Es el principio fundamental de nuestra profesión, la diversión. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

El perro del hortelano es una historia de sangre azul, de erotismo y privilegios, los que ostentaba la aristocracia a comienzos del siglo XVII, escrita en 1613 por el gran autor teatral Lope de Vega, y puesta en escena por Enrique Singer con sus alumnos de la Escuela Libre de Artes Escénicas. Tuvimos oportunidad de platicar con el director, aquí la charla.

¿Qué opina el director de la escuela de está puesta en escena?

Es muy difícil eso porque uno va a ciegas, uno trabaja con ellos y se enfrenta al misterio de hacer teatro, que es igual el misterio con los jóvenes que con los profesionales. Estoy satisfecho, me gusta, es un grupo increíble, excelente y creo que han hecho un trabajo que es bastante potable, digamos, técnicamente han entendido muchas cosas.

Que no es nada fácil. Ahora el director de la puesta en escena, ¿por qué el siglo de oro, por qué Lope, por qué El perro del hortelano.

Bueno, en primer lugar, El perro del hortelano es una obra que me parece muy interesante. Lo más importante es que la mayoría de los personajes, excepto dos, son de la edad de los muchachos y eso les ayuda mucho. La otra, dentro de su preparación, aquí en esta escuela, ha pasado por el realismo, el absurdo, por el teatro contemporáneo y es importante que pasen por el verso. Y que se enfrenten a un clásico de este tipo, sabemos que es un tipo de lenguaje arcaico, en desuso, pero eso los lleva a ellos a la obligación de entender los subtextos y podérselos transmitir al público, independientemente de este lenguaje, entonces los obliga a estar más en contacto con las aspiraciones de los personajes, y a estimularse más entre ellos, además ponerse en contacto con el verso y el barroco es muy importante para un estudiante.

¿Por qué dos personajes tienen acento diferente uno español y otro yucateco?

Para divertirse, porque les gustó, nada mas, porque nos divertimos haciéndolo, les dije perfecto déjalo.

Es maravilloso divertirse trabajando.

Lo que pasa es que ese es el principio fundamental de nuestra profesión, la diversión, si ellos se están divirtiendo, van a divertir al público. Ese es el principio, esa es la base y es lo que les queremos enseñar, a ser libres en el escenario divirtiéndose dentro de los márgenes de la obra. Entonces se están divirtiendo.

La acción, que se desarrolla en Nápoles y narra la historia de Diana, Condesa de Belflor. Diana es una joven hermosa y obstinada, a la que pretenden varios aristócratas que desean casarse con ella. Sin embargo, Diana rechaza constantemente todos sus intentos.

Una noche, después de ver a su secretario hacer el amor con su dama de compañía favorita, se enamora locamente de él y enferma de celos.

Esta es la historia de un triángulo amoroso, de amores prohibidos y traiciones, que acontece cuando Nápoles era una ciudad española. Así, la casa de la Condesa manipulada por los nobles representa a esa parte de la sociedad española que vivía fuera del país.

El hecho de situar la acción en esta ciudad europea permite, además, que la obra esté llena de influencias y tramas italianas a las que era tan aficionado Lope de Vega.

Como ya es costumbre en esta joven compañía, ¿alternaran papeles?

Lo que pasa es que los personajes principales cambian, algunos que están haciendo pequeños personajes pasan a ser los principales, y los principales de hoy pasan a ser otros pequeños. De alguna manera así todos tienen la oportunidad de hacer, de probar lo que es hacer un personaje que tiene una curva mas larga, mas pronunciada, mas interesante, esa es la razón por la cual se hacen dos elencos. Hay otra Diana, hay otro Teodoro, hay otro Tristán, son distintos.

Predominan en el elenco mujeres.

Si, así es normalmente hay más mujeres que hombres, pero actúan de hombres, finalmente es una comedia.

Y no todos son del mismo grado.

Son de un grado. Lo que pasa es esto, nosotros partimos del hecho de que unos pueden tener más experiencia que otros, pero lo que ocurre es que los que tienen más experiencia aprenden de los que tienen menos experiencia, de sus errores, de cómo lo podrían hacer ellos, y los que tienen menos experiencia aprenden de los que tienen más. Así exactamente ha sido la historia del teatro, en la historia del teatro hemos aprendido en la práctica, con compañeros, con compañeras que tienen más experiencia.

Y a estos niveles en realidad es muy subjetivo quién está adelante, quién está atrás, muy subjetivo, todos ellos son principiantes, unos con un poquito más de experiencia, otros con menos, unos con más edad, otros con menos, pero a final de cuentas tampoco es tan distinto.

Del elenco de hoy, he visto, por ejemplo, a la joven que interpretó a Tristán, excelente.

Aline ya está al final, y se le nota que está al final, y hay otros que están  iniciándose, que hacen personajes más pequeños, y que ahí van, yo espero que acabarán así.

Y como todo trabajo coral, no se puede hacer una valoración general porque son casos individuales.

Totalmente, totalmente, no es una puesta en escena profesional, eso implica que hay algunas desigualdades, hasta en el mundo profesional las hay, lo que sí debe de haber es un espíritu colectivo, y yo siento que hay espíritu colectivo, se siente.

Y se proyecta. Como te comenté, he tenido oportunidad de ver varios de sus montajes, y son muy refrescantes, aire fresco. Me gusta el recurso de los telones, da planos y a ellos les da la posibilidad de movimiento. Por supuesto que esa idea es  tuya

Sí, sí, sí, es para darle dinamismo a la puesta en escena y también a ellos los obliga a concentrarse en otra cosa y ellos son parte de ese mundo total que es la puesta en escena, y al público también le sirve para refrescarse un poquito.

El vestuario son apuntes, hacer una producción de época es imposible.

Son pedacitos que hemos agarrado, han jugado, hemos tratado de darle un cierto estilo a todo, lo hizo Dani Parra ella fue a las bodegas de vestuario del INBAL, ella escogió con ellos y lo armaron. Y yo pienso que cumple perfecto con su labor.

Exactamente, porque finalmente esto es un examen de actuación, no es de producción, no es de escenografía.

No todo, está para ayudarles. Y todo el acento está en la actuación. Todo es para ellos, para que actúen. Pero, por otro lado, la producción los apoya como actores, también necesitan eso para aprender ciertas cuestiones de actuación, recibir esos estímulos es parte del aprendizaje.

Que se sientan protegidos con ciertos elementos

Exactamente, y que jueguen con ellos. Repito, les queremos aprender a divertirse, profesionalmente, porque antes que nada, el público tiene que entender la historia, y esta historia es bien difícil de entender, no es tan sencilla.

Simplemente partiendo del lenguaje, no estamos acostumbrado, a lo mejor uno tiene un poquito de entendimiento, pero habrá gente que jamás en su vida habrá oído este español antiguo.

Lo que nosotros pensamos que no necesita eso, que con que las intenciones estén en su lugar se puede entender.

Diana juega con los deseos de Teodoro, diciéndole que sí y que no una y otra vez, de ahí el título El perro del hortelano: que no come, ni deja comer.

En la obra hay una sensación de cambio de las normas en los límites de la clase social y de la emoción que se da cuando las personas prueban y transgreden esos límites. Se produce una rápida pérdida de identidad y con esta, una sensación de que las posibilidades son ilimitadas. Como ocurre con el ritmo acelerado de la farsa, esto produce un sentimiento liberado de comicidad divertida, aunque sea una comedia ensombrecida por el peligro. Es también una obra sin pudor en su descripción del deseo y del caos que este puede producir.

El teatro es de todos. ¡Asista!

Muy recomendable.

El perro del hortelano, de Lope de Vega. 

Dirección: Enrique Singer

Actuación:  Alejandra Monterde Gómez, Aline Márquez, Anna Sophia Ceballos,  Andrea Montenegro, Ceci Lozava, Daniel Carramiñana Carrasco, Desiree Pérez,  Homero Alcántara, Marco Muñoz Aguilera, María Juliana Morales, Regina de la Fuente Peredo. Todos ellos Estudiantes de la Escuela Libre de Artes Escénicas:

Acompañan este proceso: Rodrigo Alonso, Vivian Cruz, Suriday Ugalde, Ricardo Lomnitz, Daniela Parra, Sandra Escamilla y Alberto Lomnitz

La escuela y compañía agradece a la Coordinación Nacional de Teatro y a la Compañía Nacional de Teatro.

Las cuatro funciones de la obra se presentan en el Teatro Varsovia.