La ciencia-ficción y los mundos paralelos. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

Tres legendarios pilotos desaparecidos en vuelo, reaparecen gracias a la magia del teatro, el cine y la ciencia ficción en el montaje que dirige David Psalmon.

Prototipo del héroe al que nada hace flaquear su espíritu, el noruego Roald Amundsen siempre tuvo muy claras las cosas y se convirtió en el más implacable explorador polar.

Nacido en Borje, Noruega en 1872, fue el primero que llegó al Polo Sur en 1911. Su propósito fue conquistar el Polo Norte, cuando preparaba la expedición para alcanzar este objetivo, tuvo noticias de que el estadounidense Robert Peary se le había adelantado, Amundsen modificó sus planes y se dirigió hacia la Antártida con la intención de llegar al Polo Sur. Gracias a la preparación física y técnica de la expedición, Amundsen consiguió ser el primero en alcanzar el Polo Sur, el 14 de diciembre de 1911, e izó allí la bandera noruega. Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, sus restantes expediciones tuvieron por objetivo alcanzar el Polo Norte, su gran sueño, que nunca vería cumplido.

Amundsen partió en hidroavión el 18 de julio de 1928 para rescatar al italiano Umberto Nobile, aventura en la que encontró la muerte.

El 24 de julio de 1898 nació Amelia Earhart, la mujer que nació para volar, la piloto más famosa de todos los tiempos. Sus grandes logros le proporcionaron fama mundial, pero su avión desapareció durante su último desafío: la vuelta al mundo. Algunos historiadores creen que Amelia podría haber vivido como náufraga en una isla desierta, pero no existen evidencias para afirmarlo.

En 1937, Earhart anunció que intentaría dar la vuelta al mundo utilizando una ruta distinta a la habitual en estas travesías. Los viajes en avión alrededor del mundo se habían desarrollado, hasta entonces, en cortas etapas a través de los cielos del hemisferio norte. Earhart intentaría, junto a su copiloto y navegante, el capitán estadounidense Frederick J. Noonan, circunvolar el globo siguiendo la línea del ecuador, en el bimotor Lockheed Electra 10-E. Iniciaron el viaje el 1 de junio de 1937, volando desde Miami (Florida) hasta Sudamérica; de allí a África y posteriormente a las Indias Orientales.

Tras haber completado 33.000 kilómetros en treinta días, más de los dos tercios de la travesía, su avión desapareció en medio de un temporal el 2 de julio, cuando realizaban la penúltima etapa del viaje. La desaparición de Amelia Earhart y de su experto copiloto fue motivo de numerosas y a menudo fantásticas especulaciones, pero hasta hoy día se desconocen las circunstancias del accidente y el lugar exacto donde se produjo.

Antoine de Saint-Exupéry aterrizó en este mundo en Lyon, Francia, en 1900, fue un famoso novelista y aviador; sus experiencias como piloto fueron a menudo su fuente de inspiración. Tercero de cinco hijos de una familia de la aristocracia (su padre tenía el título de vizconde), Saint-Exupéry vivió una infancia feliz en las propiedades familiares, aunque perdió a su progenitor a la edad de cuatro años.

Durante la Segunda Guerra Mundial luchó con la aviación francesa en misiones peligrosas, en especial sobre Arras, en mayo de 1940. Su meditación se elevaba por encima de la historia inmediata: sin desconocer las amenazas que la época hacía pesar sobre el "respeto del hombre", como declara en Carta a un rehén (1943), optó por la parábola con El principito (1943), fábula infantil de contenido lirismo e ilustrada por él mismo, que le dio fama mundial.

En 1943 pidió incorporarse a las fuerzas francesas en África del Norte, y a partir de entonces retomó las misiones desde Cerdeña y Córcega. En el transcurso de una de ellas, el 31 de julio de 1944, su avión desapareció en el en el mar Tirreno del Mediterráneo.

La aviadora, el escritor y el explorador, en realidad no desaparecieron a mitad de vuelo, como ha registrado la historia durante años, fueron abducidos, (en el campo de la ufología y en el de la ciencia ficción se llama abducción al acto en el cual uno o más seres extraterrestres toman a un ser vivo terrestre contra su voluntad, lo secuestran y lo llevan a algún sitio determinado, generalmente a su propia nave espacial), por un vórtice espacio-temporal y están atrapados en una dimensión paralela desde donde observan el devastador paso de la humanidad por la tierra a lo largo de la historia. Paralelamente, el juego escénico se ubica en otros dos tiempos y realidades: México, en plena catástrofe ecológica derivada del calentamiento global y la sobreproducción industrial, en el año 2068. Y el espacio sideral, cuando la especie humana ha tenido que abandonar la Tierra para colonizar la superficie marciana, en el año 3049.

Una científica mexicana, experta en física cuántica y ondas electromagnéticas, establecerá contacto con el extraño paraje en el que están atrapados los tres pilotos desaparecidos. Entre los cuatro, buscarán escapar del vórtice y regresar al mundo real para tratar de evitar el desastre ecológico que se avecina. Un vórtice para que no nos trague aquel vórtice, aquel apocalíptico torbellino que nosotros mismos hemos creado. Un vórtice para cuestionarnos cuáles son las acciones que debemos implementar para revertir el statu quo y preservar este hermoso planeta al que hemos llamado hogar. Es el planteamiento de ciencia ficción que envuelve Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos.

Se trata de una propuesta escénica ubicada entre el cine, la literatura fantástica y el teatro que utiliza a la ciencia ficción como gran metáfora de la realidad. Los ejes temáticos principales que aborda son la ecología, la tecnología y la ficción científica. Tomamos como referencia a la física cuántica, la teoría de los universos paralelos y la teoría de cuerdas, para crear un universo donde estos pilotos se encuentran atrapados en una dimensión alterna que no responde a las leyes espacio-temporales tradicionales. Son palabras de Jorge Maldonado, autor de este relato donde la estadunidense, el noruego y el francés, instalados en el misterioso vórtice, son capaces de atestiguar la catástrofe medioambiental.

En Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, el lenguaje teatral y el cinematográfico dialogan constantemente. La combinación de teatro y cine se logran cuando los espacios escenográficos son representados por imágenes y cuadros videográficos en un cruce de tiempos teatrales reales y tiempos virtuales proyectados. El sonido se aproxima al de la banda sonora de una película de ciencia ficción, realizada por el reconocido compositor y diseñador sonoro Daniel Hidalgo.

Para recrear esta realidad paralela, Jorge Maldonado recurre a su pasión por el cine y la ciencia ficción. El mundo real se plasma en la científica mexicana y otro paralelo en el que quedan atrapados los tres pilotos, gracias a esto, el montaje resulta una propuesta fascinante.

David Psalmon, director francés radicado en México con reconocida trayectoria, cuyo trabajo se caracteriza por su dimensión social y por poner énfasis en los grandes retos ético-sociales de nuestros tiempos. En Vórtice, Psalmon explora el territorio de la ciencia-ficción y de los mundos paralelos.

El elenco que recrea este universo, se integra por actores de primer nivel que cuentan con una larga experiencia: Amelia es Beatriz Luna; la doctora Szuchmacher, cobra vida en el cuerpo de Micaela Gramajo; en tanto Nicolas Sotnikoff, presta su físico, energía y pasión a Roald Amundsen; Osvaldo Sánchez es un conejo y el astronauta de 3049, y el propio David Psalmon, paisano de Saint-Exupéry, interpreta al autor. Los personajes virtuales corren a cargo de Joaquín Cosío y Hernán Mendoza y la excelente música en vivo es interpretada por el extraordinario Francisco Bringas.

El equipo creativo está conformado por el diseño de escenografía de Ana Patricia Yáñez; diseño sonoro y música original de Daniel Hidalgo Valdés; la realización cinematográfica, edición y animación son del prestigiado fotógrafo Juan José Saravia; el Videoarte y dispositivo multimedia corren a cargo de Héctor Cruz Juárez; el diseño de Iluminación de Sergio Felipe López Vigueras, el diseño de vestuario son autoría de Mario Marín del Río, el diseño sonoro adicional de Homero Guerrero, la composición musical interpretada en vivo por Francisco Bringas y la coreografía de Vivián Cruz.

Vórtice, universo paralelo para tres aeroplanos, cuenta con una poética y plástica que transita entre los universos de El principito, el mundo aéreo de Amelia Earhart y los grandes glaciares del Ártico. Muchos de los desoladores paisajes de los que sólo tenemos noticia a través de las ficciones planteadas en la literatura y la cinematografía, están más próximos a convertirse en realidad de lo que pensamos. Es necesario y urgente reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones como humanidad. Advierte el director David Psalmon.

Es un trabajo de TeatroSinParedes, una compañía mexicana con 20 años de trayectoria que se caracteriza por llevar a la escena temas que sacuden al espectador y lo cuestionan a propósito de la realidad. Entre sus montajes destacan Last Man Standing, Los náufragos, Humboldt, México para los mexicanos, Después de Babel, La inauguración, Emigrados, entre muchos otros.

El teatro es de todos. ¡Asista!

Absolutamente recomendable.

Vórtice. Universo paralelo para tres aeroplanos. Dramaturgia: Jorge Maldonado.

Una creación del Colectivo TeatroSinParedes

Dirección escénica: David Psalmon

Actuación: Beatriz Luna, Micaela Gramajo Szuchmacher, Nicolas Sotnikoff, David Psalmon y Osvaldo Sánchez.

Músico en vivo: Francisco Bringas

Teatro Julio Castillo. Centro Cultural del Bosque, a espaldas del Auditorio Nacional.

Metro y metrobus Auditorio.

Jueves, viernes y sábado, 19 horas, domingos 18 horas, hasta el 18 de abril, en la medida que el letal virus lo permita.

La obra es apta para adolescentes y adultos.

Costo: $30 los jueves, viernes de $45 y sábado y domingo de $150 con descuento a estudiantes y maestros con credencial vigente.