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Lo que yo quería en este mundo es montar grandes autores. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

  • eseperches
  • hace 4 días
  • 14 Min. de lectura

Persona es una de las obras fundamentales de la filmografía de Ingmar Bergman y de la historia del cine. La trama nos sumerge en el tema de la identidad y del reconocimiento a través del otro. Persona viene del latín persona, la máscara que utilizaban los personajes en el teatro romano. Ese velo que pretende disimular algo que se encuentra detrás de ella: otra cara que la máscara oculta.

Persona, el libro y posterior película, es una obra maestra no sólo por su argumento sino por la belleza fascinante de su blanco y negro y sus sugerentes y significativos primeros planos.

En Persona, Elisabet Vogler, una conocida actriz teatral, se queda sin habla durante una representación de Electra. Ingresada en un hospital, aunque no sufre ningún tipo de enfermedad, continúa sin pronunciar sonido alguno.

Para sacarla de su mutismo, se traslada junto con Alma, su enfermera, a una idílica casa de verano, allí se establecerá una relación entre ellas que se convertirá casi en simbiosis. Alma sustituye el silencio de Elisabet con sus propios relatos, en los que confesará sus más íntimos secretos a la actriz. Los silencios y las confesiones generan una tensión permanente.

La aparición del marido de Elisabet acabará por materializar la intensa conexión que se ha establecido entre las dos mujeres.

A partir de la convivencia diaria, donde la comunicación verbal es unilateral, las relaciones emocionales entre las dos mujeres fluctúan entre la asistencia, la hostilidad y la tensión sexual.

Persona profundiza en el poder elocuente del silencio, a través de la compleja relación entre las dos mujeres.

Persona vuelve a escenarios mexicanos gracias a Agustín Meza, director fundador de La compañía de Teatro El Ghetto, con quien tuvimos oportunidad de charlar en torno a esta gran puesta en escena.

¿Cómo va la temporada de Persona?

Estamos hasta el 11 de mayo, y va muy bien, muy padre. Fuimos a ver la propuesta de Parásitos, que hicieron una intervención a la escenografía de Persona, contentos porque va mucha gente y se adentran un poco a nuestro universo. Es un proyecto padre.

Persona se estrenó el 2024 en el López Mancera de la ENAT.

Estuvimos del 30 de noviembre al 8 de diciembre, dimos cuatro funciones sábado y domingo dos fines de semana.

Ahora en El Galeón hay algunos cambios, extrañé el juego de la botella, donde el azar decidía que papel interpretarían las actrices, que, por cierto, cambio una, también estaba Adrián Ladrón.

Estaba Adrián haciendo la música con Steven Brown, y al Señor Vogler. Lamentablemente ya en esta temporada ni Adrián ni Lourdes Echevarría pudieron continuar en el proyecto, siguen trabajando con nosotros, pero tuvimos que ajustar la obra a esta temporada.

Ya no hay el juego de botella, ya quedaron asignados los personajes a las actrices.

Por lo menos en esta temporada Diana Lara, que fue nuestra actriz en Gritos y susurros, el montaje de Bergman que hicimos en el 2013 en Querétaro, con el cual fuimos a una Muestra Nacional de Teatro. Ella alguna vez me dijo, Si vuelves a montar un Bergman, ¡invítame!. Se dieron las cosas, afortunadamente se pudo y está con nosotros, ella hace a la actriz Elizabeth Vogler que queda muda, y Genny Galeano se queda con Alma, la enfermera. A pesar de que Elizabeth es la protagonista, también pesa mucho el trabajo de Alma que es la que cuenta historias, que la atiende y que está todo el tiempo con ella.

Yo creo que están en paralelo de importancia los dos personajes de Persona, tienen el mismo peso, desde la emblemática película de Bergman, uno de mis cineastas favoritos. Me gusta tu apuesta, me gusta tu puesta, es un montaje pulcro, además, muy cinematográfico.

Lo que más trabajo me costó fue cómo unir, como hilvanar cada escena, son 52 momentos. En el lenguaje del cine, hay edición y pueden brincar de espacio, de tiempo, en segundos, para el teatro hacer esta adaptación fue todo un reto, y la tónica, la propuesta que yo encontré, fue más que presentar Persona, es presentar como se está filmando, como se está ensayando, cómo se está fraguando Persona, es como el making of, el detrás de cámaras de un proyecto cinematográfico tan importante a nivel mundial, e histórico. Es por ahí la propuesta, por esto la idea de un crew que vemos moviendo la escenografía, que hacen los cambios, que entran y sacan la utilería, la incorporación, ahora en esta temporada, del boom de cine está increíble.

Estos paneos o travelings, que se hacen con la luz y que de alguna manera reemplazan a la cámara, es hermoso.

Me encanta, amo el teatro, pero yo a veces me pregunto ¿por qué no me dediqué al cine?. Me respondo, porque si hacer teatro es muy difícil, es utópico, levantar un proyecto de cine, levantar una carrera como artista de cine, está todavía más difícil. Y cada vez que he visto alguna filmación en la calle, las luces, los cables, el equipo, los actores, el director, me encanta ver como la gente a lo lejos, está presenciando el fenómeno, y digo, Esto es muy teatral, ¡Acción! y la gente sabe dónde colocarse para no estorbar, llama mucho la atención, es todo un acontecimiento muy importante. Entonces es poder llevar esta idea de cómo se hace una película, en una obra de teatro.

La obra es absolutamente cinematográfica, aún sin saber que es un making of. Me parece que el azar, vía el juego de la botella, era muy atractivo, y un reto para las dos actrices.

Planeamos continuar más adelante con el proyecto y lo que quisiéramos es que Diana Lara y Genny Galeano, como en la propuesta original, puedan hacer, las dos actrices, los dos personajes, y regresar a la idea de la botella y del azar. Ahora fue imposible, no había tiempo de ensayar por parte de Diana, ella viene desde Querétaro, la mitad del elenco no vive en la Ciudad de México. Es costoso, pero nos encanta poder tener un equipo de trabajo nacional, de Querétaro, de Oaxaca, de Ciudad de México y poder hacer esta utopía cada vez que nos toca hacer función.

Mencionaste Gritos y susurros, otra gran película del gran Bergman, quien, sin duda, es muy teatral.

De hecho, él hacía más proyectos al año de teatro que de cine, era hiperactivo, te hablo que montaba cuatro obras de teatro al año, durante toda su vida profesional... ...no es poca cosa... ...y dos películas, seis proyectos, cuatro de teatro y dos de cine al año, y bueno, era Strindberg, Shakespeare, Brecht, Chejov, eran muchos proyectos.

Bergman viene del teatro, por eso sus películas son tan teatrales, en la actoralidad realista, en los planos secuencia, los close ups a los rostros de sus actores, de sus actrices. Esa escena de El séptimo sello donde está este personaje medieval jugando ajedrez con la muerte, aquí de alguna manera le hicimos un homenaje a ese momento, cuando está la tornamesa y la resignificamos como en un juego de ajedrez donde sacan las piezas, y una representa a Alma, que es la reina blanca, y otra representa a Elizabeth que es la reina negra, otra pieza es el rey negro, que es el señor Vogler, y el Peón negro que es el niño que era como llevar, de alguna forma, un homenaje a Bergman, al cine, y al mismo tiempo, al teatro.

Y Bergman en el teatro mexicano, afortunadamente ha tenido presencia recurrente y montajes afortunadísimos: En junio de 1970 en el Teatro de la Universidad se estrena El séptimo sello, dirigida por Benjamín Villanueva. Sin duda, el 13 de marzo de 1983 marca un hito en la historia de la escena nacional con el estreno de De la vida de las marionetas, Fernando Balzaretti, Luis de Tavira, Rosa María Bianchi, Emilio Echevarría, Julieta Egurrola y Concepción Marquez, entre otros, fueron dirigidos con maestría por Ludwig Margules. Al año siguiente se estrena otro gran montaje, Sonata de otoño, en el Teatro Granero, dirigida por Salvador Garcini, con Adriana Roel, Alma Muriel y Arianne Pellicer. Esta obra tuvo otro montaje, no muy afortunado, dirigida por Ignacio Ortíz. El ultimo año del siglo XX atestiguó el estreno de Escenas de un matrimonio, con Lisa Owen y Enrique Singer, dirigidos por José Caballero. De Persona ha habido varias propuestas escénicas, una, en El Milagro, excelente, con Laura Almela y Mariana Giménez, dirigida por Daniel Gimenez Cacho. Otra, dirigida por Marisable Demonte, con Laura Beccaría, Karina Costabello y la participación especial de Alicia Muxo. Y una mas con con Adriana Buto, Pilar Couto y Natanael Ríos, dirigidos por Gutemberg Brito Patatiba. Y, por supuesto, tu montaje a Gritos y susurros, y ahora Persona, la película de Bergman más montada en el teatro mexicano, y probablemente omita otros títulos.

A La hora del lobo también le tengo muchas ganas, a Fresas salvajes, El séptimo sello, Fanny y Alexander, pero la cumbre es Persona, creo que es el epicentro de Bergman, la obra cumbre, así como en Becket Godot.

El papá de Lourdes, que en paz descanse, que falleció hace poco, actor, en el proceso le dije, Oye tráete a tu papi. Desgraciadamente falleció a principios de este año, le mando un gran abrazo a toda su familia. Pero él estuvo en ese montaje con Margules, De la vida de las marionetas y Lourdes nos contaba que de niña ella estaba en los ensayos, ya desde niña, en una experiencia, en un viaje bergmaniano con Margules.

¿Tu montaje de Gritos y susurros no se vio en Ciudad de México?

No, solamente fuimos a una Muestra Nacional de Teatro en Durango, en 2013.

¿Qué tan complicado es montar Bergman, en cuestión de gestión, de derechos y etcétera, esa parte del proceso, de gestión, administración?

Es muy complicado todo lo que hay detrás. El tema de derechos de autor, nos los dan a cuentagotas, o sea, el 11 de mayo se nos acaban los derechos de Persona y estamos esperando por parte de la SOGEM, en relación con la Fundación Bergman, que está en Londres, no en Suecia, extender los derechos para este y el próximo año. Yo quería meter este año el proyecto a efiteatro, pero por no tener los derechos de autor, no se puede, y eso que los venimos gestionando desde hace cuatro años, los tuvimos el año pasado, pudimos dar esta temporada en el CENART, los tuvimos este año para poder dar esta temporada en El Galeón, pero a partir del 11 de mayo nos quedamos sin derechos. Y yo marco diario a SOGEM, a José Luis, que también le mando un saludo, y me dice, Todavía no hay respuesta, pero en cuanto la tenga, te aviso.

Así vamos, y aparte son carísimos los derechos de autor por un texto como Persona, pero fascinados, lo que yo quería en este mundo es montar grandes autores, y un proyecto como este, en verdad que estoy muy emocionado.

Ahorita estoy resolviendo con el FONCA una serie de observaciones que me mandan del proyecto: que te gastaste más en viáticos, y cosas por el estilo, pero bueno, a fin de cuentas, hay que redactar oficios, dar todo, pero felices de poder seguir creando. Pero si absorbe mucho, mucho tiempo el tema administrativo.

Seguramente tu proceso de puesta en escena debe haber sido muy complicado, pero muy generoso y gozoso al mismo tiempo, por esta retroalimentación con lo artístico, estar haciendo palpable un texto de Bergman.

El próximo jueves 8 de mayo vamos a hacer el registro profesional, en video, de la obra, a cuatro cámaras. Estamos invitando, porque en semana santa no estuvo Steven Brown, se fue Estados Unidos a pasar los días con su familia, pero entró Juan Pablo Villa, gran músico, y también un gran guitarrista que se llama Jessy Taylor y que ellos hicieron la parte musical de estas funciones. Para el 8 ya confirmó Jessy Taylor, estoy esperando la respuesta de Juan Pablo, para que los tres músicos también estén haciendo magia ese día. Y aparte, yo quiero que los camarógrafos se metan a escena con las cámaras, para ser parte de la escena, y tener registros a centímetros de las actrices, de los actores.

Genial. La música en vivo es un plus de la puesta en escena.

Mucha gente nos pregunta que por qué la música de The velvet underground & Nico, y yo digo, Cuando comencé a levantar el proyecto, investigando, resulta que en el 65 levanta Bergman este proyecto, y en el 66 en Nueva York The velvet underground & Nico, lanzan este disco que es como el Monte Everest pero en el rock, el disco del Platanito. No tiene nada que ver, pero temporalmente, históricamente y artísticamente es algo que va de la mano, lo más importante de los 60s es la película de Bergman, Persona, y este disco The velvet underground & Nico, producido por Andy Warhol.

Conocemos tu gusto por Bergman, también por Tarkovski y mencionaste a otros cineastas entre otros Kurosawa, ya dijiste que tu objetivo primario hubiera sido ser cineasta y el giro hacia el teatro.

En teatro actualmente hay grandes directoras, directores, pero en cine son contadísimos a nivel nacional. Son poquísimos, en verdad mis respetos, levantar proyectos de cine es más difícil que el teatro.

En tu ejercicio profesional, supongo que en Querétaro es donde más puedes explorar tu gusto y tus intereses artísticos. ¿Cómo empiezas a funcionar estos dos lenguajes?

Realmente la escuela fue desde que yo iba en CEDART, antes de entrar a la Escuela de Arte Teatral, nos íbamos mis compañeros y yo a la Cineteca a ver muchísimo cine, a las Muestras Internacionales de Cine, desde chavito. Directores como Denys Arcand, como Roy Andersson, como Wes Anderson, el mismo Tarkovski, Godard, Fellini, Kurosawa, Kieslowski. Yo de pronto tenía más información del lenguaje cinematográfico que del teatral y del teatral únicamente admiraba a Margules, de Tavira, montajes de Peter Brook. Veía más cine que teatro, pero realmente fue la escuela como espectador de cine donde aprendí a tener una sensibilidad, una intuición, para llevarlas al lenguaje del teatro.

Ha sido una escuelota y platicando con colegas como Claudio Valdez Kuri, Martín Acosta, David Olguín, grandes colegas, Raquel Araujo, Juliana Faesler, todos tenemos una deuda enorme con el cine, le debemos mucho, hemos aprendido mucho, por ejemplo, de Peter Greenaway, de su iluminación, del trabajo actoral, de cómo contar una historia. Es muy bonito el cine, pero también se pueden emplear esas enseñanzas en el teatro.

Y queda de manifiesto en Persona, ¿en qué momento decides montarla, cómo, por qué?

Cuando levantamos el proyecto de Gritos y susurros, originalmente íbamos por Persona, pero fue el año donde Daniel Giménez Cacho la montó en El Milagro, y yo decidí, por respeto, enfocarme a Gritos y susurros, y ya con el tiempo montar Persona. Pero fue desde el 2013 que teníamos esa espinita, y ahora con el apoyo del sistema de apoyos a la creación y proyectos culturales, mi proyecto en 2024 fue a arrancar con Persona, y continuar este año. Pero ya es algo que se viene cocinando a fuego lento desde hace muchos, muchos años, desde el 2013.

Y como buen platillo, a cocción lenta es como queda mejor. Y es una pena que después de tanto tiempo de pensarla, de ejecutarla, se vean tan pocas funciones de Persona.

Por ahorita sí. Afortunadamente tenemos 22 funciones en uno de los teatros más hermosos que es El Galeón, la planta técnica, el espacio, en fin, en verdad que es un diamante, es un sol.

Y el año pasado, cuando la estrenamos en esta mini, mini temporada en el López Mancera del CENART, sobre todo fue para celebrar nuestros 30 años como compañía de Teatro El Ghetto, fue el 5 de diciembre de 1994 cuando monté mi primera obra, El pasatiempo de los derrotados, la estrenamos en la Sala Villaurrutia, aquí en México.

¿La compañía nace en México?

Nace en la Ciudad de México, pero en estos años 2008 – 2017, estuvimos fuera de la ciudad de México, en Oaxaca, en Querétaro. Y a partir del 2017 comenzamos a mudarnos a la Ciudad de México.

La compañía de teatro El Ghetto, es un reconocido colectivo escénico mexicano que tiene como objetivo ofrecer propuestas escénicas de calidad artística en beneficio del desarrollo sociocultural del país. Con mas 30 años de trayectoria profesional cuenta con más de 25 puestas en escena y más de 800 funciones realizadas.

Ha participado en más de 25 festivales de teatro nacionales. En 3 ocasiones se ha presentado en la Muestra Nacional de Teatro, además de giras internacionales por Alemania, Argentina, Bélgica, Chile, Corea del Sur, Cuba, España, Francia, Holanda, Rumania y Uruguay, con obras como: Esperando a Godot, y Fin de partida de Samuel Beckett; Fe de erratas, de Agustín Meza; Woyzeck, de Georg Büchner; La arquitectura del silencio, de Agustín Meza; Gritos y susurros y Persona de Ingmar Bergman.

Y de Bergman son estos dos textos los que has montado.

Hasta ahorita sí

Porque de Tarkovski no era una versión teatral de alguna de sus películas, era un homenaje a Tarkovski, La arquitectura del silencio.

Así es así, en ese proyecto yo quería montar Stalker, pero ningún apoyo, ninguna puerta se abrió, y leyendo un libro que te recomiendo mucho, que seguramente has de conocer, El teatro de la caricia de Daniele Finzi Pasca, hay un capítulo que se llama Arquitectos de estructuras invisibles, es el penúltimo capítulo, y cuando lo leí, surgió el nombre de La arquitectura del silencio.

De todos estos cineastas, los cuales nutrieron tu imaginario y que formaron tu propio lenguaje teatral, ¿sientes que estás en deuda con alguno?, que pienses, tengo que montar algo, si no es un Kurosawa, que esté basado en, un Truffaut, o algún otro.

Son bastantes, te puedo hablar de un Godard, su película Sin aliento es una joya, Orfeo negro, de Marcel Camus, obviamente Chaplin, Metrópolis, hablo también de cine silente, de todos los tiempos.

¿Algún mexicano?

Sí, por supuesto. No era precisamente mexicano, Buñuel, español, pero hizo muchos proyectos aquí en México, igual que Jodorowsky…  …ambos tienen obras muy mexicanas… Santa sangre es una maravilla, y con actores mexicanos, Borolas, Blanca Guerra, que ha ido a vernos, también le mando un abrazo a Blanca, hermosa mujer en todos los sentidos.

David Lynch nos funcionó mucho para Persona, vimos Mulholland Drive, vimos El imperio, que también tiene que ver este universo, hay una serie en El imperio donde están ¡Corte! Y está el cine dentro del cine, y vemos como están los actores en las sillas, está la claqueta, dije, Yo quiero hacer eso en el teatro, y que a fin de cuentas, también Lynch es hijo de Bergman.

Yo creo que Bergman tiene muchos hijos.

Muchos, muchos, muchos, muchos, Lars von Trier es otro grande,

Hay una película mexicana de la coca-cola, La fórmula secreta, del director Rubén Gámez, sí ha habido, Guillermo del Toro es un maestro. Jaime Humberto Hermosillo, que llegó a hacer teatro.

Ojalá que se puedan extender los derechos de Persona porque es un proyecto muy vivo, que merece ser visto por mucha gente y la gente merece verla, es un gran proyecto y una hermosa puesta en escena, las actuaciones son de primera. Es de esas experiencias que no solo se ven, se viven.

Sí, es de esos proyectos muy entrañables que se hacen con mucho amor, desde el corazón.

Y queda plasmado en escena, este tipo de obras se te quedan dentro, en el cerebro y en el corazón.

Qué maravilla. Es un trabajo que toca algo profundo: la cura del alma humana.

Que bien que se va a hacer el registro de la obra a cuatro cámaras. Va a quedar una película.

Sí, y la persona que nos ha hecho estos registros, es cineasta, nos entendemos increíble, hay toda una complicidad, un caminar juntos, y queremos, precisamente, tener este registro para darle continuidad al proyecto, meterlo a más convocatorias. Obviamente necesitamos que ya nos den la extensión de derechos de autor, así sucederá y larga vida al proyecto y habrá mas temporadas y sobre todo giras.

Este proyecto lo postulamos al Helénico, pero no nos quedamos, nos dijeron que como acabábamos de estar con Fin de partida, hay que rotar y darle preferencia a otros colectivos que no han estado programados. Se tardó un poco en salir la convocatoria del Centro Cultural del Bosque. Yo le propuse el proyecto a Gabriel Pascal, que también le mando un gran abrazo, para El Milagro, y me dijo, Ahorita estamos saturados Agus, pero ojalá que más adelante puedas traer este proyecto para acá. Que también es un gran espacio.

Sí, cómo no, El Milagro es un espacio fundamental para el teatro independiente mexicano.

 

Una camilla, una mesa y dos lámparas de descarga bastan para desplegar el universo íntimo y cinematográfico de Persona, adaptación escénica de la inquietante película homónima de Ingmar Bergman. Bajo la dirección de Agustín Meza, es una propuesta de la compañía Teatro El Ghetto.

 


 

El teatro es de todos. ¡Asista!

 

Absolutamente recomendable. Imprescindible.

 

Persona, de Ingmar Bergman.

Dirección: Agustín Meza.

Traducción: Carmen Montes Cano.

Actuación: Genny Galeano, Diana Lara Santoyo, Miguel Pérez Enciso, Rosario Sampablo.

La música, compuesta por Lou Reed a partir de su icónico álbum The Velvet Underground & Nico (1967), es interpretada en vivo por Steven Brown (fundador de Tuxedomoon), JC Taylor y Juan Pablo Villa.

Escenografía e iluminación: Carolina Jiménez.

Asistente de producción e iluminación Arturo Cruz.

Diseño y realización del vestuario para la escena de Electra:  Brisa Alonso.

El componente cine-escénico, clave para el lenguaje visual de la puesta en escena, está conformado por Arturo Cruz, Diego Cornejo e Idalina Hernán.

Teatro El Galeón Abraham Oceransky, atrás del auditorio nacional. Hasta el 11 de mayo de 2025

Duración aproximada: 80 minutos.

Edad recomendada: 18+

 


 
 
 

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