El cuerpo es archivo, el grito resistencia. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.
- eseperches
- 23 ago
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Ojalá un día no necesitemos otra Antígona.
Antígona Fragmentada
Según la mitología griega, por una jugada del destino, Yocasta, sin saberlo acabó casada con su hijo Edipo. De esa unión nacieron cuatro hijos Eteocles, Polinices, Ismene y Antígona. Muerto Edipo, sus hijos Eteocles y Polinices se enzarzaron en una guerra para decidir quien era el nuevo Rey de Tebas, ambos murieron en una lucha cuerpo a cuerpo. Su tío Creonte, hermano de Yocasta, se erige como rey y decide enterrar a Eteocles cómo un héroe de Tebas, y dejar insepulto a Polinices, a merced de las aves carroñeras por traidor.

Antígona, hermana de ambos, y prometida del hijo de Creonte, decide cumplir con la ley divina que manda enterrar a los muertos, sin atender a la ley humana dictada por su tío, rey y suegro, que dicta que, quien entierre a Polinices, será ejecutado por dilapidación.
Tiresias advierte al rey que el cadáver de Polinices ha de ser enterrado, ya que los perros lo están devorando y esto simboliza el malestar de los dioses. También le dice que debe liberar a Antígona. Creonte lo acusa de engaño, el vidente se enfada y le advierte de la futura pérdida de su hijo.

Un mensajero entra en palacio para informar de la muerte de Antígona, cuyo cuerpo colgaba del velo de su boda. También notifica la muerte de Hegón a su madre, el cual perdió la vida al intentar apuñalar a su padre tras la muerte de su amada.
Finalmente, el rey regresa al palacio cargando el cuerpo de su hijo. Allí descubre que su esposa también se ha quitado la vida y se lamenta y se culpa a sí mismo por los hechos.

Antígona, tragedia de Sófocles, se basa en el mito homónimo de la Antigua Grecia. El tema principal de esta tragedia es la contraposición entre el orden cívico y el divino. Sin embargo, plantea otros dilemas que actualmente conservan vigencia y están sujetos a debate: la libertad, los derechos del individuo frente a la obediencia de las leyes del Estado, también dibuja el papel de la mujer en la sociedad.
La obra ocupa un lugar muy importante en la dramaturgia universal. Esta tragedia se escribió hace más de 2000 años en Grecia, la cuna de la democracia, y su primera representación data del año 441 a. C. Al día de hoy, se sigue considerando como una de las obras más relevantes de su autor.

En 1984 se estrenó La Ley de Creón de Olga Harmony, dirigida por Manuel Montoro, producción de la Compañía Titular de la Universidad Veracruzana en el antiguo Teatro Milán, en el mismo lugar que hoy ocupa el actual teatro del mismo nombre, y que, se decía, fue la obra que había durado mas tiempo en marquesina, desde su estreno hasta prácticamente cuando se demolió y volvió a erigirse en el mismo predio.
Cita Malkah Rabell en su crítica a la puesta en escena: Desde décadas existe un especial interés por adaptar la figura y los problemas de la Antígona de Sófocles a la vida moderna, tal vez por las posibilidades de insinuaciones políticas y sociales que ofrecen. En el programa de mano para La Ley de Creón, que presenta la Compañía Titular de la Universidad Veracruzana en el teatro Milán, el director, Manuel Montoro cita algunos de esos experimentos: "La Antígona de Sófocles ha dado lugar a distintas versiones teatrales en este siglo. Quizá la más conocida sea la de Brecht. En 1942, Cocteau dirige, diseña, escenografía y vestuario de su propia Antígona, con música de Honegger. Hacia 1910, en Grecia, Christomanos, creador del famoso espacio "La Nueva Escena", reescribe Antígona y ofrece una versión en la que reacciona contra la tragedia sabia del neoclasicismo. Christopher Logue obtiene un gran éxito en Londres con su nueva adaptación en 1950. La Antígona de Anouilh fue montada en el mundo entero después de su estreno en París en 1943. En 1917, tras el desolado panorama de la guerra del 14, el alemán Hasenclever hace de Antígona un manifiesto revolucionario en el cual Creón tiene los rasgos de Guillermo II y Antígona, exhorta al pueblo a rebelarse contra la guerra".
La obra de Olga Harmony, escrita en la década de los 70’s del siglo pasado, se suma a esa lista, y sería prudente añadir otra, la Antígona en Nueva York de Janusz Glowacki, en la que Ludwik Margules dirigió a Luisa Huertas, Arturo Ríos, Guillermo Gil, Fernando Banda en el Teatro Julio Prieto en el ya remoto 1998.

De este siglo podemos agregar la creación de David Gaitán de 2017, en su obra, Gaitán, respeta parentesco y el hecho desencadenante, pero lo anterior no es más que un basamento para escribir su propia versión.
La Antígona de David Gaitán parte de una ponencia muy bien expuesta, por un personaje que el mismo Creonte bautiza como Sabiduría. Frente a un atril Sabiduría, inicia la función con un texto elocuentemente solemne que abrirá un debate sobre el poder, pero pronto se mostrará un Creonte, al que Gaitán presenta como un Rey maquiavélico de lengua incisiva, o el malvado que se vanagloria de su maldad.

En la Antígona de Gaitán únicamente muere el rey, y su guardia, con un final similar a la revolución francesa, donde Antígona se erige como vencedora, por lo que la ponencia de Sabiduría sale victoriosa.
Nada para profundizar sobre temas significativos como discutir ejemplos que los pongan en jaque. En el marco de un juicio diseñado, Antígona, Creonte, Ismene y Hemón discuten sobre el acontecimiento que ha obligado a Tebas a revisitar sus ideas sobre la justicia: el enterramiento ilegal que Antígona ha perpetuado contra las órdenes de Creonte, actual rey. En un caso en que lo que se discute no es la verdad sino la aplicación de la misma en la vida pública, se utiliza la ficción para hurgar en política, sociología y filosofía.

Y, afortunadamente, acaba de nacer una Antígona más, actual, necesaria, Antígona Fragmentada es una reescritura contemporánea del mito, donde cinco Antígonas encarnan el duelo, la insumisión y la búsqueda de justicia. Inspirada en textos clásicos y voces actuales, esta tragedia polifónica y posdramática transforma el escenario en una fosa simbólica, donde el cuerpo es archivo y el grito, resistencia. Una obra sobre los que faltan, los nombres que duelen y el gesto mínimo que aún puede salvarnos: "No quería ser Antígona… pero me tocó." Antígona Fragmentada canta a los muertos. Una ceremonia escénica para los que ya no están… y para los que aún buscamos. Porque mientras haya cuerpos sin nombre, mientras haya madres sin cuerpos, mientras haya hermanas que caven con las manos… Antígona volverá. Y volverá a decir que no.
¡El mito renace en el escenario!

Antígona fragmentada es una experiencia teatral que sumerge en el duelo, la insumisión y la búsqueda de justicia. Una obra que, a través de la dramaturgia y dirección de Lorena Maza y un elenco excepcional, invita a reflexionar sobre los que faltan y los nombres que duelen.
Y afortunadamente tuvimos oportunidad de conversar con la creadora de esta nueva versión, Lorena Maza.
Me gustó tu puesta en escena. Bien me lo advertiste antes de que empezara la función, expandes la escena, y en todos los sentidos, porque no es Sófocles.
No, parto de Sófocles que es la primera de las escenas y luego tomo algunos aspectos, los textos del coro, pero la verdad es que realmente hay un equilibrio entre los cinco textos que elegimos porque Antígonas hay más de 40, hay muchísimas, se siguen escribiendo versiones de Antígona porque es un mito absolutamente actual, vigente, contemporáneo más en nuestro país y en los países latinoamericanos.

Hay una Antígona furiosa, Argentina que también lo plantea como parte de los desaparecidos, en fin, y qué más que Antígona González y cae directamente en nuestro México.
Es un mito que a mí me ha obsesionado desde hace muchos años y he querido montarla hace muchísimos años y no se me había dado, Hugo Alfredo Hinojosa me propuso su texto que se llama Antígona en Ombria, texto que quiero, y he querido montar pero no se ha podido, lo propuse en la UNAM, lo propuse en la Compañía Nacional, y como es un texto muy amplio, muchos actores, requiere de un presupuesto importante por el tema digital. Fíjate que él plantea una Antígona trans, que además tiene todo un contexto digital, porque él escribe en pandemia, la época de post verdad también, y de otras premisas, y por ejemplo Tirecias es totalmente virtual, es un holograma, es un algoritmo y está lleno de pantallas, 12 actores y demás, entonces si requiere de un presupuesto, que si no es la UNAM o la Compañía Nacional, difícilmente se puede en cualquier otro contexto, en México ya no se puede producir algo así, y la verdad es que desistí porque cuando las instituciones no lo tomaron dije,

Bueno, pues no es el momento de este texto, y fue justo cuando me invitaron Singer y Lomnitz a dar clases 6 meses en este experimento pedagógico bastante claro, coherente, interesante, me convencieron cuando me dijeron: A ver, por qué no tomas estos seis meses como un laboratorio para ti, qué te interesa, qué traes por ahí?. Y dije, pues yo ando queriendo hacer una Antígona, entre otras 80 cosas que siempre uno trae, y dijeron, Perfecto por qué no lo haces con los alumnos, por qué no la ves con ellos, la experimentas. Me parecío interesante la posibilidad, dije, ¡Órale!, porque seis meses, diario, clases de 8 a 12, es fuerte.
Podía invitar a maestras que me ayudaran y así lo hice, Carmen Mastache en voz, Aida López en actuación para la cámara y Alicia Sánchez en movimiento y coreografía. Imagínate, tres maestrazas, actrices, coreógrafa, era un lujo para los actores realmente tenernos a las cuatro, no es por nada, llevamos más de 40 años dándole y siendo maestras. Dije ¡Órale, va!.

Y cuando me di cuenta empezamos analizando algunas de las más icónicas Sófocles, Brecht, Anohuil, Hinojosa que era la que nos atañe, y justo llegó a mis manos en ese momento Antígona González, de Sara Uribe, que, a pesar, Salvador, de haber sido escrita hace 12 años sigue super vigente.
Uribe es una gran escritora que trabaja ahora en la UNAM, está en la Cátedra Rosario Castellanos, siendo un texto que no había sonado mucho, llega a mis manos porque estoy en ello, me brincó en algún lado, lo compré inmediatamente, lo leí, y quedé absolutamente conmovida y cautivada, porque justo lo aterriza con las madres buscadoras, una hermana que está buscando a su hermano desaparecido, Tadeo, y es prosa poética, no es teatro, sin embargo, nos súper connmovio a todos los actores y a mí, y entendimos, y entendí, que era por ahí, y que lo que tenía no iba a poder llegar a buen término en ningún sentido con Antígona en Ombria, de Hinojosa, con los chavos, y que lo que tenía que hacer era mi propio texto, a partir de mi lectura de todas estas antígonas, y fue ahí que pensé, Voy a hacer un collage de antígonas donde cada alumno tenga sus momentos, todos luzcan, y donde podamos tener como centro y corazón de esta pieza a Antígona González, que es tan nuestra, tan urgente y tan importante.
Entonces de ahí salió la idea, sobre la marcha, en el camino, después de haber analizado todas, y cuando cae Antígona González de ahí surge la idea.

Es lo que le da cohesión a todo.
Le da cohesión y actualidad impresionante, y también, ya que eran tantos textos, dije, Voy a hacer algo que no sea una estructura tradicional para nada. Tenía muchas ganas desde hace tiempo, de hacer algo más experimental, ya estoy trabajando hace rato en textos así, escritos por mí, o retomando textos y replanteándolos, ya te platicaré de un Shakespeare que traigo ahí, con Eloise Kazan, y entonces dije, Quiero hacer escena expandida, y quiero hacer teatro post dramático, y fue un experimento que resultó en esto que viste.
Me lancé por ahí, hice un primer borrador y empecé a jugar y a experimentar con los chavos, y Alicia me siguió muy bien la corriente, Alicia Sánchez, gran creadora, maestra de movimiento, coreógrafa que yo he admirado hace muchos años, y empezó a plantear una serie de cosas que me funcionaron muy bien, en fin, así fue creciendo y fuimos armando mucho en co creación, porque yo creo absolutamente a estas alturas, Salvador, en los actores como creadores, y como co creadores del espectáculo completamente, y en la formación de actores, insisto mucho en, quiero actores creadores, quiero actores pensantes, quiero actores cultos, con referencias, con conocimiento, y siempre he planteado que el conocimiento es el andamiaje de la creatividad, y que entre más conocimiento tengamos y más referencias, más echamos a volar la imaginación y más florece la creatividad.

Tú sabes que yo fui formada en un rigor intelectual muy fuerte con Margules, con Tavira, con Luna, con todos mis maestros, Juan Tovar, en fin, y me gusta, me gusta el poder relacionar temas, épocas, historias, estéticas y siempre mis colaboradores creativos tienen una voz propia, yo doy las premisas de un concepto y todos aportan cosas que ni yo había imaginado, y eso pasa con los actores.
Margules decía: Tienen que ser rigurosos para prepararse, para después ser libres durante ensayos y poder recibir la voz y la creación de sus colaboradores, empezando por los actores. Entonces yo invito siempre a mis actores a co crear conmigo, igual que a mis colaboradores aunque yo lleve, digamos, la voz cantante, yo planteé las premisas, aguien tiene que dirigir, alguien tiene que contener y tener la última palabra, a menos que sea una creación colectiva abiertamente. Hay que tener un sentido de hacia dónde, definitivamente, y, amén de eso, todos aportamos, todos traemos cosas a la mesa, y a partir de ahí se crea. Entonces fue un experimento realmente bello y muy rico para todos, yo les daba las escenas conforme iban saliendo de la escritura, ellos la trabajaban en casa o en otros horarios y traían sus propuestas escénicas y de ahí íbamos partiendo, yo iba tomando cosas, iba refinando, quitando, poniendo, distinguiendo también, “las ocurrencias de las ideas", que es una frase de mi maestro Margules, y fuimos creando este espectáculo juntos, y fue bellísimo porque se enamoraron ellos también, y lo consideraron un proceso realmente propio, y para todos fue un gran aprendizaje y descubrimiento, y esas experiencias son magníficas.

Tú has estado vinculada a la academia desde hace muchísimo tiempo, y antes no era así, no había oportunidad de que el alumno participara, y en términos teatrales el trabajo de puesta en escena solía ser muy vertical, se sabe, por ejemplo, que Margules era rudo y a veces no permitía que nadie opinara con respecto a la creación de sus personajes, ni del espectáculo, no se cómo serían Castillo, de Tavira, Mendoza o Gurrola, pero los tiempos han cambiado, la pedagogía ha cambiado, la actuación ha cambiado, ahora el chiste de la actuación es que no se note que los actores actúen…

…depende, eso es influencia del cine básicamente, y de algunas nuevas dramaturgias, como la narraturgia, pero, si te soy sincera, eso de no actúen en el cine, o los no actores, puede ser para algunas cosas, pero en general cuando un director de cine dice, No actúen, es porque no sabe dirigir actores, y no sabe decirle al actor, ¡No exageres!, estamos en cine, la cámara solo necesita de tu acción interna. Conocer el lenguaje, saber cómo expresarlo a un actor, pero la actuación no es la vida real, necesitas una energía extra cotidiana para generar acción dramática, y si no hay acción dramática es de flojera porque no pasa nada, ve los realities, es de una aburrición porque no hay drama que significa acción, que significa movimiento, conflicto, entonces tiene que haber acción interna en la medida del género, tono, estilo y formato que estás trabajando.

Pero eso de no actuar me parece a mi nefasto, me parece de una gran ignorancia, perdón, quizá tú quieres hacer una película con no actores, pero ahí te encargo hacer teatro con no actores, ¡jamás!, tiene que haber una energía extra cotidiana que, Patricia Carmona a partir de Eugenio Barba llama el Bios escénico, si no hay bios, esta energía extra que uno imprime en la actuación para construir dramáticamente un personaje, una situación, no pasa nada y es de flojera y es reality, y es la vida. El arte escénico no es la vida, hay que construirlo, y el cine es realista, requiere de una construcción mucho más suabe y sutil y tiene la cámara aquí, en close up, pero el teatro es metafórico y tienes el marco de prosemio total, entonces el bios es mayor, la expresión es mayor, hay que saber en qué lenguaje estás, nada más, y claro ya no estamos en el romanticismo de Sarah Bernhardt, en esta expresión melodramática, desde hace muchos años, rompieron con eso, Mendoza, Gurrola, Tavira, Castillo y Margules. Desde hace mucho estamos en esta actuación moderna, interna, contenida, de acuerdo a cada situación dramática.

El cine, a partir del cinema verité y el neorrealismo italiano aportan toda una serie de premisas realistas en el cine, y a partir del cine contemporáneo, es verdad, ya hay no actores haciendo cine, y perfecto, pero un actor tiene que actuar, eso significa construir una verdad, una realidad que no existe y que tiene otro tiempo, tono, estilo, movimiento, que no es la vida real, que emula la vida real. ¡SÍ!, pero también en cine hay extremos estilísticos, como Wes Anderson, o un realismo absoluto como Bergman en su momento, es decir de qué tipo de estilo quieres, depende cómo quieres narrar tu historia, con qué estética, con qué estilo. Es muy interesante Wes Anderson porque la actuación es cero expresiva, sin embargo hay un mundo interior muy fuerte en sus películas, pero en el teatro requieres de mucha energía de Bios escénica, y más en la tragedia, que fue lo que hicimos nosotros, una tragedia contemporánea.

Por lo que dices, y por lo que se vio, en tus 13 actores hubo una respuesta fabulosa. ¿Además de la interpretación de sus personajes, que tanta participación tuvieron en la creación del espectáculo en general?.
Total. No solamente analizamos todos los textos, todos los conceptos los trabajamos y cada uno trabajó sus escenas, tenían la obligación de traer propuestas escénicas, no nada más el texto aprendido, no, tenían que traer propuesta escénica, y los fuimos complejizando, refinando, re trabajando juntos. A ver, por qué esto, por qué esto otro, esto no funciona, esto sí funciona, siempre con una afan pedagógico, pero tambien creativo, dándoles a ellos el lugar de creadores, y lo tenían que asumir plenamente, y fue gran aprendizaje para ellos el asumirse como creadores escénicos.
Los he visto en varias puestas durante su formación, Hasta despertar. Clonación dramática de La vida es sueño, de Pepe Caballero, La Gaviota dirigida por Mauricio García Lozano, Clarisa Malheiros y Llevados por la cuesta de una ola, y el propio Singer con El perro del hortelano, y se ve una gran evolución y crecimiento. Lorena, aquí había un gran riesgo de que fuera una retacería, que no tuviera unidad aunque fuera el mismo tema, y un personaje central, en gran medida quien une todo es este narrador-narradora, no debe haber sido fácil darle unidad a todo esto.

Pues no, pero uno de mis fuertes es la estructura dramática, los géneros dramáticos, cómo estructurar un texto, yo amo la poética de Aristóteles, y en cada curso que doy, la vuelvo a leer, la vuelvo a trabajar, la vuelvo a entender. Y llevo un rato trabajando textos dramáticos, ahora lo voy a hacer más intensamente, pero conozco la estructura dramática, conozco dar progresión, arco dramático a los personajes. Entonces no solamente es pegar escenas distintas, sino de este autor tomo esto, luego continúa la acción acá, la historia acá, como entrelazo Antígona González, que no tiene interacción propiamente, sino que es toda una declaración poética.

Y sí, sí me costó un poquito, había que trabajarlo con mucha conciencia y con mucho cuidado para plantear la historia completa de Antígona, intercalar Antígona González, y por otro lado, hice uso de el personaje de Didascalia. Didascalia es un término griego que aún usan los franceses para las acotaciones, en francés las acotaciones son les didas calia, y entonces es una figura griega que fungía como un curador y un poco como un organizador de los festivales donde unía ciertos textos con temas, y donde recordaba a los actores de ciertas cosas, no era un director propiamente, era una suerte de figura tras bambalinas, que conocía los aspectos de las obras y ayudaba a organizarlas. Yo tomo esa figura griega, porque tengo una alumna que tenía cero experiencia teatral y que no había trabajado su cuerpo ni su voz nunca, y me di cuenta que no iba a lograr con ella llegar a buen puerto con la tragedia, porque se requiere de una energía extra cotidiana muy fuerte, y de una voz y de alguna experiencia, y ella no tenía esto. Para no exponerla a algo más complejo le construí este personaje, le diseñé este personaje, que resultó muy útil porque justamente me ayudó, al mismo tiempo, a hilar una escena con otra, y estos comentarios irónicos desde un punto de vista contemporáneo de alguien que ha visto todas las Antígona, y que se da cuenta que nada cambia y que siguen siendo necesarias, y termina diciendo, Algún día va a dejar de ser necesario que representemos Antígona cuando no haya más cuerpos que enterrar, mas cuerpo insepultos.
Entonces fui armándolo, pensando a la medida de este grupo, dije, Okay

Qué hago con esta alumna que no va a poder ser ni Ismene, ni Antígona, ni guardia, ni nada, porque no tiene todavía ese entrenamiento, y ahí se me ocurrió un narrador, narradora, y pensé en la figura de Didascalia, también conociendo a estas figuras griegas, a partir de la poética y ahí se van hilando una cosa con otra, fue muy orgánico, y fue en ese periodo de 6 meses que todo fue surgiendo y fuimos creando esto.
Fue intenso, diario 4 horas, y como bien dijiste, para ellos trabajar con estas cuatro mujeronas de teatro debe haber sido como un posgrado.
Imagínate para trabajar con estas maestras tendrían que haber estado en la ENAT, en la Compañía Nacional de Danza, en el CUT, y aquí se las traje a todas a ellos.
Para mí fue gran aprendizaje también, es lo que más aprecio de esta experiencia, no fue darles clase, ¡NO!, fue crear juntos un espectáculo experimental, donde le dimos contexto y actualidad a un mito y a un texto tan interesante como el de Antígona, tan universal como Antígona, donde yo pude explorar, arriesgarme, experimentar algo sumamente contemporáneo posdramático, que pocas veces hago, de hecho es una línea que ya quiero seguir, tanto temáticamente, con temas que contengan lo que a mí me interesa a nivel activismo político, y por otro lado, que me exija teatralmente irme a otras zonas, eso es lo que quiero, y si lo puedo hacer además en un contexto pedagógico ¡Fantástico!. Se juntaron todos estos elementos, ¡Divino!.

Con la complicidad de un grupo de alumnos talentosos.
Sí, por supuesto. Y aunque hay niveles, porque en ese sentido es un experimento pedagógico muy interesante, todos suben al nivel de los más altos. Tengo dos que egresaron con este montaje, tres de nuevo ingreso y todos los demás en medio. Distintos niveles.
Más difícil todavía unificarlo.
Y se veía bastante unificado, homogéneo, y eso fue un gran logro, era un reto. Yo creo que misión cumplida en todos los aspectos, ellos pedagógicamente, a nivel puesta en escena, se logró algo muy interesante. Para mí el mezclar estos textos, tener una dramaturgia sólida, el poder experimentar y jugar escénicamente con la escena expandida, por todos lados fue ganar ganar, y creo que el resultado fue muy bueno para todos. Estamos muy contentos.

Aprecio mucho estas puestas en escena escolares que dejaron de ser lo que fueron que en donde se notaba mucho amateurismo y que bueno que abran funciones a público en general, son de un aliento renovador maravilloso, los chavos están ávidos de aventarse con todo, sin prejuicios, sin poses, sin malformaciones.
Y por eso es delicioso esto, no hay expectativas, porque además no había un peso de producción Salvador, ni un peso, pura creatividad, cuerpo, texto. Todo el mundo prestó cosas, entonces al no haber estas expectativas y al tener este planteamiento muy horizontal de la creación, en donde todos estamos poniéndonos y poniendo lo que somos y tenemos, se da algo muy bello y muy puro. Pura pasión, puro talento, texto, cuerpo, entonces sucede la magia.

Buenos alumnos y cuatro grandes directoras comandadas por ti, y sin tener expectativas, hubo muy buenos resultados, gran paradoja.
Porque a veces están todas las expectativas, tienes todo el presupuesto. Un teatro que tenía tres focos y nos llovió durante toda la obra.
Tlaloc estuvo bastante activo, por lo menos el día que vi la función teníamos cascaditas en los muros del teatro. Algo les apoyó el INBA prestando vestuario, verdad.
Sí nos abrió su bodega de vestuario, la mitad del vestuario era de ahí, la otra mitad de todos nosotros, yo me traje todos los trapos que tenía, que yo uso muchos trapos. A ver chavas, todas agarren trapos, unificar un poco. Eloize Kazan, que es mi amiga, diseñadora de vestuario maravillosa, talentosísima, no participó, pero le dije, Oye ven a ver un ensayo y proponme una gama de color, la propuso, y sobre esos colores nos fuimos todos para unificar un poquito… …una gran aportación… …claro, y Tere Uribe, sin cobrarnos un peso, hizo la iluminación, magia con tres focos que hay en ese teatro.

Ahí está el resultado, cuando se quieren hacer las cosas, cuando se pone toda esa pasión y hay talento, ahí se ven los resultados.
Así es. Todas las maestras llevamos 30, 40 años trabajando, tenemos buena materia prima, le sacamos mucho jugo y ahí está. Y debo mencionar a Cris MarYán, que es hijo de actores, es hijo de Maria Antonia Yáñez e Ignacio Guadalupe y es músico de teatro, divino músico. Trabaja mucho con Ana Graham y él hizo lo sonoro, que era un viento, entran unos tambores, cosas muy simples, pero también lo hizo de manera gratuita.

Ahí está la generosidad y la solidaridad del gremio.
De colaboradores que les dices, Échame la mano. Claro que sí. A las maestras por supuesto que se les pagaron sus clases, pero a estos tres colaboradores, no. Dije oye, echenme a la mano, por lo menos un poquito de vestuario, de sonido, y todo fue tan justo, tan preciso. Para esta pieza no había nada de más, había una cosa de utilería, una espada, a la Margules, a la Brook, nada, ¡NADA!, espacio vacío de drama, de drama puro, de acción pura en donde todo recae sobre la actoralidad.

El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable.

Antígona fragmentada.
Dramaturgia y dirección: Lorena Maza.
Actuación:
Estudiantes del programa de formación profesional para intérpretes escénicos, modúlo marzo-agosto 2025 de la Escuela Libre de Artes Escénicas:
Aline Márquez, Alejandra Monterde, Alejandro Olguin Alquicira, Anna Sophia Ceballos, Bruno Fuentes, Cecilia Lozava, Daniel Carramiñana, Homero Alcántara, Igna Larracilla, Marco Muñoz, María Juliana Morales, Ramona Tarsero, Regina de la Fuente
Dirección Coreográfica: Alicia Sánchez.
Asistente de movimiento: Juan Pablo Oliván.
Creación y Dirección de Coros Digitales: Tamara Mazarrasa.
Asesoría Vocal: Carmen Mastache y Sergio Carazo Cardona.
Interpretación Verbal: Aída López.
Dirección Musical y Música Adicional: Cristóbal MarYán.
Iluminación: Tere Uribe
ESCUELA LIBRE DE ARTES ESCÉNICAS
Dirección: Alberto Lomnitz y Enrique Singer.
Secretaria académica: Daniela Parra.
Asistente administrativa: Sandra Escamilla.
Diseño gráfico y estrategia digital: Erick Dezib • Puro Drama.
Fotografía de escena: Arturo Torres y Daniela Palma • Puro Drama
Las cuatro funciones de la obra se presentaron en el Teatro Varsovia.




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