Podemos ser una versión de nuestro pasado. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

Una mujer sin nombre; sin ojos, los que porta, dicen, son los de su madre, que a su vez fueron los de la suya; una mujer sin piernas, porque sus extremidades, afirman, son anchas, como las de sus antecesores cazadores. Una mujer sin filiación, un cuerpo en travesía buscando su propia identidad a través de sus raíces profundas, originados en tiempos inmemoriales, el viaje legendario de sus genes que han cruzado las fronteras para, finalmente, dar origen al ser humano que es en la actualidad.

Dos leyendas guían esta travesía: una de cazadores y una de brujas, que celebran el milagro de la existencia humana. La mujer, anónima, migrante, que podría pertenecer a cualquier parte del mundo, cuenta la historia de su linaje a través del cuerpo y las ideas que definen al ser humano dentro de una cultura y su pertenencia en ella.

Se trata de Un cuerpo en travesía, unipersonal de Alejandra Chacón, cuya génesis surgió del proyecto de tesis que la autora desarrolló en Londres, como parte de sus estudios de maestría, en torno a su condición de inmigrante y sobre la forma en que la genealogía, los ancestros y sus historias definen a las personas. El espectáculo se estrenó en 2017 en el marco del Camden Fringe Festival, en la ciudad de Londres, ciudad que sirvió como inspiración para su creación; posteriormente, tuvo algunas funciones en el Teatro La Capilla, le siguieron otras en el teatro el Galeón, a finales del 2020, y ahora vuelve al mismo escenario.

La propuesta escénica se centra en la expresividad física y vocal de la intérprete para recrear los diferentes personajes y atmósferas de la obra, apostando por el uso mínimo de elementos escenográficos. Un cuerpo en travesía cuenta con el diseño de iluminación de Roberto Paredes. A partir del teatro físico, la puesta en escena se basa en la teoría del arquitecto y coreógrafo húngaro Rudolf von Laban.

El montaje integra escenas de animación, que fungen como escenografía, diseñada por Miriam Romero, en donde predominan los bisontes, para reforzar el sentido de transformación constante que la historia narra. El diseño de vestuario, sobrio y sencillo, facilita la transición entre los diferentes personajes que la actriz interpreta. Un cuerpo en travesía cuenta con música original que contribuye a generar atmósferas durante el desarrollo de la obra, con la colaboración de Lilian Andrea Cuervo, incluye una original canción de rap que habla sobre temas como la conexión con la naturaleza y el feminismo.

Se buscó música que tuviera un poco de tradición y se homologó con el bandoneón, instrumento que usa el tango argentino, éste es el instrumento eje y con este juego hay un arte nuevo que se transforma en un rap.

Chacón creó un personaje que se pregunta sobre su origen, partiendo de la noción de que las personas podemos ser una versión encarnada de nuestro pasado. La búsqueda incluye el eje del movimiento: ¿cómo se determinan patrones de movimiento a través de la cultura y el género?. Desde una perspectiva de género, la obra aborda temas como la migración y la importancia de reconsiderar nuestro vínculo con la naturaleza, es un trabajo que busca generar en el público una sensación de travesía en el tiempo, de la búsqueda de ese origen inmemorable.

En el sistema actual en donde se nos dicta qué hacer, qué sentir y cómo debemos vernos ¿podemos dejar de huir de lo que no podemos escapar y recordar las historias antiguas que celebran el milagro de nuestra existencia?. El cuerpo que habitamos comenzó su travesía no en el momento en que nacemos, sino siglos atrás. Si pudiéramos viajar al pasado, podríamos ver cómo nuestros genes han pasado de generación en generación a través de nuestros ancestros y finalmente convergen en el ser humano que somos en la actualidad.

Medidas sanitarias

El teatro abre con un estricto protocolo que incluye el uso de cubreboca al interior del recinto, la sana distancia, la sanitización de la sala previamente a la entrada del público y la aplicación de un filtro sanitario en el que se toma la temperatura a cada asistente para garantizar que no tenga más de 37.4ºC, se proporciona gel antibacterial y se instala un tapete desinfectante, además de contar con la señalética indicada en muros y pasillos.

El aforo en el teatro es al 30 por ciento.

El teatro es de todos. ¡Asista!

Absolutamente recomendable.

Un cuerpo en travesía.

Idea original, dramaturgia, dirección y actuación: Alejandra Chacón.

Teatro El Galeón Abraham Oceransky. Centro Cultural del Bosque, a espaldas del Auditorio Nacional.

Metro y metrobus Auditorio. Hasta el 20 de abril., en la medida que el maligno virus lo permita.

Lunes y martes 20 horas.

La obra es apta para adolescentes y adultos.