Cuando Ana decide meter a su bolsa una manzana, algo no anda bien, esta acción no corresponde con su comportamiento metódico y obsesivo. Desde las voces de las cosas de Ana nos enteraremos de la terrible noticia que ocasionó este cambio.
De manera creativa y divertida Las cosas de Ana invita a la reflexión sobre el papel que tienen los objetos en la vida de las personas en una sociedad cada vez más aislada e incomunicada, como es el caso de la protagonista de la obra.
La puesta en escena presencial tuvo una temporada del 26 de febrero al 14 de mayo, en el foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico, en donde realizamos las fotografías que ilustran esta nota, de aquel afortunado montaje, se realizó una adaptación audiovisual, que será la que el gran público podrá disfrutar en versión streaming, el viernes 20 de noviembre.
En aquella ocasión tuvimos oportunidad de platicar con el autor del texto, Javier Malpica. Aquí sus palabras:
Las cosas de Ana son los personajes de la obra, son los que nos dicen lo que le pasa a Ana. A través de sus objetos, los que lleva en su bolsa, ese día nos enteramos de todo lo que le pasa a su propietaria. Es una obra en la que varios personajes nos cuentan sobre otro personaje
Estos objetos (personajes) son parte de la personalidad de Ana, cada uno de sus ellos refleja un poco sus preocupaciones. Las cosas que porta, son las que usualmente lleva una mujer: una cartera, que habla de su lado ahorrativo, su lado escrupuloso; la bolsa, pretende dar una imagen; el Smartphone es el que dice todo lo que tenemos en la mente, es un poco su parte de conciencia.
Los objetos, a veces, pueden tener un alma, esa es la premisa. Si estos objetos pudieran hablar, ¿qué dirían de nosotros?. Por otro lado está el otro tema de la obra, la explotación de las personas, el abuso de poder, donde los humanos, a veces, somos tan malos, que explotamos a la gente y las tratamos como cosas.
A una mujer que trae una bolsa Louis Vuitton la tratamos muy bien, pero si trae una bolsa del mercado, aunque tenga a Frida, ya no la tratamos tan bien. Ese tipo de dilemas los vive Ana, todas estas cuestiones están exploradas en la obra. Hasta aquí el diálogo con Malpica.
La propuesta escenográfica es el interior de la bolsa de Ana, y el lenguaje corporal es muy interesante porque refleja lo que está pasando, cómo se están moviendo las cosas de Ana dentro de su bolso.
En tono de farsa cómica de denuncia, la historia de Las cosas de Ana, es contada a partir de las pertenencias que Ana lleva consigo rutinariamente, pero, ese día, hay otra "cosa", cuya presencia rompe su estabilidad, justo el día en que Ana se entera del escándalo en que la quieren inculpar. Ana, quien realiza funciones administrativas en las oficinas de un partido político, se ve involucrada en un escándalo de trata de personas. La protagonista llegará hasta las últimas consecuencias para deslindarse de la responsabilidad.
La compañía, bajo la dirección de Mario Heras, invita de manera creativa y divertida a la reflexión sobre el papel que tienen los objetos en la vida de las personas, en una sociedad cada vez más aislada e incomunicada.
La misión de dar vida a las historias a través de la mirada de Las cosas de Ana recae en un sólido elenco: Gilberto Dávalos (Anteojos), Mario Heras (Celular), Guillermo Jair (Pistola), Erika Pérez (Bolsa), Brenda Sánchez Viveros (Cartera) y Alejandra Villarruel (Manzana)
El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable.
Las cosas de Ana. Dramaturgia: Javier Malpica
Dirección: Mario Heras
Asistencia de dirección: Frida Orozco
Diseño gráfico: Discena gráficos escénicos
Producción: LP Teatro y Resorte Teatro
Actuación: Gilberto Dávalos, Mario Heras, Guillermo Jair, Erika Pérez, Brenda Sánchez Viveros y Alejandra Villarruel.
Versión en streaming, viernes 20 de noviembre
Venta de boletos: las-cosas-de-ana.boletia.com
En preventa hasta el domingo 15 de noviembre a un costo de 150 pesos, posterior, 200 pesos.