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No se aparte del camino que el destino le ha indicado. Por: Salvador Perches Galván.



Como ya se mencionó previamente, Historias del té, es una selección de 20 monólogos cortos de 200 recibidos, con la temática de la mujer, llevados a escena por el elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, tras una selección, por parte de la casa productora Tejedora de Nubes, con dirección general de Daniela Parra y dirección residente de Mariana Giménez, Zaide Silvia Gutiérrez y Cecilia Ramírez Romo.

La creación escénica surge del cuestionamiento: ¿Qué del universo femenino se puede ver reflejado en una taza de té?. 45 espectadores por función son parte de un encuentro en el cual el té es un pretexto para compartir historias que nos reflejan como un espejo.


El reto ha sido encontrar un universo común para todas las historias. Al ver esta puesta en escena nos podemos cuestionar qué va a permanecer y qué vamos a olvidar de lo que signifique ser mujer. Cuándo va a acabar la violencia contra las mujeres, cuándo olvidaremos a las mujeres que buscan a sus niños desaparecidos o a las mujeres que marcaron la historia. Es un eco, porque no sólo se trata de voces femeninas mexicanas, sino de las mujeres de toda la historia de la humanidad. La cuestión sobre qué será de este grandísimo género en un futuro, queda como un pulso de lo que fue habitado y ya no está”.

Enrique Singer es mi maestro, son palabras de la responsable general del montaje, Daniela Parra, ¿cuántas veces no le he asistido?. Desde que entre a la Compañía Nacional, y que me ha tocado hacer varias cosas con ellos, que me haya dado la oportunidad de dirigir, de tener en mis manos esto, es como: Ha caray, la chamba si sirvió, valió la pena, y hay que rendirle a los maestros. Cuando tuve la oportunidad de estar en Natan, el sabio, una joya, y que a mí me tocó estar, mano a mano con Singer montándola con estos grandes de la escena, y son esas oportunidades de la carrera que le van a uno cimentando cosas. Dulce Mariel me regaló de estreno una galleta de la suerte, porque ella hace la personificación del té, que pasa por los escenarios con su traje de chinita, y cuando abrí la galleta, el papelito decía: “No sé aparte del camino que el destino le ha indicado”, me pareció tan significativo, para mi carrera, la bendición de poder estar con toda esta gente, y en El Galeón.


Suerte de oráculo la galleta de la suerte, remitiéndonos a los griegos y al destino, inmediatamente agarré el papelito y lo puse con imanes en el refri.

Cuando le viene a uno la duda del camino correcto, que en pandemia a muchos camaradas los ha cimbrado la cuestión económica, la cuestión procesal, y que el covid nos ha devastado, eso no lo podemos negar, entonces que la galleta de la suerte que te regala tu actriz te diga: “No se aparte del camino” es porque tal vez va uno por el camino correcto.


Los monólogos colocan a la mujer como sujeto en el centro del análisis, no como objeto de estudio.

Y para ello hay que releer la historia en clave femenina

y repensar la dinámica social en conjunto,

desde cada particularidad.

Todas las mujeres de esta puesta en escena

son el resultado de un complejo mapa que nos cuenta

un país desde distintas voces y equidistancias.

Son las voces de una sociedad que pide a gritos

una solución y la resuelve a través de más preguntas.

Cada texto que dirijo trae consigo a una mujer que representa

a un grupo de mujeres afectadas por un mismo estado de cosas.

Cecilia Ramírez Romo.


Hay que conocer todas las historias, todo es muy estimulante en las Historias del té, tanto como el té. Y las mujeres, el mejor estimulante, para la vida, sin ellas no hay humanidad, no hay mundo.

Así es, y si se extinguen las mujeres… después, nada. Y ahí sí, el silencio, y como dice Erika de la Llave en El silencio, el silencio es el olvido, y esas palabras no son mías, no son de Feres, son de unos dramaturgos y dramaturgas, muchos jóvenes, muchos con poca experiencia, algunos muy experimentados. Esas palabras no son mías, vienen de esos textos, de estas personas que un día vieron una convocatoria y se animaron a escribir un monólogo.


Una de las características del repertorio de la compañía, es su itinerancia, qué tan sencillo será llevar té a otras localidades.

Yo me hacia la pregunta hace unos días, pero es un montaje Wabi-sabi, qué es la filosofía Oriental basada en la belleza de la imperfección. Es un montaje que la Compañía esta haciendo sin dinero, no hay recurso, tenemos mamparas de otros montajes. ¿Qué me dices de Estela Fagoaga?, que saca prendas de debajo de la manga y es el vestuario perfecto.

Yo, que tengo una productora interna que convive conmigo, aun cuando dirijo, y la verdad es que, en un espacio grande, claro que puede ser, es solo un trébol, y se da el fenómeno. ¿Qué tan difícil, o fácil sea moverla?, es tan dispar, tan Wabi-sabi, que tal vez se pueda mover.

Que vayamos a mi Guanajuato, a un espacio grande, que nos vean los estudiantes de la universidad de Guanajuato. Que nos vean en el norte, hay varios monólogos que tienen temática norteña, ni más ni menos Vesper, que habla sobre Juana Belén que es de Durango, o sea, hay de todo y para todos.


El reto de este montaje, creado durante el confinamiento,

fue preparar un espectáculo presencial de manera virtual:

Las relaciones humanas, tangibles en el ejercicio escénico,

pasan por un tamiz distante y frío que es la pantalla.

El pulso, la respiración, la energía y la temperatura

del otro estuvieron ausentes hasta que nos encontramos,

y cuando lo hicimos quedó un aspecto restringido

que tiene un inmenso valor: el tacto.

Zaide Silvia Gutiérrez.




Sin duda, y es algo que, en tanto humanos, no debemos olvidar. Lo local tiene un eco, regreso a mi palabra favorita de este montaje, rebotamos en todos lados. La problemática rebota en todos lados, y yo me conformo con que un padre de familia, con lo que eso significa en la actualidad, puede ser un padre soltero, puede ser un padre divorciado, puede ser un padre de familia tradicional, que salga de ver Historias del té, porque le pareció atractivo y voltee a ver a su hija adolescente o a su hijo adolescente, por eso es universal, y que volteé y diga: “¿Qué carambas te estoy enseñando?”. Porque ahí es donde está el cambio, si no, no sirve de nada, esto va a seguir y nos está rebasando.


Y lo que decimos en la viñeta final, las mujeres encerradas en la pandemia, mujeres que han tenido que dejar su trabajo para poder estar junto al niño de primaria frente a la computadora.

Yo dirijo y hago antecedentes, y hago “vividuras”, a partir de mis primas y de mi mamá, es la verdad, y después me di cuenta que también Mariana, que también Cecilia, que también Zaide, entonces de verdad está reflejado un eco de universo femenino y volteas y ves a las mujeres en Argentina, en Perú, en España, y dices, lo que estamos viviendo ahorita, denos la oportunidad de reflejarlo en este montaje, en este monólogo de 13 minutos.


Todas estas experiencias, todas estas vivencias le dan músculo más robusto al montaje. Andrés Weis, actor de la Compañía, afirmó: ante el barullo del inicio, es como si el teatro tuviera muchas ganas de decir, y parece que el arranque de Historias del té, es como, queremos decir todo esto al mismo tiempo, porque llevamos 8 meses sin poder decirlo.


Es impresionante la cantidad de referentes femeninos

que uno puede tener en la vida

y que determinan quiénes somos diariamente,

por eso quise encontrar la manera de reflejarlas a través de estas obras.

Daniela Parra.


Los monólogos bajo la dirección de Daniela Parra son: Arañas en el té de Lorena Rojas, interpretado por Judith Inda; El día que murió la violencia de Gabriel Ek, representado por Cecilia Ramírez Romo, Judith Inda y Érika de la Llave; Ichigo Ichie de Iliana Muñoz, con Dulce Mariel, y Tan fácil que es morir de Jimena Eme Vázquez, interpretado por Laura Padilla.




Con dirección de Mariana Giménez, Ectogénesis de Lucila Castillo, interpretado por Sonia Franco; Holograma de mujer con trapeador de Alejandra Eme Vázquez, con Octavia Popesku y Papayafilia de Gabriel Ek, representado por Amanda Schmelz.

Con dirección de Zaide Silvia Gutiérrez, Buenas noticias de Samuel Sánchez Tual, interpretado por Amanda Schmelz y Kung Fu de Iliana Muñoz, con la actuación de Sonia Franco; y Vesper, co dirigido con Cecilia Ramírez Romo, de Natyeli Guevara Lafarga, con Cecilia Ramírez Romo.


A cargo de Cecilia Ramírez Romo se escenifican Arde la madrugada de Federico Lozano, interpretado por Diana Fidelia; Cooperación voluntaria de Cristina Solís, con la actuación de Diana Fidelia; El caso de Medusa Pérez de Ángela Escobar, representado por Laura Padilla; Rotunda de Amaranta Osorio, interpretado por Dulce Mariel; Silencio de Edgar Zapata, con Érika de la Llave; Té Para-dos de Vera Milarka, con Octavia Popesku y Vesper de Natyeli Guevara Lafarga, con Cecilia Ramírez Romo.


En una tercera y última visita a El Galeón, vimos:

Bajo la dirección de Daniela Parra Arañas en el té de Lorena Rojas, interpretado por Judith Inda; El día que murió la violencia de Gabriel Ek, representado por Érika de la Llave; Ichigo Ichie de Iliana Muñoz, con Dulce Mariel, y Tan fácil que es morir de Jimena Eme Vázquez, interpretado por Laura Padilla.


Dirigida por Mariana Giménez, Ectogénesis de Lucila Castillo, con Sonia Franco y Papayafilia de Gabriel Ek, representado por Amanda Schmelz.


Trágicas, estridentes, contenidas, elásticas, coherentes, inmóviles, introvertidas, extrovertidas, sensuales, contradictorias, sexuales, violentas, sumisas, cómicas, y tolo lo que se pueda sumar, son estas 18 mujeres, interpretadas por nueve espléndidas actrices, todas, prestando su voz, su cuerpo y su energía a dos congéneres, surgidas de la pluma, que no de la ficción de 18 autores, al igual que ella, algunas y algunos, de vasta experiencia y trayectoria, otras y otros jóvenes consolidad@s ya en las tablas y que llegan a buen puerto a la Compañía Nacional de Teatro, en un sui géneris proyecto, novedoso, pertinente, valiente y muy necesario, en tiempos atípicos como los presentes.

Estos 18 rostros femeninos que se multiplican, representan un gran fresco del, como diría la siempre añorada Rosario Castellanos, El eterno femenino.


Medidas sanitarias

El teatro abre con un estricto protocolo que incluye el uso de cubreboca al interior del recinto, la sana distancia, la sanitización de la sala previamente a la entrada del público y la aplicación de un filtro sanitario en el que se tomará la temperatura a cada asistente para garantizar que no tenga más de 37.4ºC, se proporcionará gel antibacterial y se instalará un tapete desinfectante, además de contar con la señalética indicada en muros y pasillos. Por alerta de semáforo rojo e instrucciones de la primera dama de la ciudad, los teatros darán funciones a las 17 horas.


Redes sociales

Para más información escribir un correo a: publicos.cnteatro@inba.gob.mx.

Sigue las redes sociales del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en Instagram (@INBAMX), Facebook (/INBAmx) y Twitter (@bellasartesinba). Sigue las redes sociales de la Secretaría de Cultura en Twitter (@cultura_mx), Facebook (/SecretariaCulturaMX) e Instagram (@culturamx).









El teatro es de todos. ¡Asista!


Absolutamente recomendable.



Historias del té. De: Lorena Rojas, Gabriel Ek, Iliana Muñoz, Jimena Eme Vázquez y Lucila Castillo.

Idea original, escenografía e iluminación: Fernando Feres.

Dirección general: Daniela Parra.

Directoras residentes: Mariana Giménez, Zaide Silvia Gutiérrez y Cecilia Ramírez Romo.

Actuación: Laura Padilla, Judith Inda, Érika de la Llave; Dulce Mariel, Sonia Franco y Amanda Schmelz.

Teatro El Galeón Abraham Oceransky. Centro Cultural del Bosque, a espaldas del Auditorio Nacional.

Metro y metrobus Auditorio. Hasta el 22 de noviembre.

Miércoles a domingo 17 horas.

La obra es apta para mayores de 12 años, no restrictivo.

Entrada general $ 150.00 Jueves $ 30 y viernes $45.


Fotografías cortesía de la Compañía Nacional de Teatro. José Jorge Carreón/CNT/INBAL

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