top of page

Inmiscuirse en esos rincones inexplorados de la mente. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

  • eseperches
  • 30 ago
  • 17 Min. de lectura
ree

Equus hijo de Fleckwus hijo de Neckwus  Camina .Aquí vamos. El Rey cabalga sobre Equus, el más poderoso de los caballos. Solo yo puedo montarlo. Me deja girarlo de un lado a otro. Su cuello sale de mi cuerpo. Se levanta en la oscuridad. ¡Equus, mi esclavo divino! .

..Ahora el Rey te lo ordena. Esta noche, cabalgamos contra todos ellos.

Alan Strang.


"Mi reino por un caballo" es la famosa exclamación pronunciada por el rey Ricardo, de la obra Ricardo III de William Shakespeare, al perder su caballo en batalla y quedar a pie, indicando que está dispuesto a renunciar a todo su reino por un corcel para escapar de sus enemigos. 

La poca presencia que los caballos han tenido en el teatro, por lo menos en México, esta signada por la tragedia, por situaciones difíciles y complicadas, por conflictos y muerte, como lo demuestra la siguiente breve revisión, sin ningún tipo de orden.  

En un departamento pequeño, tres hermanos se reúnen para cenar con sus respectivas mujeres, todo parece en orden pero a medida que pasa la obra vamos descubriendo una cadena de rencores y sinsabores que van tensando el ambiente hasta descubrir el cúmulo de resentimiento y enojo acumulado en aquella aparente familia feliz. Se trata de Mujeres soñaron caballos, escrita y dirigida por Daniel Veronese, en 2012, con Rosa María Bianchi, Arturo Ríos, Arturo Barba, Roberto Raki Ríos, Sophie Alexander-Katz y Antonio Vega.

Recientemente el Teatro Experimental de Jalisco presentó una puesta en escena sobre la libertad y la justicia, Iré al teatro para arrojarme bajo los caballos, de Julkián de la Torre, en donde un grupo de ciudadanos se reúnen para ejecutar una serie de acciones en contra de la injusticia. Entre ellos y ellas batallan si es necesario acudir a la fuerza criminal de la violencia para erradicar la desigualdad y la tiranía. Estos personajes llenos de coraje y dolor tienen el deseo de reivindicar la dignidad por la vida y la igualdad, por eso, se verán inmersos en situaciones que están en la obra literaria del escritor Albert Camus Los justos y ponen en tela de juicio el: ¿Cómo obrar ante una situación de anhelo y deseo colectivo?

En El caballo asesinado, de Francisco Tario, dirigida por Eduardo Ruiz Saviñón que se presentó en 1989, hay un protagonista, una familia y algunos seres inquietantes; hay asesinatos, transmutaciones y una idea central en relación con la pregunta si realmente existimos o somos ensoñaciones de otros, conto con un numeroso elenco en donde destacaban Martha Aura y Mauricio Davison.

Los personajes viven en un mundo de locura y la miseria les obliga a continuar, a caer cada vez más bajo, pero y para seguir viviendo. El mérito de ¿Acaso no matan a los caballos? consiste sobre todo en su capacidad de describir una situación absurda y sumergir al lector y espectador en ese mundo de alienación colectiva capturando la brutalidad del esfuerzo por la supervivencia.

¿Acaso no matan a los caballos? basada en la novela de Horace McCoy que tiene un antecedente cinematográfico gracias a la espléndido película de  Sydney Pollack, de 1969. Tuvo una acertada versión teatral en la ENAT.

ree

Por supuesto que la mas emblemática y de mayor frecuencia en carteleras mexicanas en Equus, de Peter Shafer, que tiene larga historia

En su temporada de estreno, el 10 de septiembre de 1976, hace casi cinco décadas, la prensa escandalizada comentaba “Escándalo a rienda suelta” porque las temporada sucedió en el teatro Manolo Fábregas, un teatro “para familias” y ahora había desnudos integrales a luz prendida y durante varios minutos. La obra representó el lanzamiento de Jaime Garza, que catapulto su carrera gracias a su interpretación de Alan Strang, Demian Bichir suplió a Garza en algunas funciones. Estuvo muy bien acompañado por actores de la talla de José Gálvez en papel de Dr. Dysart, Ariadne Welter, Miguel Gómez Checa, Carmen Molina, Rogelio Guerra como el caballo y Blanca Guerra en el papel de Jill Mason.

La obra tuvo varias temporadas con algunos cambios en el elenco, Carlos Ancira e Ignacio López Tarso fueron Dysart. Maritza Olivares, Tina Romero y Patricia Bernal interpretaron a Jill Mason.Todas las temporadas fueron dirigidas por Enrique Gómez Badillo, quien, al salir abruptamente Lopez Tarso por problemas severos en una gira, asumió el papel de Martin Dysart, con no muy buena fortuna. En alguna temporada estuvo Héctor Álvarez, de la familia de los cachunes y el último que lo hizo con Vadillo fue Mauricio Ochman. En un inter, que seguramente perdió los derechos Gómez Badillo, hubo una temporada que dirigió Rafael Sánchez Navarro, interpretada por Héctor Bonilla y Roberto Sosa. Hay una buena versión cinematográfica dirigida por Sidney Lumet, con Richard Burton y Peter Firth, y el mas famoso Alan Strang, por obvias razones, es Daniel Radcliffe.

Como ya se mencionó, se estreno en el Teatro Manolo Fábregas, tuvo temporadas en el Helénico, el Tepeyac, en el entonces nuevo y desaparecido hace tiempo Teatro Roma, la ultima vez se presentó en el Silvia Pinal, en el 2020. 

ree

Mi mamá me leyó sobre el Príncipe, que nadie podía montar, excepto un niño. O el caballo blanco del Apocalipsis. «El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero. Sus ojos eran como llamas de fuego, y tenía un nombre escrito que nadie conocía excepto él mismo»... ¡Nadie lo entiende!... Excepto los vaqueros. Ellos sí. Ojalá fuera un vaquero. Son libres. Simplemente se levantan y luego son kilómetros de hierba... ¡Apuesto a que todos los vaqueros son huérfanos!... ¡ Apuesto a que lo son!

Alan Strang.

 

ree

¿De qué va Equus?. Un psiquiatra del Hospital Rokesby, se encarga del caso de Alan Strang, un adolescente apasionado de 17 años, profundamente apegado a la religión, que a cegado a seis caballo ciegos una noche en el establo de Harry Dalton. Es hijo de Frank y Dora Strang.


ree

Hasta el crimen, Alan trabajaba en una tienda de electrodomésticos, y pasaba los fines de semana en el establo de Dalton, cuidando a los caballos. quien. Dysart se dedica a su trabajo y es generalmente admirado por su habilidad como psiquiatra, pero a lo largo de la obra expresa su ambivalencia sobre el verdadero propósito de la psiquiatría y cómo esta a menudo acaba eliminando la verdadera pasión en un intento de obligar a las personas a una interpretación limitada de lo que es normal.

Alan revela poco a poco detalles sobre su infancia reprimida y su fascinación por los caballos. Finalmente, revela los rituales secretos que practica en honor a Equus, el dios caballo que ha inventado.

El caso de Alan perturba profundamente a Dysart y lo obliga a reevaluar el valor de su práctica, a reflexionar sobre su propio matrimonio y la falta de pasión en él, y sobre su vida cotidiana, explorando en el proceso la oscuridad y las verdades de ambos personajes. 

ree

Luego de 25 años de ausencia, la aclamada obra de Peter Shaffer regresa a la Ciudad de México con una nueva producción de Cuarta Pared e Ícaro Teatro en el Teatro Milán.

Bajo la dirección de Miguel Septién, el montaje invita al público a reflexionar sobre la represión emocional y cómo las estructuras sociales definen la existencia. Septién describe la obra como retadora y confrontativa en su tesis central, la cual plantea un cuestionamiento directo a la sociedad: "¿Los constructos sociales como los entendemos podrían ir en contra de lo que somos fundamentalmente?". Su visión de montaje se centra en el teatro como ritual, una comunión con algo más grande que nosotros, y espera que la obra "engendre el deseo de cuestionarse". En este sentido, explicó que el diseño de movimiento es fundamental para la obra, ya que se encarga de tres avenidas importantes: "la creación del ritual metateatral, el establecimiento de convenciones de nuestro juego escénico y la génesis del caballo en escena".

Septién espera que la obra "reavive la flama de ver teatro y valorar su capacidad única para recordarnos nuestra humanidad de forma potente, inmediata, palpable y profunda".

ree

Conversamos con Emilio Schoning, gratísima revelación en el personaje de Alan Strang.

Emilio ¿cómo te sientes de enfrentar un papel tan complejo, y con tanta historia en escenarios locales?

Equus ha sido una obra que ha dejado una huella generacional bastante amplia, creo que es un texto muy potente, por ejemplo, yo con la generación de mis padres que son como de los 50s, y sus amigos, todos, me comparten precisamente que vieron esta versión de los 70s, y que los marcó muchísimo, cargan consigo estas imágenes impactantes, y por lo menos, a grandes rasgos la sinopsis de la obra. Saben de qué va y sí les dejó una huella casi indeleble en su psique, entonces eso me parece sumamente valioso y me siento, obviamente, profundamente agradecido y privilegiado de tener la oportunidad de interpretar a Alan Strang, que si es un personaje de dimensiones bastante fuertes y provocadoras, entonces adentrarme un poco en esos rincones que son un tanto inexplorados de la psique humana, del deseo y de la represión. Para mí está siendo una gozadera inmensa, y también de la mano de Miguel Septién, el director, y del elenco que tenemos, que son actores de amplia trayectoria también y de conocimiento de la escena. Para mí está siendo una oportunidad de oro, increíble.

ree

Alan es, creo, el protagonista absoluto, es quien detona todo, por supuesto que Martín Dysart es el contrapeso, pero el personaje es Alan, un joven absolutamente perturbado, en una familia bien tóxica, la mamá es fanática religiosa, el papá poca atención le da al hijo, y el amor y devoción que Alan va desarrollando hacia los caballos lo acaba de perturbar, para el es como un Dios, es un personaje muy complejo, lleno de recovecos, de matices.

Sin duda, Alan Strang tiene un grado de exigencia brutal, psicológica y físicamente, el desnudo se conserva, aunque ignoro por qué se suprimió el de pareja, que es fundamental para la historia, es lo que detona el conflicto. En aquel entonces no era frecuente ver desnudos masculinos frontales, a luz prendida, las buenas conciencias se espantaron, que sin duda se seguirán espantando. En algún momento hubo mucha censura de parte gubernamental, hacían como que se desnudaban y la obra no funcionaba porque es la médula de todo el asunto, y en la puesta actual es exactamente la misma situación. Entonces si tiene unas exigencias tremendas tú te formaste en la ENAT, tienes muy buenas cimientes, ¿Qué retos te implica Alan Strang?

ree

Como mencionas, yo me formé en la ENAT, egresé hace dos años, en el 2023, y había tenido oportunidad de colaborar con Miguel Septién antes, en dos montajes, uno que se llamó Argonáutica en 2019 y posteriormente en un musical que montó, que fue sonado, su primer montaje acá en la ciudad como Ícaro Compañía Teatral, que fue Urinetown.

Totalmente creo que este es un rol sumamente exigente no solo a nivel físico sino emocional y mental también. Al final, como mencionas, Alan es un joven muy conflictuado y perturbado, lo llegan a tildar de estar enfermo, yo creo que en realidad Alan es una persona sumamente inteligente y sagaz, intuitiva y perceptiva, y eso es lo que me ha empujado mucho, y no solo el personaje de Alan Strang, sino la obra en general puede muy fácilmente convertirse algo un tanto, perdón por la palabra, masturbatorio, en un sentido de solo extraer ese morbo, lo que tiene que ver con lo sexual, como exprimirlo o hacerlo lucir como algo que no es, y yo creo que la obra va mucho más allá de eso.

Alan no está loco, él ha aprendido a encadenar y a hacer clic con ciertas imágenes e imantar ciertas imágenes que normalmente, socialmente, convencionalmente, no estamos acostumbrados a hacer y de hecho reprimimos hacer, como mencionas, la mamá de Alan es una fanática religiosa y su padre es un poco un marxista chapado a la antigua, entonces son dos visiones del mundo que colisionan. Su papá, por ejemplo, no lo deja ver la televisión y a su mamá no le afecta que la vea, por otro lado, su mamá no le da importancia que no vaya a la escuela, a pesar de que ella fue maestra, y lo deja no dedicarse a lo académico.

ree

Alan es un niño muy solo que trabaja en la semana en una tienda de electrodomésticos, entonces, su único escape de ese mundo un poco industrializado, que ya se empieza en la era tecnológica, aunque ahora en el 2025 tenemos un paradigma digital bastante más llevado al extremo. Eso también es muy enriquecedor, creo que esta es una obra bastante crítica de la modernidad, y nuestra modernidad no ha hecho más que separarnos todavía más de lo corporal, de lo carnal, entonces Alan tiene esa escapatoria en los establos con esos seres grandiosos y magníficos que son los caballos, todo en su mente es una mezcolanza, y él empieza a borrar las líneas conceptuales y a no distinguir las cosas que muchas veces separamos, como: aquí va lo sexual, de este otro lado va lo religioso y lo espiritual, aquí va lo erótico y aquí va lo normal, aquí va lo “sano”; como que para él esas cosas dejan de tener esos bordes que muchas veces delimitamos con tanto empeño, por eso creo que Alan es un joven para quien las cosas pueden tener mucho sentido, él tenía que ser así, y entonces con Dysart trata de desenmarañar, él yo creo que muy profundamente, sabe lo que le pasa pero no lo puede verbalizar, entonces Dysart es quien lo ayuda en ese proceso de verbalizar las cosas que siente, que piensa, que observa, que escucha, y creo que ese viaje de poder compartirle lo que él trae consigo es maravilloso.

ree

¿Qué tanto crees que la obra sigue vigente, la televisión,  prácticamente ya es inexistente particularmente para los jóvenes? El mundo ha cambiado, ¿qué tanto en ese sentido lo obra sigue conservando valores?

Yo creo que el núcleo como el centro y la raíz del texto sigue más vigente que nunca y creo que Miguel desde la traducción y dirección de la puesta en escena está muy consciente de eso, de que este es un texto de 1973, entonces esas cosas como la televisión y los electrodomésticos, quizá hoy hablaríamos más bien de pantallas, de celulares, que todos portamos, de aplicaciones, y el caso de los electrodomésticos pues ya ni siquiera asistimos a la tienda a pedir nuestra rasuradora o nuestro radio de transistores, sino que ahora lo pedimos en línea, creo que las condiciones de la modernidad no han hecho más que acrecentarse y agudizarse al grado de que rara vez ya tenemos contacto humano, ya las máquinas hacen todo por nosotros, resuelven cada uno de nuestros deseos y aspiraciones, y creo que esta venta de la cual se queja el padre de Alan, de que todo el tiempo nos están vendiendo cosas y aparece un anuncio de lo que sea, ahora ya se metieron hasta los rincones de nuestras casas y a cada segundo de nuestra atención, entonces eso es igual de vigente, incluso más de lo que eran los setentas, por esta cuestión de separación de la experiencia humana que muchas veces hacemos a un lado y aún más con la modernidad y con la sociedad industrial, hacemos a un lado lo instintivo, lo primitivo, lo intuitivo, lo carnal, creo que esta obra regresa mucho a lo animal y eso puede ser, como tú dices, bastante escandaloso y nos hace tambalearnos de pronto y decir, Ah, ¡claro!, recuerdo que somos animales, esa es nuestra naturaleza también, que muchas veces negamos.

ree

Como bien dices, la parte medular de la obra, lejos de perder vigencia, se ha agravado en este momento. Me parece que Miguel Septién era el director que tenía que tenía que devolvernos Equus, seguramente muchos estamos fascinados de reencontrarnos con la obra, y para las nuevas generaciones conocerla. Con todo respeto, a Miguel le salen muy bien estas obras oscuras, no me lo imagino dirigiendo Hello Dolly, por ejemplo, hablando de musicales, o dirigiendo una comedia, no, se va más a lo profundo y oscuro del ser humano, como se puede leer Equus, creo que él era el director que tenía que regresarla. ¿Cómo te sientes con él, que es la tercera vez que te dirige, y con tus compañeros de elenco?

ree

Yo siempre encantado y complacido de trabajar con Miguel porque creo que es una mente… …es brillante, aunque lo le queda mejor es lo oscuro, paradojas de la vida… …sí, exactamente. Él siempre apuesta, primero por retarse, por no ponerse textos fáciles y creo que Equus siendo un clásico moderno y un drama psicológico de la talla que es, no es un reto menor, para nada. Creo que cada vez se va poniendo la vara un poco más alta, y eso me fascina y me inspira y lo admiro bastante, porque Equus exige unas convenciones teatrales muy poderosas, y creo que Miguel ha incursionado en ellas con su compañía, a través de la dirección artística de Ícaro, que es apostar por la imaginación del espectador, por su rol como ser inteligente, y porque la materia y el instrumento actoral es lo principal en escena, es la figura central de la puesta en escena y todo lo que lo acompaña y potencia, el poder actoral, ahí es donde reside lo primordial del espectáculo, esta obra lo requiere así, y creo que su estética, cercana al minimalismo, también ayuda mucho en esa tarea de que el actor pueda sacar lo mejor de si, su entrega, su compromiso y su interpretación más arrojada y mas valerosa.

ree

Coincido, Miguel era la persona correcta y Cuarta pared junto con Ícaro teatro, están haciendo un gran equipo juntos. El resto del elenco, que son José María de Tavira, Luz Olvera, Humberto Mont, Flor Benítez y Héctor Berzunza, como te mencionaba al inicio, son personas que llevan muchísimo más tiempo que yo en esto, que tienen más experiencia y está siendo un aprendizaje y un acompañamiento feroz. Los veo y también me inspiran muchísimo, creo que estamos construyendo algo de lo que nos vamos a sentir bastante orgullosos, satisfechos y muy emocionados de poder compartirle al público, que sabe que es esta obra, que la conoce, y que espera ver sobre todo una entrega y un compromiso con la magnitud del material que es.

ree

Es grato ver una puesta original, porque la de Gómez Badillo que era hermosa, era copia fiel de la original, como ahora son todas las franquicias teatrales, de los grandes musicales particularmente, que lo que aporta el país, si bien nos va, es el elenco, pero la escenografía llega hecha, igual que el vestuario, la iluminación, vienen los directores de Broadway, de Londres o de donde se genere el espectáculo. Asi fue aquella puesta en escena, eran cuatro bancas que giraban, era minimalista. No recuerdo la de Bonilla, que fue distinta, y Miguel, no da todo molido para que uno nada más se lo trague, que es lo bello del teatro, uno va creando sus propias imágenes y así es en este caso, que no hay muchos elementos en escena pero el resto lo crea el público, y eso es bien agradecible.

ree

Esta obra se desarrolla en un hospital psiquiátrico en un pueblo al sur de Inglaterra y ahí es donde sucede toda la acción, pero en la obra, como bien sabes, a través de la dinámica de las sesiones psiquiátricas es que vamos conociendo todos los antecedentes que llevaron a Alan a cometer el acto indecible y criminal al atentar contra seis caballos, en una madrugada, en un establo. Es una obra que transita por muchos lugares a través de esa convención teatral, obviamente tenemos que ir a los establos, al campo, al cine, a la calle, son un montón de parajes, a su casa y su cuarto que son básicos, a una playa también, donde tiene al primer encuentro, cara a cara con un caballo, él lo ve desde abajo y de ahí es que brota esa chispa de observar a  ese ser tan magnífico y grande.

Y él le da una cualidad quasi divina al caballo, para el es un Dios, por eso hasta el nombre es la palabra en latín, porque no lo nombra caballo, es equus.

Así es. La obra necesitaría, en una puesta en escena realista, de un montón de elementos escenográficos y de un montón de iluminación, que eso lo ha mencionado nuestro iluminador y escenógrafo Félix Arroyo, se cuenta más a través de la luz que de la escenografía. Pero como siempre lo ha hecho Miguel, se trata más de diluir y de quedarnos con lo puro, lo concreto y lo indispensable para que esta historia se cuente, y la estética también apuesta por hacernos sentir eso que hemos perdido, esas texturas, esos materiales, esas sensaciones cálidas y naturales, que han sido reemplazados con materiales sintéticos, artificiales. La estética para mí es muy llamativa en ese sentido, y esta historia se cuenta con los elementos indispensables, a pesar de que es una obra que te lleva a todas partes a través de la mente de Alan.

ree

Platícame de la temporada que, como casi todas, lamentablemente será corta.

Exacto, si, es cada vez más complejo tener una larga temporada y en un solo recinto teatral. Estamos en el teatro Milán de viernes a domingo, viernes a las 8, sábados a las 7, domingos a las 5, hasta el 28 de septiembre, ahí los esperamos.

Lo reitero, es una obra que vale muchísimo la pena, como bien dijiste un clásico moderno, poderoso, vigente, son de esas obras que sí deben de tener cierta recurrencia en la cartelera de México y en las carteleras de todo el mundo porque así ha funcionado desde que se estrenó a mediados de los 70s.

Totalmente, sí creo que es una obra que, por lo que he visto aparece casi cada década, en los 80, luego los 90, luego principios de los 2000 y que es muy generacional, y como decíamos al inicio, deja una marca y deja una huella en el espectador porque precisamente es una obra oscura, es una obra densa que se atreve a inmiscuirse en esos rincones inexplorados de la mente como mencionaba, y que por ende es riesgosa y apuesta por eso que es muy importante, y creo que como bien mencionas, es importante verla en cartelera.

ree

Obras que se atrevan a cuestionar y hacernos preguntas muy importantes, porque creo que esta obra, como mencionamos tanto en los ensayos, más que dar respuestas, abre un montón de preguntas.

Dysart es quién lleva ese rol de plantearse preguntas sobre su profesión que es una profesión dentro de la salud, que tiene que ver con curar a la gente, con restaurarle una vida normal, en el caso de Alan restaurarle, como bien menciona el texto, una mirada normal y un brillo en sus ojos.

Equus no solo tiene preguntas a nivel clínico y social, sino a nivel fundamental, yo diría filosófico, es una obra que nos hace preguntarnos, sobre nuestra existencia, sobre la tensión que hay entre el deseo y la razón, y la búsqueda de significado, en un mundo más allá de las etiquetas, de las categorías y de todo lo que está esterilizado, empaquetado y cerrado. Esta obra pugna por abrir todas esas puertas y ventanas y eso me parece que vale la pena ver, sí. 

ree

Dysart: Para ir por la vida y llamarla tuya, tu vida, primero tienes que tener tu propio dolor. Un dolor que es único para ti... Él lo ha hecho. Muy bien, está enfermo. Está lleno de miseria y miedo... Pero ese chico ha conocido una pasión más feroz que la que yo he sentido en cualquier segundo de mi vida. Y déjame decirte algo: lo envidio.

Hesther: No puedes.

Dysart: ¿No lo ves? ¡Esa es la Acusación! Eso es lo que su mirada me ha estado diciendo todo este tiempo. "¡Al menos yo galopé!

¿Cuándo lo hiciste tú?"

…Simplemente tengo celos, Hesther, celos de Alan Strang.

 

Es tan fuerte que al propio Dysart le provoca muchas dudas acerca de su vida, de su existencia, de su relación de pareja, de su sexualidad, es una obra completa y compleja.

Sí, totalmente. Por algo son los coprotagonistas, porque tienen un viaje que solo podrían emprender de la mano del otro. Alan necesita que le ayuden pero le cuesta muchísimo trabajo obtener esa ayuda porque carga muchísima vergüenza y miedo, sobre todo vergüenza de lo que hizo y de lo que podría traerle en su vida, y creo que Dysart es una persona que, con la llegada de Alan todas estas cosas con las que él de alguna manera ya no estaba contento y que tenía estas dudas, explota. Explotan y ya no hay marcha atrás porque este chico le hace ver todas las cosas que el había querido evadir, sobajar y reprimir, creo que es un viaje que solo pueden emprender ellos dos juntos y que es increíble ver a dónde llega cada uno. Un final quizá trágico, pero al mismo tiempo esperanzador, es una mezcla bastante particular.

ree

La obra esta prácticamente en su quincuagésimo aniversario, 50 años, llegó pronto a México la primera vez que se puso, que bueno que vuelva, que bueno que tu eres Alan Strang en esta acertada puesta en escena, en la que lo que es muy lamentable, es el uso de micrófonos en todos los actores.

Muchas gracias por las preguntas, me sirven mucho y me encanta compartirte lo que creamos en colectivo que, espero, le signifique al público lo que nos ha significado a nosotros emprender este viaje, muchísimas gracias.

 

¡Estoy en carne viva! ¡En carne viva!¡Siénteme en ti! ¡En ti! ¡En ti! ¡En ti! ¡Quiero estar en ti! ¡Quiero SER tú para siempre! –Equus, ¡te amo! ¡Ahora! – ¡Llévame lejos!¡Haznos una sola persona!

Alan Strang.

 

ree

Emilio Schoning se compenetró con su personaje y lo hace vivir en escena con toda libertad, como un actor maduro. Se desnuda en el escenario, y en tal desnudez interpretar las escenas más violentas y dramáticas, no es nada fácil. Tampoco lo es interpretar las escenas rituales sin ropa. Escenas que impactan. Todo en Schoning es natural, hasta de la adolescencia da una imagen certera, amén de su auténtica juventud.

En esta obra de Peter Shaffer basada en el psicoanálisis y dramáticamente concebida como sesiones psiquiátricas, lo que hace medio siglo era un tema frecuente entre los dramaturgos anglófonos o francófonos. En este caso, Shaffer encontró un trauma que ni el mismo Freud hubiese podido imaginar: el amor de un joven por una bestia, y el miedo que el mismo joven tenía por la acusación de un caballo que lo vio "pecar". Y así el caballo se vuelve testigo que en la mente trastornada de su cuidador es necesario eliminar.

* Las citas de los textos de la obra, no corresponden a la versión actual, autoría de Miguel Septién.

 

ree

El teatro es de todos. ¡Asista!

 

Absolutamente  recomendable.

 


ree

Equus de Peter Shaffer.

Traducción y dirección: Miguel Septién.

Elenco: José María de Tavira, Emilio Schoning, Flor Benítez, Héctor Berzunza, Humberto Mont y Luz Olvera.

Composición musical: Dano Coutiño.

Diseño de iluminación: Félix Arroyo.

Vestuario: Giselle Sandiel.

Viernes 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 17 horas. Hasta el el 28 de septiembre de 2025. Los boletos están disponibles a través de Ticketmaster y en la taquilla del Teatro Milán.

Teatro Milán. Lucerna 64, esquina Milán. Colonia Juárez, Alcaldía Cuauhtémoc. Metrobus Reforma.


 

 

 

 

 

 
 
 

Comentarios


bottom of page