diego Beares, dramaturgo, director, actor, autor de El deseo, que llega al cierre de su exitosa temporada.
¿Y “haces”, solo en torno al teatro, porque podrías hacer narrativa también?.
No, enfocado en el teatro. Yo empecé como actor en Argentina a mis 18 años, hice televisión un tiempo, bastante, también hice mucha publicidad. Siempre me gustó escribir, desde chiquito escribo, desde los 6, 7 años, desde que empecé a escribir, escribo, tengo todavía guardados por ahí cuadernos con cosas que escribía cuando era niño donde los personajes eran personas de mi familia. Siempre me gustó escribir, era un niño que, si bien tenía mis amigos y todo, era bastante introspectivo en algunos casos y me gustaba crear mis propios mundos. La vida del actor, tú sabes, es muy fluctuante, más que nada con el tema de la televisión, yo soy independiente, desde que tengo 18 años no dependo de mi familia, eso te lleva a buscar otras formas cuando el teléfono deja de sonar.

En Buenos Aires hice mi primera obra que se llamó Marejada, que la vamos a estrenar este año en México por primera vez a fines de octubre, y ahí empezó esta aventura que no paró, que no para, y feliz. La verdad nunca pensé que iba a conocer tantos países, que iba a vivir en tantos sitios, que iba a conocer a tanta gente con mi trabajo, jamás lo pensé, así que estoy feliz.

Esto que me acabas de platicar que conservas escritos de cuando eras niño me parece bien teatral, esto ponerlo en una obra de teatro, un adulto que recuerda su infancia creativa en la escritura, no solo recuerde, sino que tiene constancia de su labor en la escritura siendo un niño, sin una formación, me parece maravilloso hacer por ahí algo, creo que seria interesante.
Si, está interesante, no lo había pensado, no soy muy autobiográfico, obviamente que todas las obras que uno escribe cuando sos dramaturgo, tienen algo de ti, algo se filtra, cuál es tu personaje. Creo que cuando vas siendo más maduro y más grande, y cuando ya estás un poco en la industria, por decirlo de alguna forma, lo que es la creatividad no siempre puede estar tan puesta, como de que voy a hacer lo que me se me de el culo. Claro que siempre que escribís hay cosas tuyas, pero mira, nunca se me había ocurrido esto, tengo mucho material, así que es una buena idea.

Alaska de tu autoría, también se presentó en El Círculo Teatral, que se juntaron varias Alaskas.
Sí, yo no sabía que había habido otra Alaska en El Círculo. Es una obra que estrenamos en el 2016 acá en Ciudad de México, fue mi primera obra que escribí en México y fue la primera obra que escribí para mexicanos y la primera obra que escribí una historia mexicana. Para mí fue un desafío, fue algo muy lindo, la hicimos en el cine Tonalá en el 2016, luego se hizo en Uruguay en el 2023 manteniendo la historia tal cual, Alaska es una familia mexicana de Acapulco, en ese momento cuando yo la escribí en el 2016, justo mirando las noticias y todo lo que está pasando ahora con Trump y los migrantes. Para nosotros, los que somos del Río de la Plata, como digo yo, es muy distinto el tema de la migración, y llegar aquí a México y empaparte con todo este tema de la migración hacia Estados Unidos, de la migración ilegal, no solo de mexicanos sino también de centroamericanos, para mí fue muy impactante porque, claro, uno tiene otra idea de Estados Unidos, no la que nos vende Hollywood, fue muy movilizante y por eso escribí esta historia, en ese momento estaban las elecciones entre Trump y Hillary Clinton, y en mi fantasía Hillary gana las elecciones, y al ser demócrata se supone que es un poco más progresista y genera un plan que envía al congreso, y el congreso de Estados Unidos aprueba, que se llama el Plan Ártico, por el cual iban a seleccionar a varias familias mexicanas para poblar el Ártico, les daban casa, comida, trabajo y nacionalidad norteamericana.

A partir de ahí, está familia, que es un padre viudo con sus dos hijos y su nueva mujer se van a vivir a Alaska y digamos, de alguna forma, la interseccionalidad que tiene la obra, es que hay una historia de incesto entre dos hermanos varones, y es un poco la historia dentro de la historia. Y lo que cuenta, por decirlo de alguna forma, es esto de que donde te vayas, a donde te vayas, y aunque las condiciones de vida cambien, tu destino te alcanzará.
Yo soy una persona migrante y esta idea de la migración, hoy lo puedo ver un poco más, ya pasaron casi 10 años del estreno de la primera vez de Alaska, esta idea de que siempre que migramos vamos a estar mejor, y no siempre es así, como que crecemos con esta idea, por lo menos los latinoamericanos, de migrar a Europa, a Estados Unidos, y con esta fantasía de que vamos a estar mejor, y no siempre ocurre. No es mi caso personal, la verdad es que yo soy feliz siendo migrante, la pasó espectacular en todos los países que estoy, pero hay una realidad de que no todas las historias de migración son buenas, y creo que aquí en México, entiendo que es bastante complejo no me quiero poner a analizarlo ahora, pero un poco el mensaje o el sub mensaje, la obra termina diciendo: ¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado en Acapulco?, era una familia que tampoco estaba tan mal en Acapulco, teniendo en cuenta todo lo que ocurre en Acapulco, el narco, la inseguridad, bla, bla, bla, pero se van a Alaska, no se fueron a Nueva York, entonces toda esa fluctuación de lo que ocurre en esta familia, y que al final, el conflicto que es la relación incestuosa entre estos dos hermanos, continúa en el tiempo, no porque nos vayamos de un lugar, el conflicto, si no lo resolvemos de una u otra forma, se va a resolver.

Como lo planteaban los griegos, que hagas lo que hagas, te vayas a donde vayas, el destino, llegará a ti, pregúntale a Edipo si no. Radicas en México, o estás part time en varios lados.
Sí, estoy part time en muchos lados, no radico 100% en México, hoy en día la base de la productora que tenemos está entre la Ciudad de México y Madrid.
La primera vez que llegué a México fue en el 2015 y la verdad es que he tenido tiempo de que no estuve, o que no he hecho nada, regreso, siempre regreso. Muchos que venimos a la Ciudad de México decimos que es una relación de amor odio, que te aturdís y te vas, pero luego hay algo que te hace regresar. Yo estoy muy agradecido con el público mexicano, a veces pienso y digo, Wow ya hace 10 años que viene por primera vez aquí, hice grandes éxitos, tengo grandes amigos que también se han ido, es muy loco eso porque un amigo está viviendo en Estados Unidos, otra gran amiga está viviendo en Barcelona y decís qué loco, como una ciudad hace eso, te vas pero vuelves.

¿Qué otras obras tuyas, además de Alaska y El deseo se han presentado aquí en Ciudad de México?
Se presentó Tenis que hicimos dos temporadas que es una comedia… …esa sí la vi… …¿la viste viste en el NH, o en la Teatrería?... …en la Teatreria… …hace muchísimo. Bueno con esa obra pasó algo muy loco. Yo venía de Argentina, en realidad, yo viví un año en ciudad de Guatemala y claro los universos, uno piensa que todo es igual, que toda Latinoamérica es igual, y es muy distinto, es muy, muy distinto Argentina de México, la sociedad, la forma de vivir, la forma de vivir las historias… …hasta el lenguaje, aunque hablemos el mismo idioma, de repente dices ¿qué dijeron?

Y a mí me pasó con Tenis, que fue la primera obra que hicimos aquí en la Teatrería, luego hicimos una segunda temporada en el NH que terminamos haciendo como 18 funciones, la verdad es que fue un exitazo.
Y claro, yo venía con el esquema muy argento, entonces el montaje lo replicamos a lo que era la versión argentina, en ese momento la persona que era mi socia tuvo el chip de decir, No es por acá, va por otro lado. Entendió más rápido el humor mexicano, que era algo que yo no lo tenía tan incorporado, hicimos una segunda versión, por eso te preguntaba cuál versión habías visto. Hicimos una segunda versión en el 2016 en el NH y tuvimos, no sé, como 6, 7, 8 funciones llenas, llenas, llenas, de que se quedaba la gente afuera, y fue porque le encontramos este timing del humor de México.

Me preguntan muchos dramaturgos argentinos, o productores, quiero ir a México y bla, bla, bla, y yo ¡Cuidado!, porque lo mismo me pasa ahora con España que estamos trabajando allí. ¡No quieras replicar lo mismo que haces en nuestro país, aquí!, y creo que han traído grandes obras argentinas aquí a México y no han funcionado porque no las saben adaptar, porque son sociedades muy, muy distintas; el humor es distinto, y creo que eso es lo más importante. Y me ha pasado también a mí, como te decía, con Alaska o El deseo, que obviamente es una obra internacional, estamos pensando hacerla en Madrid el próximo año, pero claro, hay algo de la idiosincrasia de México, no solo por la temática, por esta familia de clase alta que siempre tiene mucho poder, en otros países de Latinoamérica ocurre, por lo menos en Argentina, claro que ocurre, pero no está tan en los medios, ustedes han crecido con las novelas, en donde están los ricos, los pobres, esta situación muy marcada, y que, quieras o no, se repite dentro de la sociedad.

Sí, cuando vi Tenis como que algo no me comunicaba. Ahora con Dos locas de cuidado, española, de Ramón Paso, me pasó lo mismo y creo que es por este desfasamiento del que tan acertadamente estás hablando.
Te lo digo de verdad porque fue así, y yo estaba muy en contra de un montón de cambios que hicimos en Tenis, realmente estaba muy en contra porque decía, ¡No!, estoy rompiendo la obra y rompiendo el mensaje. Y funcionó increíble, entonces yo aprendí, ese fue mi gran aprendizaje, y lo que me hizo también la obra, se hizo en Perú en el 2022, hicimos 10 funciones a sala llena, se agotó toda la temporada, y también siento que es una obra que habla del matrimonio igualitario, que habla del despertar sexual adolescente, y que también tiene que estar en el momento justo que la sociedad lo quiere recibir. Sinceramente con mi socio peruano nos sorprendimos, si teníamos un gran elenco, la mayoría actores de televisión y esperábamos esa respuesta, pero no el boom que fue la obra, te digo que agotamos casi las diez funciones antes de estrenar.

Recién salíamos de la pandemia, en Perú en ese momento tenía que usar doble cubreboca la gente para ir al teatro, es algo que he aprendido con el tiempo, de sentarme con los actores y decir: Este es el texto, pero analicémoslo, mexicanicémolo, españolicémoslo, centroamericanalicemos, porque nadie más que el actor sabe lo que quiere el público. Y si ves la versión, no se, tengo filmadas todas, si ves la primera temporada de tenis en Argentina, la segunda temporada de Tenis en México, y la temporada de tenis Perú, y son tres obras completamente diferentes. Si bien no se hizo ningún cambio estructural, digamos, dentro del texto, o de la sinergia de la obra, pero tiene que ver con el humor, uno piensa que es internacional, pero hay muy poca gente que puede hacer humor internacional, como es el caso, no sé, de Gómez Bolaños en México, de cosas que hayan pegado de humor a nivel internacional. No es tan fácil, porque el humor es diferente en todos lados.

Me pasa ahora en España, yo tengo una obra que estrenamos ahora en julio que es una comedia, y en un momento decía, Se podría hacer aquí, creo que comercialmente puede ser interesante que esté en Madrid y esté en México, y se la leí a mi pareja que es mexicano, y me decía ¡No!, no porque es una obra que tú escribiste para España y la realidad española es muy distinta a la realidad de México, y hay cuestiones que ni siquiera encajan, ni aunque la adaptes van a encajar, pasa mucho eso, hay situaciones que no se van a dar, ni siquiera socialmente.
Diferentes países, diferentes culturas, diferentes idiosincrasias. Ahora acabas de mencionar además de Alaska, Tenis.

Las voy a decir por orden, hice Tenis, luego hicimos Alaska luego hicimos Ego, mi verdadera historia, esa también la hicimos en el NH en el 2016, luego me fui a Argentina, regresé en 2017, hicimos Días de verano que es una obra muy chiquitita, como digo, tengo obras grandes, grandes en el sentido de temas un poco más universales, un poco más comerciales, y obras pequeñas como Días de verano que por ahí es para un teatro más pequeño, porque veníamos del NH que son como 200 y pico de butacas. Después hice Sushi Love que hicimos cuando existía teatro en corto allá por el World Trade Center, y luego hice Losers que también es una comedia, y El club, esas fueron las últimas que hice en mi primera etapa en México, por decirlo de alguna forma. Ya la segunda etapa que fue esta vuelta, cuando regresé el año pasado. Hicimos Las flores, que ahora está en Madrid, que se hizo en Argentina, México y Perú. Nada que ver a lo que vieron mío, es una obra en verso, inspirada en los poemas de Las flores del mal de Charles Baudelaire, donde las protagonistas son mujeres. En El deseo pasa que las protagonistas son mujeres también, pero por lo general en mis obras los protagonistas son hombres, es una obra super femenina, con otra energía, y el año pasado hicimos Alaska y Las flores y ahora este año estrenamos El deseo, no sé si me olvido de algo, tengo la cabeza un poco perdida.

Me llamó la atención tu obra y he de confesar que no es el tipo de teatro que yo veo, y me gustó. Considero que es una obra que puede satisfacer a diversos tipos de público, desde quien solo quiere divertirse sin mayor complicación, divertido. Me remite, toda proporción guardada, a Teorema, de Pasolini, en donde llega un extraño a una familia y enloquece a todo el mundo, todos se lo quieren coger y se coge a todos, como el jardinero de tu obra. Puede ser una comedia sexosa, pero hay mucho por debajo de esto, hay muchos temas de mucha actualidad en México. ¿Cómo es la génesis de esta obra?, que siendo la misma obra, son muchas obras depende del país donde se presente, pero que conserva su esencia en cada versión.

Te cuento un poco la génesis de El deseo. En el 2023, viviendo un año en Argentina, una productora se acercó y quería que hiciéramos una serie de televisión, que yo ya lo había hecho hace muchos años con Marejada, mi primera, obra me pasó. Obviamente que escribir para televisión y escribir para teatro es completamente distinto y requiere un gran esfuerzo porque hoy en día están las plataformas, y yo no tengo un nombre en la tele, si bien, no me gusta decir tengo, pero sí tengo un nombre dentro del teatro. A nivel de guion y dramaturgia empezamos a trabajar con un equipo para hacer esta serie, y yo planteé la historia de El deseo que era bastante distinto a lo que es la obra, en realidad, en el primer capítulo de la serie, matan a la madre, cae del balcón. Siempre mi idea era esta casa, de hecho hicimos un teaser, esta casa que tiene un balcón y que arriba pasan unas cosas, y abajo pasan otras. Como dice el personaje de Emiliano, como si lo que pasara arriba, no se escuchara abajo, como dos mundos distintos. Cuando hicimos Alaska en El Círculo Teatral, le dije un día a Arturo, el técnico, Aquí tienen una casa, ¿se dan cuenta que tienen una casa montada?. Y me dijo, Sí, hubo una obra que hicieron acá con una cocina y no sé qué. Y ahí empezó a surgir esta idea de llevar al teatro esta historia, que luego fue tornándose por otros lugares.

Me olvidé decirte que el año pasado hice Valeria que estuvimos dos temporadas y estuvimos de gira, mirá, me olvidé, estuvimos en gira por Guadalajara, Irapuato, Mazatlán, Puebla, y León. Estrenamos la tercera temporada el 27 de junio en El Círculo. Es la historia de una chica trans que llega de Sinaloa a la Ciudad de México a cumplir sus sueños. Es una comedia hermosa, mirá, me olvidé y la estreno ahora, y fue el proyecto grande que hicimos el año pasado.
Volviendo a la génesis de El deseo, me inspiró el espacio y también me inspiró trabajar con la gente de El Círculo, la verdad es que no lo había hecho nunca, habíamos tenido un acercamiento en el 2016 y después nos agarró el terremoto y se quedaron sin el espacio. Trabajar en un lugar así también te inspira, y sinceramente eso que te decía, tenía ganas de contar algo que yo tuviera ganas de contar, llamé a los actores, la obra estaba escrita a la mitad y les dije, Miren esta es la mitad, todavía no se el final, ¿Se meten a jugar esta historia?. ¡Nos metemos, sí nos metemos!.

Y la fui escribiendo a medida que fuimos ensayando, y la obra fue tomando esta cáliz de lo que dices, que hay mucho trasfondo. Y también me sorprendió a mí mismo, que las protagonistas fueran las mujeres de la obra, es esta viuda negra y su hija. Y que bueno que fuera así, como un delirio, y que el que la entienda, la entiende, y el que no, No.
La primera función fue un poco caótica porque habíamos ensayado muy poco y la obra tiene mucho de subir, bajar, estar, los momentos, las proyecciones, a ti te tocó una muy buena función, más organizada, no es un estreno.

Hay gente que decía, Me encantó, pero no entendí. Y le decía a los actores, A veces el teatro, siento que pasa un poco en México, no es juzgamiento, de que necesitan que, claro, yo pensaba en Alaska que es muy parecida en algunas cosas, o por lo menos la estructura, y claro, en Alaska está redondo, yo te doy, te sirvo el final, hay un personaje que te explica el final. Y siento que esta obra no, no te explica el final, no sabés que pasó realmente, no sabés si eso que pasó es lo que pasó, y creo que eso es lo interesante de la obra.
Voy a cumplir 42 años, tenía ganas de contar esto, obviamente que siempre quiero que vaya gente, la verdad es que me sorprendió la respuesta de la gente, extendimos la temporada. Tengo ganas de contar esto, y que sea lo que Dios quiera. Obviamente yo soy un productor pequeño, yo vivo de esto, como te digo tengo un changarro en cada país, pero mi entrada principal de dinero es esto. Como me andan funcionando unas cositas en España, puedo decir, Bueno, voy a hacer lo que me de la gana el culo. Y creo que a veces uno como artista también se cansa de hacer refritos, como dicen aquí en México. Yo entiendo, a la gente le encanta Alaska y mucha gente, te juro que me ha escrito, Quiero que vuelva. ¿Por qué solo fueron cuatro funciones?. A mí me pasa mucho que si no hago click con el elenco, no puedo seguir, porque yo amo lo que hago, entonces si los que están trabajando conmigo, por más que la obra funcione, no aman lo que están haciendo, no puedo.

Para mí el teatro es pasión, es mi vida, no podría estar sin hacer teatro, creo que no estuve, solo un tiempo durante la pandemia. Escribir me sana, me activa entonces trato de encontrar grupos, que no siempre ocurre, que amen lo que hacen, y que amen la historia que están contando. Creo que también es el éxito de las historias cuando las contás.
En parte el éxito de El deseo, siento que fue eso, que también pasó con Valeria, que estamos contando esta historia, respetamos la historia que estamos contando, la jugamos y nos la jugamos, aunque por ahí esté expuesto, y porque confío en lo que estoy haciendo y creo que, en general, es el resultado del trabajo en equipo en teatro, porque en definitiva, somos un equipo de trabajo.

Me gustó tu trazo escénico, aprovechas todo el espacio, un espacio largo, aprovechas los fondos, la parte superior, das profundidad. Esta suerte de narrador, que también es un personaje, es muy acertado, y me gusta la estructura en la que vamos y venimos a la misma fecha, a la misma hora, es lo mismo, pero no es lo mismo, siempre hay algo más, otro acierto, vamos y venimos. Incluyes temas tan lamentablemente de actualidad en nuestro país, el narco, la corrupción, el lavado de dinero. Muchos temas, muchos elementos con un muy buen resultado.
Siempre estuve muy reticente a hacer temas del narco. De hecho en El deseo está el tema, pero no es el tema, porque siento que siendo extranjero, y viendo la imagen que tiene México en un montón de lados, siento que estigmatiza un montón al país. Obviamente que es una realidad que ocurre, que está latente, yo viví tres años en Guadalajara, estuve trabajando con la UDG un tiempo, obviamente que uno como extranjero vive aquí, vivís en la Roma, en la Condesa, en la del Valle, y vivís en tu burbuja y cuando salís a lo que es el resto de México decís ¡claro!.

A mi me tocó de cerca vivir, no de cerca a mí mismo, pero si de cerca porque tenía un vecino narco en Guadalajara que de repente desapareció, dejó su departamento, como que uno vive en esta ciudad un poco aislado de algunas cosas, que para mucha gente es de todos los días, a la vuelta de mi casa una balacera, en el centro comercial una balacera, gente que desaparece todo el tiempo, empezás a tener contacto con gente de Guadalajara y abris tus redes sociales y todas las semanas alguien desaparece. Creo que es un tema que hay que tocarlo con mucho respeto, con mucho respeto para esas familias, y por eso no me metía, pero creo que es interesante en El deseo el vínculo que, hay en general, en la sociedad mexicana con el narco, el poder económico y el poder político. México es un narcoestado, nos guste o no nos guste lo es, y se vive día a día con eso.
Entonces creo que era interesante aunque sea mencionarlo de alguna forma y que el vínculo, que en realidad el único vínculo que hay, es que el dinero que ha hecho este hombre, ha sido en base a dinero sucio, por decirlo de alguna forma, y que de una u otra forma es impensable que en México el dinero sucio no venga de una u otra forma del narco, evitar el tema sería como una estupidez, pero no es mi intención meterlo como tema al 100%.

No es el protagonista… …exacto. Háblame de tu elenco, creo que hay muchas alternancias. Antes había suplencias por alguna eventualidad, por salud, creo que aquí el que empezó con esta situación de manejar muchos elencos fue Morris Gilbert. A mi no me gusta, resulta que yo quiero ver a esta actriz con este actor y quien sabe cuando vayan a estar los dos juntos, si es que se juntan. ¿Tu manejas alternancias en tu elenco, o ha habido reemplazos?
Estoy igual que tú, detesto la alternancia, me parece lo peor, me parece que destruye el teatro, que destruye el trabajo del actor, pero hay una realidad que hoy en día, en general, los actores que tienen algún alcance en redes o que son famosillos, como digo yo, no menospreciando, sino en el sentido de que les sale tal cosa, y no todos tienen la responsabilidad de decir, Yo me voy a quedar en el teatro aunque no gane lo mismo. Claro que no vas a ganar lo mismo que en un llamado.

Entonces nos pasó con El deseo, íbamos a hacer seis funciones y yo hablé con el elenco “original”, por decirlo de alguna forma, y les dije, Ustedes están seleccionados y tienen que hacer las seis funciones, no hay alternancias, no hay covers, no hay reemplazos, no hay nada, ni suplencia. Así soy yo, de esa escuela, así funcionaba en Argentina antes de la pandemia, es muy raro en Argentina ir a ver una obra y que de repente, como pasa aquí, que hay muchos musicales y te preguntas, ¿Pero a quién voy a ver?, ¿cuál es la obra que voy a ver?, porque un actor no es lo mismo con otra actriz y con otro actor, y aquí funciona así.

Y también la realidad es que yo soy muy pesado, si me gusta un actor, a veces sacrifico algunas cuestiones, más que nada soy muy físico en algunas cuestiones, y muy de la energía. Entonces me pasaba, por ejemplo, con dos personajes masculinos de la obra, con el influencer y con Jesús, el jardinero, que te tocó con otro chico. Se me hacía muy difícil encontrar actores con buen cuerpo, que fueran buenos actores, y que además tuvieran esa energía masculina que tienen que tener esos personajes. En ese caso si hice una pequeña excepción, y lo mismo me pasó con la madre, tú la viste con Camila, si tú la ves, pensás y decís, bueno, la chica que lo hace no da la edad para ser la madre, y de hecho la chica que hace el cover, que es una chica española, Clara, que estuvo tres funciones, tampoco, pero a mí me vieron un montón de actrices grandes que no me daban la energía del personaje.
A mí, si no me da la energía, no puedo, entonces prefiero, de un tiempo esta parte empecé a llevarme por mi intuición y por la energía que me da el personaje. Cuando pasó eso Camila, que es la chica que hace de Dolores, me dijo, yo tengo ciertos compromisos, ya los tenía, porque ella se dedica mucho a cine y publicidad. Bueno, vale son estos tres compromisos, pero yo necesito que por lo menos las primeras cuatro funciones las hagas para que se ensamble esto. Y cuando se extendió la temporada sí tengo algunos covers o alternantes porque claro, ya sabes cómo es aquí, si haces una temporada de seis funciones y se estira, te digo que con Tenis empezamos con un elenco, cuando fueron las 18, y terminamos con otro, dije, Dios mío, ¡qué es esto!, y seguimos porque la obra funcionaba. Olivia Ortiz de Pinedo, que era la directora del NH en ese momento, le gustaba mucho la obra, y la realidad es que le entraba un buen dinero a ella también, dijo, Sigan, sigan, sigan, pero cuando vi la obra en la función 18 dije, Esto no es cualquier cosa, con respeto, porque hay algo del trabajo del actor previo, que no es meto uno, meto otro, meto otro, y armamos.

Entiendo que el sistema, y después de la pandemia mucho más, nos ha hecho que tengamos que, sí o sí, tener alternantes, o tener un cover. Pero no es lo que me gusta, yo me casaría con el mismo elenco, de hecho Valeria fue, todo, el mismo elenco, tuvimos algunos cambios para la gira, pero fue el mismo elenco todas las funciones, y había algo, que la gente la iba a ver y decía, La obra es hermosa. Y la obra es hermosa, no porque sea mía, es una obra que quiero mucho, y mira, me la olvidé, creo que es una historia muy, muy, muy linda, creo que había algo de eso, de que había un grupo de actores que estaba contando una historia súper comprometido, y no estaba entrando uno y saliendo otro todo el tiempo.

Me gustó tu obra, y funciona para diferentes tipos de público. Quién quiere ir a divertirse, se va a divertir, pero a quién le gusta hurgar un poquito más en el teatro, se la va a pasar muy bien, puedo uno escarbar y escarbar y van saliendo cosas y cosas.
La trama gira en torno a la misteriosa muerte de Don Jorge García Iturbe, un empresario cuyo cuerpo aparece misteriosamente en las sierras de Michoacán. La dudosa muerte sacude a Dolores, su viuda (Camila Flamenco), a sus hijos Emiliano (Leo Ovalle) y María Paz (Isabel Rochez); al joven influencer Santiago Alcalá de la Alameda (Sebastián Yate), pareja de María Paz; y a Jesús (Eder Tercero), el jardinero de “El Deseo” , la propiedad donde viven los García Iturbe.

En el Deseo todos ocultan algo. En una casa sin puertas ni ventanas, lo que se reprime estalla… y cuando el deseo se desborda, arriba la muerte.

El teatro es de todos. ¡Asista!
Recomendable.

El deseo, irrefrenable acaba con la muerte.
Dramaturgia y dirección: Diego Beares
El elenco internacional incluye a Camila Flamenco (Argentina), Fernando Mitre, Leo Ovalle y Eder Tercero (México), Isabel Rochez (España) y Sebastián Yate (Colombia), con funciones alternas de Lara López (España), Óscar Castañeda y Alejandro Zárate (México) y Penélope Villanueva.
Dirección de arte, escenografía y vestuario: Andrés Montibeller
Diseño gráfico: Estudio ANM
Foto y video: Aldo Allyón
Fotos de función: Ángel Macías
Producción ejecutiva: Andrés Montibeller
Producción general: Beares Teatro México
Boletos en taquilla del teatro o en boletopolis.com: VIP: 400 pesos. General numerado: 350 pesos. General sin numerar: 280 pesos.
Miércoles 20:30 horas Hasta el 2 de julio.
El Círculo Teatral (Av. Veracruz 107, Condesa).
Clasificación: Adolescentes y adultos.




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