top of page

Nos da un panorama de toda esta complejidad existencial del ser humano. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

  • eseperches
  • 9 nov
  • 16 Min. de lectura


ree

Con El final, de Samuel Beckett, se celebran 50 años de carrera artística del actor Arturo Ríos, una exploración de la soledad, el declive y el significado de la vida al borde de la muerte. La obra narra los últimos días de un anciano sin nombre, que es expulsado del asilo donde vive. Sin un lugar a donde ir, con un poco de dinero y tan solo la ropa que lleva puesta transita por las calles ante la mirada hostil y en el mejor de los casos indiferente de los habitantes de la ciudad.

Conversamos con Ana Graham, principal artífice del proyecto,  y con el celebrado actor Arturo Ríos.

ree

Vamos al principio del final.

Arturo. Cuéntale un poco tu Graham, que fue tu idea.

Ana. El final nació porque yo encontré este texto de Becket, que no conocía, leí este pequeño cuento y pensé que era muy teatral, originalmente es un cuento, parte de una trilogía sobre la decrepitud, de Beckett y me pareció que era muy teatral que estuviera escrito en primera persona y que podía ser fácilmente llevado a la escena. En ese momento traía yo la inquietud de empezar a dirigir, se lo comenté a Arturo, le dije, Si tú te animas a qué te dirija, yo dirijo, y creo que este texto sería un buen principio para mí como directora, un texto muy hermoso para introducir también al público a un Becket un poco menos abstracto.

Arturo dijo que sí, ya teníamos mucho tiempo de conocernos y de ser amigos, tomó el riesgo e hicimos esa primera temporada de El final, muy experimental, con ideas que tenía de de montar algo muy minimalista, muy deconstruido, y ahí surgió.

ree

Nació hace 13 años, ahí mismo en El Granero.

Ana. Sí, nada más que la hacíamos a dos frentes en lugar de a tres como lo hacemos ahora, y desde el principio fue el mismo concepto de deconstrucción donde los elementos escenográficos y de utilería estaban afuera, y el montaje lo fuimos encontrando Arturo y yo a partir de una idea que yo tenía de la inmovilidad, o de la menor movilidad necesaria, para que pasara el texto y la emoción en una actuación más concentrada, era una experimentación nada más.

ree

¿Por qué esta plataforma que no está fija, y yo creo que implica un gran esfuerzo de Arturo para mantener el equilibrio?

Arturo. Físicamente implica un reto de dominio estar subido en esa plataformita, que tampoco es nada del otro mundo, no es como si fuera el circo del sol, pero sí requiere un nivel de cierta práctica, de cierta dedicación de estar investigando.

Al principio, hace 13 años, cuando Ana lo propuso, a mí verdaderamente me enloqueció, me enloqueció en mal, no en bien, luego ya me enloquecio en bien, para empezar a imaginar cosas. Me enloqueció porque ya aprenderse el texto, era un gran reto, y además  Ana llegó con la cuestión de que había que sumarle pararse arriba de la tabla que se movía, entonces yo le decía eso no lo quiero, hagámoslo en el piso, y Ana, No, haber, si no nos gusta no lo hacemos. Porque Ana siempre así, empieza diciendo, Si no te gusta, lo quitamos, y a la larga todo empieza a gustar, porque son buenas ideas. Y lo mismo pasó cuando me dijo.

ree

Ahora vas a traer un banquito, Y luego dijo, Y creo que el banquito lo vas a tener amarrado con un mecate en el tobillo. Y yo. ¡No, no por favor!. O sea, ya tengo la tabla, ya tengo el texto, y ahora quieres que me amarre un banquito, ¿pues de qué se trata esto?.

Yo ya estaba en un momento de mi vida dónde empieza uno a sentir que las cosas ya no son tan fáciles ,por la edad me refiero, no como cuando tenía 30, que cualquier reto era, Venga cualquier reto y lo hago y lo resuelvo rápido. Ahora en realidad me resultaba como algo que me martirizaba mucho tener que resolver ese tipo de cosas, pero finalmente todo fue cayendo poquito a poquito y siento que de la primera temporada que hicimos hace 13 años, a esta, a evolucionado mucho el trabajo. Le comentaba a Ana que cualitativamente se ha desarrollado mucho la obra, como que estiró, y eso ha sido muy interesante en esta tercera temporada, pocer ir indagando por estas nuevas partes que Ana traía en su cabeza y con esta inquietud de indagar, no repetir lo que ya habíamos hecho, sino un poco deshacernos de eso y empezar a indagar nuevos caminos con lo que ya sabíamos del trabajo previo.

ree

Pero el montaje es el mismo, la propuesta es la misma.

Ana. La puesta en escena es la misma, pero nuestro entendimiento del texto, la visión, el sentido del humor que le vemos ahora, indagamos más en la complejidad del personaje, algunas cosas que desde la dirección entiendo mejor ahora, como los enlaces en el texto que estuvimos trabajando. Quisimos quitarle un poco de la solemnidad de la primera puesta en escena e indagar un poco más en el sentido del humor del personaje, que Arturo estuviera más relajado, la disfrutara más. En realidad surgió porque Arturo vio el video y dijo estas cosas no me gustan, trabajémoslas, vámonos por este lado y si quisimos seguir sobre la inmovilidad, pero con más libertad en el cuerpo.

ree

La edad también ayudó para esta relectura, para estar depuración.

Arturo. Sí, definitivamente. Cada vez me acerco más al personaje en la vida real, lo empecé a comprender desde otros ángulos, desde otros resquicios y el abordaje, como dice Ana, para mí ahora fue de no correr tanto, porque creo que en las primeras dos temporadas corría yo mucho y pasaba por alto muchas cosas que ahora Ana me hizo ver. Como corres, el público no alcanza a digerir lo que está pasando. Entonces ella me decía, Cambia el ritmo, tómalo más lento, respira y deja que la gente respire lo que estás diciendo. Empezamos a trabajarlo así, y cuando tuvimos ya público, yo empecé a decir, Guau, es cierto, yo digo una palabra, pero de aquí a que al público le cae, la entiende y reacciona a esto, sí implica tener un ritmo para que esto suceda. Entonces trabajamos mucho en eso del ritmo, en el tono, quitándole un poco de melodrama y de víctima al personaje, o un mucho, porque el primero estaba como muy victimizado, en pobrecito, todo lo que me ha hecho la humanidad.

ree

Y ahora Ana lo planteó como un personaje mas canijo, digamos, donde el es un tipo listo, un tipo perspicaz y que también encuentra sus maneras de defenderse, aún dentro de esa precariedad en la que vive. Con el ritmo, como decía Ana, limando los enlaces de situación a situación, digamos, cuando cambia de la situación de que está en el sótano y que luego se encuentra a un amigo que vive en una cueva, en fin, todas esas imágenes, todas esas transiciones de una realidad del personaje a otra, se limaron se empezaron a construir. Ana decía, Construye de esta escena a la que sigue, ¿en medio qué es lo que pasa?, porque antes yo terminaba una escena y empezaba a hablar de la otra pero sin relacionarla, y ahora lo que trabajamos mucho, fue encontrar esa manera de transitar de una a otra creando una relación emotiva de lo que al personaje le estaba pasando, porque al final de cuentas, todo transcurre en el recuerdo del personaje, entonces lo que Ana hizo en realidad, fue darle un filo que no se cortará a ese recuerdo, sino que se ligara.

ree

Me resulta difícil si alguien me pregunta de qué se trata El final, hacer una breve síntesis, habla sobre la ancianidad, sobre el abandono. Ana, tú como sintetizarías esta obra.

Ana. Habla de la soledad, habla de la vejez, habla de la necesidad humana de terminar tus días con dignidad, sobre todo, por un lado, y por otro lado habla de la humanidad, de cómo tratamos, cómo vemos o, como no queremos ver a estas personas, a los indigentes, a los que están un poco fuera de nuestros estándares, e incluso nuestros viejos, que los tenemos encerrados de alguna forma, o a la gente sola, o a la gente que está en un estado de miseria que nos refleja a nosotros mismos. Voy a decir algo que a lo mejor va a sonar muy políticamente incorrecto, pero es como cuando alguien es gordofóbico sabes, que de pronto pareciera que el verte en ese espejo es algo que no conoces, que no entiendes, que te da miedo y que existe la posibilidad de que estés ahí, causa cierta fobia. Y creo que sí hay una fobia a la soledad, hay una fobia a la vejez, hay una fobia a la indigencia y una fobia a la pobreza, y todas esas fobias este personaje las percibe en su afuera, y como público nos podemos preguntar a nosotros mismos si las tenemos o no las tenemos, y como vamos a resolver nuestra vida para transitar ese momento.

ree

No es que a propósito en algún momento haya dicho, Voy a empezar a hablar sobre la vejez, tal vez es a lo que te lleva la vida, porque finalmente todos vamos a pasar por ahí, la obra anterior que hice, Apuntes sobre el deterioro de mi madre y esta, se relacionan en este sentido. Es complejo, no se trata de buenos y malos, o de víctimas y victimarios, simplemente es complejo envejecer, es compleja la soledad, es compleja la pobreza, es complejo el final en realidad.

ree

Arturo. Yo explicaría la obra, digamos que anecdóticamente es muy simple, porque es un viejo que es expulsado de un asilo y la historia trata de lo que le sucede en el inter entre que es expulsado y llega a encontrar un lugar donde se siente cómodo para morir, que él construye con sus propias manos, que él escoge y que llena esos requisitos de habitabilidad en donde él se siente afectivamente cómodo, digamos que esa es la anécdota simple. Lo complejo es todo esto de que hablaban ustedes, los temas, que son el abandono, la expulsión, un hombre que ha sido apartado de la sociedad por situación de calle, y no solamente el personaje es una persona como nosotros, como todos nosotros, asi de simple, también se muestra ese lado que tenemos todos nosotros, donde nuestra simpleza, nuestra vida también está habitada de cierta complejidad, y cuando estamos en la soledad, si eres un poco sensible, empiezas a cuestionarte ciertas cosas.

A mí me sucede ahora que estoy en la séptima etapa de la vida, empezar a pensar que hay cosas que ya he vivido, empezar a hacer como una especie de corte de caja y de resumen y decir, Ya estoy en eso, ya no me queda tanto tiempo, qué he hecho, qué no he hecho, y uno empieza a hacer balance y a reconciliarse en la vida y aceptar que ahí viene el final, y cómo lo va a agarrar a uno.

ree

El viejo, a pesar de todo, aunque vive en una situación de mucha precariedad, el mismo lo dice, Me las arreglé para ahorrar un poco para mis últimos años, a pesar de que es un mendigo pudo ahorrar. finalmente tiene una visión positiva de la vida, de su situación, sabe que es precaria pero se las arregla para que dentro de esa precariedad pueda existir hasta su último día, a gusto, como él quiere, y además se vuelve filósofo, nos damos cuenta que es un poco un filósofo, un artista, es un escritor está escribiendo su memoria, su última memoria, y que filosofa a partir de lo que le está sucediendo cuando está guardado ahí en su hábitat, y reflexiona acerca del sentido de la vida, y en fin. Esa es la parte compleja porque ve que la va hilando de manera muy interesante a través de las vivencias cotidianas del personaje, pero al mismo tiempo, porque es Beckett, nos da un panorama de toda esta complejidad existencial del ser humano.

Ana. A mí algo que me gusta mucho de la obra y creo que si lo percibe el público es que si ciertamente estamos hablando de un tema que es denso, que es fuerte, tiene algo de esperanza, no es completamente desesperanzadora, al contrario, te da cierta paz hacia el final de la obra esta manera en la que el hombre se reconcilia con su propio final, logra organizarlo, logra tener el final digno que está buscando, en la soledad, sin quejarse, y luego hace este último recuento sobre sus últimos momentos hacia la muerte, desde un lugar en el que te deja cierta paz como espectador, que no te hace sentirte deprimido sino aceptando esta fragilidad de la naturaleza humana.

ree

Arturo, ahora que hablabas de Beckett, en el mismo año montas Días felices y regresas a El final. ¿Cómo te siente con este reencuentro con este gran irlandés?

Arturo. Fue pura casualidad que se diera así. Se dio la casualidad de que me llegaran dos Becketts al mismo tiempo, me siento muy contento. Beckett siempre me había interesado como gente de teatro, como un curioso de la vida y de las manifestaciones artísticas, Beckett en particular siempre me ha deslumbrado, entonces me siento que la vidsa me regaló estas dos oportunidades y me las regaló casi al mismo tiempo, y volver a retomar Beckett, porque yo lo había leído, en fin… …¿nunca lo habías hecho?... …nunca lo había hecho, pero cuando lo tuve que hacer ahora, me obligó, una obligación muy placentera, a releerlo y a leer otras cosas que yo no había leído, a leer ensayo sobre él, sobre su vida y sobre su estética. Ha sido un proceso muy enriquecedor a nivel de conocimiento de Beckett, y a nivel creativo ha sido un placer estar haciendo Becketts. ¿Quién no conoce Beckett y no diga ¡Wow, qué maravilla!. Entonces poder estar inmerso en sus jugos, en su pensamiento complejo y juguetón, porque es muy juguetón, ha sido una bella experiencia, muy enriquecedora.

ree

Hace 13 años nació sin ningún motivo y ahora regresa por uno grande. Creo que es el mejor regalo de aniversario que le has podido dar a Arturo, Ana.

Ana. Y él a mí la verdad. Nos escribíamos mensajes de amor todos los días, en donde le decía que ha sido pura gozadera, esta temporada para mí ha sido sumamente gozosa. Ciertamente tiene una dificultad y un esfuerzo físico para Arturo porque la verdad en las puesta en escena el  trabajo del actor es el que es realmente duro, ser actor es la parte más difícil del teatro, es lo que más cansa, lo que más hay que trabajar. El director está en un lugar de privilegio nada más viendo. Creo que también el hecho de que sea un remontaje, que ya teníamos algunos obstáculos que se quitaron, como la memoria y algunas otras cosas que ya estaban superadas nos ha permitido explorar más, jugar más, la relación que tenemos Arturo y yo como amigos nos ha permitido eso, decirnos las cosas sin miedo, y con confianza, reirnos de nuestros errores. Un día yo llegué a un ensayo mega cansada y cabecee y a Arturo le daba muchísima  risa, algún día Arturo hizo algo en función y a nosotros nos daba risa.

Realmente lo hemos disfrutado en un equipo muy chiquito de gente que hemos tenido el privilegio de celebrar con Arturo, porque ciertamente son los 50 años de Arturo, pero la celebración nos la hicimos todos juntos. Creo que todo el equipo ha estado celebrando toda esta temporada, Mónica, Belen, el equipo nuclear y yo que hemos estado con Arturo en todos los ensayos, no la hemos pasado muy, muy bien. Hay montajes que no son tan afortunados, que uno se la pasa un poco mal, que hay tensiones, y en este ha sido una celebración desde el primer ensayo, creo yo, por lo menos para mí, no sé para Arturo.

ree

También es un regalo para el público definitivamente.

Arturo. Que bueno.

Ana. Y creo que el público también lo ha recibido así, siendo el mismo montaje, el público lo está apreciando más porque también están entendiendo la importancia de esta celebración, y que el teatro tiene historia y Arturo es parte de esta historia del teatro, y creo que esto es bien importante reconocerlo, que el teatro no nació ayer, ni con los directores que se empezaron a hacer, ni con los nuevos directores, ni con los nuevos actores, sino con estos ejemplos de estos actores que nos han enseñado a la siguiente generación, y que vemos su disciplina y su amor por el teatro, y a la hora que lo enmarcamos en esta celebración, siento que el público también lo aprecia más.

ree

Arturo, ¿qué sientes cuando entras o cuando sales y pasas por el lobby, y hay una bella exposición fotográfica que resume tus 50 años en los escenarios, qué sientes al reencontrarte con tu pasado histriónico?

Arturo. En ese aspecto yo soy muy pudoroso, me da mucha pena. Yo nunca he festejado mis cumpleaños porque me da cosa, como se dice, a mí me da cosa celebrarme mis cumpleaños, luego me invitan a mi hijo y su mamá y me hacen una comida y ellos me celebran, pero que mi iniciativa sea celebrarme, para nada.

Esto es iniciativa de Ana en realidad, la instalación la planearon ella y Arturo Vega juntos, Ana es artista multidisciplinaria, como directora y productora le gusta hacer este tipo de experimentos, como en esta puesta en escena, que primero hay una exposición de objetos y luego el público entra a la sala.

La cuestión de la celebración con Bellas Artes y todo esto, surgió a partir de un esfuerzo particular de Ana que lo llevó a cabo, es una genial productora, todos la conocemos, ha hecho cosas muy importantes y lo que se propone lo logra, todos los productores le envidian que está constantemente en los escenarios con propuestas, lo hace muy bien y sabe hacerlo. Yo tengo la fortuna de ser, además de todo, su amigo y de haber coincidido en la vida con ella.

ree

Yo le mencioné que quería celebrar los 50 años de trayectoria profesional como una efeméride donde, Oye, es que ya cumplí 50 años, quizás debería dejar un poco mi soberbia personal, no me celebró, mi payasada y decir, a lo mejor sí vale la pena decir, hay alguien en México que lleva 50 años haciendo teatro, pero no solo sino con personas. Yo le planteé la idea a Ana de hacerlo pequeñito, dar cuatro funciones y yo invitar a mis amigos, pero Ana es Ana, y de repente ya tenía temporada, y entonces yo dije, No ¡el Granero!, y ella dijo, Sí y vamos a develar una placa. Y entonces todo este numerito que ya sabes, y ahora me siento muy agradecido, pero en realidad  quiero decir que es algo yo hago como en representación de toda una serie de personajes que nos dedicamos al teatro, que nos gusta el teatro, que amamos el teatro y que hay que celebrar el teatro desde otros ángulos también. Y consideraba yo importante celebrarlo desde el ángulo del actor, porque se celebra a los escritores, a los directores, a las temporadas, a las compañías, pero luego la esencia del teatro, que somos los actores, decimos, Ah bueno, celebremos el quehacer del actor, entonces invité amigos míos que hace mucho tiempo no veía con los que empecé a hacer teatro hace 50 años en la Compañía Nacional de Teatro, invité entre otros a Oscar Narváez, de la misma generación, y estuvieron conmigo, para mí fue festejar con mis amigos el hecho teatral desde el punto de vista de los actores, al que Ana se unió entusiastamente, no solo por la idea que yo cumpliera años, sino porque ella es la directora de El final. Así fue, así se dio.

ree

Ana. Porque hacía mucho que no trabajábamos juntos… …Arturo. Y de repente esto nos volvió a reunir, y creo que poco a poco logramos encontrar este primer impulso que nos llevó hace 13 años a empezar a trabajar sobre El final, y creo que gracias a que Ana quería no repetir lo que ya habíamos hecho, sino buscarle nuevas sonoridades, empezamos otra vez este gozo de jugar juntos, y la verdad que Ana y yo cuando nos damos chance de experimentar y de desafiarnos a través del cuerpo lo disfrutamos mucho, y llegó un momento y ahora ya en las funciones en que es muy gozoso, muy, muy gozoso.

¿Cuándo fue la segunda temporada?

Ana. Fue en 2015 hace 10 años, en El Galeón. En aquella ocasión, hicimos esa segunda temporada, para celebrar los primeros 15 años de la compañía, de Por propiedad teatro.

No podemos concebir el panorama teatral del México actual sin Por piedad teatro.

El nombre de la compañía es paradójico porque no das concesiones, no hay piedad, cómo olvidar a Arturo en Devastados, el público salía tal cual. Y tienen varias colaboraciones juntos

Ana. Muchas gracias. Ahora que hicimos el recuento de las obras, fuera de lo que hizo con la Compañía Nacional a principios de su carrera, si la compañía con la que más obras ha hecho en algún momento Arturo es con Por piedad, que prácticamente existe porque estábamos haciendo Devastados, en ese momento se creó la compañía, yo cuento el año de Interiores un año antes, que fue la primera producción que hice, pero en realidad el nombre surgió ahí, con Arturo, con Ari Brickman, con Nacho Ortíz, porque todo era piedad, por  piedad, cómo vamos a conseguir dinero para hacer esto. Por propiedad decíamos, y cómo se va a llamar la compañía, pues Por piedad.

En ese entonces hicimos Devastados, Ansia, Psicosis, Fotografías explícitas, El dragón dorado; una película Cuento de hadas para dormir cocodrilos, no sé si me está yendo por ahí alguna… …Arturo. Los baños… …pero sí fue un principio de carrera muy intenso, del cual me siento sumamente privilegiada e inteligente, porque yo quería aprender y qué más iba a aprender que estando en el escenario con Arturo.

A mí Arturo me enseñó muchísimas cosas, uno va a la escuela, pero en realidad uno aprende encima del escenario, y uno aprende de los grandes actores, no solamente de su actuación, sino de cómo se comportan, de su mística teatral, de la manera en la que disfrutan el teatro, la manera en que lo estudian, de su apertura, su confianza en los directores. Y he trabajado con muchos actores muy buenos, pero no todos son tan generosos como Arturo. Arturo realmente tiene una generosidad particular como compañero, en el que trabaja contigo como compañero actor, en el que te enseña cómo lo hace él. Bueno, Una mujer de negocios, que también trabajamos juntos, que Arturo dirigió y yo hice la producción ahí.

Ha sido un encuentro muy, muy afortunado del cual yo he aprendido, pero sobre todo aprendí el  amor al teatro, el amor a estar ahí arriba y no importa cuántas obras hayas, que realmente amas lo que estás haciendo, y te preparas y estudias, y como dice Arturo, estudia los otros textos, y lees, y te emocionas con el trabajo, no nada más vas por un sueldo. Y ese el actor que Arturo es. Arturo seguramente piensa que eso es lo normal, pero no, no es normal, no todos los actores llegan dos horas antes de la función, repasan el texto de principio a fin antes de su función como lo hace Arturo, calienta él solo porque está solo en escena, y no te dice ¿Quién va a llegar a trabajar conmigo?, no, él llega y lo hace, y así ha sido en todas las producciones en las que hemos estado juntos, y yo aprendí de eso, aprendí ese gozo. Cuando estábamos en Fotografías explícitas había varios camerinos muy grandes, y Arturo y yo compartíamos el más chiquitito. Yo esa fue una producción en particular que como actriz sufrí, no me encontré con el personaje, con el resto del elenco, y durante toda la temporada tuve a Arturo en el camerino sentado, explicándome cómo analizaba sus textos, cómo matizaba las cosas para que yo lo entendiera, y yo se lo agradezco y lo voy a agradecer siempre, porque no sería yo la persona de teatro que soy sin Arturo, no sería directora sin Arturo, porque fue el que me dio la oportunidad de dirigirlo, y como actriz no sería la actriz que soy si Arturo no hubiera tomado el riesgo de decir si voy a trabajar con ella aunque nadie sabemos si es buena o mala actriz y vamos a hacer Devastados que era una cosa tremenda, bueno, al principio no la quería hacer, pero luego ya quise.

Lamentablemente se nos acabó el tiempo, les agradezco mucho la entrevista, la obra, la compañía, todas las obras que han hecho, dentro y fuera de Por piedad teatro, muchas gracias.

 

ree

 

El teatro es de todos. ¡Asista!

 

Absolutamente recomendable, imprescindible.



ree

El final.

De: Samuel Becket.

Dirección: Ana Graham

Traducción: Antonio Vega.

Jueves y viernes 20 horas, sábados 19 horas, domingos 18 horas hasta el 9 de noviembre.

Edad recomendada: 14+

Duración aproximada: 90 min.

Entrada $150

Teatro El Granero, Xavier Rojas, Centro Cultural del Bosque. Atrás del Auditorio Nacional.

 
 
 

Comentarios


bottom of page