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La angustia del hombre ante la nada. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.






Duerme aquí, silencioso e ignorado,

el que en vida vivió mil y una muertes.

Nada quieras saber de mi pasado.

Despertar es morir. ¡No me despiertes!

Xavier Villaurrutia. Epitafios II



Con Nostalgia de la muerte, de Xavier Villaurrutia, la Compañía Nacional de Teatro estrena el ciclo Los contemporáneos, con el objetivo de rendir homenaje a una generación de poetas que marcó la historia literaria de nuestro país.

La directora Marta Verduzco comenta que el objetivo de la obra es acercar a las nuevas generaciones a los textos de Los contemporáneos, poetas como Xavier Villaurrutia, Bernardo Ortiz de Montellano, Jaime Torres Bodet, Carlos Pellicer, Alfonso Reyes, que no perteneció al grupo, pero fue su maestro, los ayudó, los defendió, además de dignificar a la comunidad homosexual, la cual, en aquella época, y aún ahora, ha sido muy atacada.

Poetas, que, en principio echaron para atrás todo lo anterior, fueron muy valientes, algunos de ellos eran homosexuales y se supieron defender inteligentemente… por eso es fantástico enterarse de quiénes fueron y cómo rehicieron la forma de hacer poesía, afirma la también actriz.

“La obra de un poeta no vale sino en la medida en que lleva consigo al mismo tiempo y en el mismo grado lo inexplicable y lo explicable.

En manos del poeta el lenguaje no es sólo un instrumento lógico sino también un instrumento mágico.

Pero el poeta deja de ser poeta en el momento en que sacrifica el poder mágico de la palabra a la significación usual, y también deja de serlo en el momento en que sacrifica la significación usual al poder mágico.

El círculo del poeta es pues la combinación y la superación de estas dos potencias antagónicas del lenguaje: la potencia lógica y la potencia misteriosa”.

Xavier Villaurrutia.

A finales de la década de los 70’s del siglo pasado, la directora y primera actriz, ya se había aproximado a Villaurrutia, cuando descubrió la poesía de Los Contemporáneos en Casa del Lago, siendo la secretaria del director, Tomás Segovia, y trabajaba como actriz. Eran hombres muy preparados y, a veces muy insolentes, recuerda.

Bajo la dirección de Salvador Flores interpretó el recital Poesía en movimiento, en donde decía poemas, entre ellos Nocturno mar. Juan García Ponce les sugirió hacer el libro completo de Villaurrutia, y lo hicieron. Aquel era diferente al que ahora se presenta: un escenario blanco, salía en una malla blanca que le permitía subrayar corporalmente lo que estaba diciendo.

Aquella propuesta tuvo distintas temporadas, la última presentación fue en 2006, en el panteón del Tepeyac, aledaño a la Basílica de Guadalupe, donde se encuentra la tumba del poeta, en homenaje a su 56 aniversario luctuoso.

Y al oprimir la pluma,

algo como la sangre late y circula en ella,

y siento que las letras desiguales

que escribo ahora,

más pequeñas, más trémulas, más débiles,

ya no son de mi mano solamente…

Villaurrutia me enseñó a leer los poemas con otros ojos; mejor dicho, me enseñó que la lectura de un poema no se hace sólo con los ojos sino con todos los sentidos y con el entendimiento. Las palabras, además de significado, tienen peso, color, sabor, olor. Tienen, sobre todo, sombras, ecos: con ellos el poeta erige instantáneas esculturas. Octavio Paz en Xavier Villaurrutia en persona y en obra, FCE, 1978.

Verduzco destaca la importancia de que estos grandes poetas sean conocidos por las nuevas generaciones, pues rompieron los paradigmas de la poesía anterior. “Era un grupo de poetas con una inteligencia fuera de serie, combativos y sagaces, dignos de ser recordados, y qué mejor forma que a través del teatro. Nostalgia de la muerte es una compilación de poemas de Xavier Villaurrutia que encaran a la muerte con sus pasiones, sus imprevistas parejas y ángeles que bajan para acompañarnos en este maravilloso viaje de escucha, música, baile y deleite”.

“Su mejor obra, espléndida, fue Nostalgia de la muerte. Villaurrutia presentía que la vida es un sueño y que la muerte sería el despertar… Cuando no se queda paralizado de miedo, como un hombre que de pronto descubre que es sólo un fantasma en la noche, Villaurrutia parte de esa intuición fundamental y con la fantasía y la inteligencia va creando hipótesis metafísicas. Hay innumerables juegos de palabras y sonidos que se convierten en juegos de conceptos. Temas del hombre doble y de los desdoblamientos de la conciencia, de los espejos enfrentados que repiten sus imágenes hasta el infinito, de los cuerpos vacíos que reciben visitas misteriosas, de autónomas sombras humanas, de dioses que sueñan a hombres que a su vez están soñando a otros, del absurdo miedo a no existir, de universos solipsistas, de ángeles corrompidos, de la muerte que nos habita sigilosamente, de que todos los hombres son un solo hombre y somos y no somos simultáneamente, de metamorfosis y laberintos… Villaurrutia desintegra las cosas reales, cae en la soledad de ese vacío, se pone a inventar allí otro mundo y se angustia porque no sólo lo sabe irreal, sino porque duda aun de su propia existencia personal. Sus hipótesis están flotando sobre el humor con que el poeta piensa en la Muerte”. Enrique Anderson Imbert.

Nocturno en que nada se oye

Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro

cae mi voz

y mi voz que madura

y mi voz quemadura

y mi bosque madura

y mi voz quema dura

como el hielo de vidrio

como el grito de hielo

aquí en el caracol de la oreja

el latido de un mar en que no sé nada

en el que no se nada

porque he dejado pies y brazos en la orilla

siento caer fuera de mí la red de mis nervios

mas huye todo como el pez que se da cuenta

hasta ciento en el pulso de mis sienes

muda telegrafía a la que nadie responde

porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse.

“¿Me creerá usted si le digo que no se hallará en mis poesías un juego de palabras inmotivado o gratuito?. Los uso, no por juego sino por necesidad ineludible. Juego con fuego y a riesgo de quemarme”. Xavier Villaurrutia.

En 1928, la Antología de la poesía mexicana moderna, señala a Xavier Villaurrutia como un poeta de espíritu crítico, reflexivo, con afán descubridor: “Inconforme con el juego simple de las formas externas, no construye su poesía con materiales ruidosos ni es el parnasiano de los mármoles fríos o el poeta sensual de los colores. La plástica de su poesía se ajusta mejor al equilibrio de las formas, al dibujo de los objetos, a la calidad de la materia empleada, a la estática de las actitudes”.

Destacado integrante del grupo Los contemporáneos, Xavier Villaurrutia nació el 27 de marzo de 1903 y murió el 25 de diciembre de 1950 con apenas 47 años. Comenzó a escribir poemas desde los 16 años. Es autor de los libros de poesía Reflejos (1926), Nocturno mar (1927), Nostalgia de la muerte (1939), Décima muerte y otros poemas no coleccionados (1941) y Canto a la primavera (1948). También escribió obras de teatro como Parece mentira (1934), ¿En qué piensas? (1938), La hiedra (1941) y El solterón (1950), entre otras. Dama de corazones (1928) es su única novela.

Discípulo de André Guide, Villaurrutia es el único caso en la literatura mexicana de un verdadero clasicismo: el equilibrio interior entre la inteligencia y la sensualidad, conseguido por un extraordinario rigor vital cuyo ceñimiento es principalmente un motor, un impulso… En Villaurrutia casi no hay personajes y sí una obra purísima, inteligente y bondadosa, que fue persiguiendo a lo largo de los años una concreción nerviosa de una persona que fue -es- una literatura. Nostalgia de la muerte nos hace pensar con los sentidos y nos enseña a percibir sensorialmente las ideas. José Joaquín Blanco en Crónica de la poesía mexicana, 1977.

Nostalgia de la muerte, es considerada no sólo una afortunada expresión del poeta sino la significación de su misma poesía: la muerte como nostalgia y no como fruto o fin de la vida. El poeta escribió: "el hombre es un animal que puede sentir nostalgia, echar de menos su muerte, que vive y experimenta en formas muy misteriosas la angustia, la soledad, la noche, el silencio, las calles...".

Para Villaurrutia, la muerte es algo más que un deseo consciente, es un Ser, una realidad encarnada y lúcida, es un ser amado o mejor todavía, un Ser con el cual el poeta desea permanecer unidos a lo que no es vida.

En Nostalgia de la muerte, aparecen dos temas que son capitalmente interesantes para mí: la muerte y la angustia. La angustia del hombre ante la nada, una angustia que da una peculiar serenidad, afirmó Villaurrutia.

Nostalgia de la muerte, es un ejemplo del universo de quien describe los dolores propios de una existencia sensible afectada por la ausencia, la soledad, el vacío, la distancia, la muerte y el amor.

Villaurrutia fue escritor, poeta, dramaturgo, guionista y crítico literario. Realizó estudios de teatro en el Departamento de Bellas Artes y en la Universidad de Yale, becado por la Fundación Rockefeller.

Junto con Carlos Pellicer, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza y Jorge Cuesta, entre otros, formó el grupo Los Contemporáneos, gracias al mecenazgo de Antonieta Rivas Mercado.

Fue aficionado al arte dramático e importante promotor del teatro experimental en México, fundó el Teatro Ulises y el Teatro de Orientación, así como la revista Ulises, junto con Salvador Novo, también gracias al apoyo de Rivas Mercado. Tradujo la obra de autores como William Blake y Anton Chéjov.

Su poesía es apartada, solitaria, íntima, aristocrática. También es reflexiva y no solo en el sentido psicológico sino en el físico: es una precisa y preciosa construcción de reflejos. Poesía que ama la forma y cuya contenida luminosidad es la del ópalo. Octavio Paz, Xavier Villaurrutia en persona y en obra, FCE, 1978.

Martha Verduzco ha dirigido para la Compañía Nacional de Teatro Landrú y La mano del comandante Arana, ópera de Alfonso Reyes y Rafael Elizondo, que ella actuó en Casa del Lago dirigida por Gurrola. También El malentendido de Albert Camus, y ahora vuelve a la dirección gracias a Nostalgia de la muerte, acompañándose de un pequeño y muy sólido elenco: Rodrigo Vázquez, Roldán Ramírez y Erando González, integrantes del elenco estable de la CNT, y logra con su complicidad, poner ene imágenes todo lo que antecede a estas líneas, las múltiples características de su poesía, enumeradas por voces verdaderamente calificadas.

Con Nostalgia de la muerte, de Xavier Villaurrutia, la Compañía Nacional de Teatro se reconcilia con puestas en escena sobrias, elegantes, excelentemente interpretadas, magistralmente dichas, en un género particularmente difícil como lo es la poesía, sin que remita a los festivales de fin de curso en los que Manuel Acuña resuena, acompañado de un incesante movimiento de manos, enhorabuena a la maestra Verduzco y sus acompañantes, dentro y fuera del escenario, y cuyo único “pero”, es la brevedad del acariciante espectáculo.





El teatro es de todos. ¡Asista!


Absolutamente recomendable.



Nostalgia de la muerte. De: Xavier Villaurrutia.

Dirección: Marta Verduzco.

Actuación: Marta Verduzco, Rodrigo Vázquez, Roldán Ramírez y Erando González, integrantes del elenco estable de la CNT.

Dispositivo escénico, iluminación y video: Kay Pérez

Diseño de vestuario: Indira Aragón e Ixchel Sosa

Diseño sonoro: Carlos Matus.

Coreografía: Elisa Rodríguez.

Sala Héctor Mendoza de la CNT. Francisco Sosa 159, colonia del Carmen, Coyoacán. Martes a las 20 horas hasta el 26 de abril.

Entrada libre con reservación a través del correo publicos.cnteatro@inba.gob.mx.

Las funciones se llevan a cabo con estricto apego a las medidas de protección, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca y respeto a la sana distancia.

Se puede consultar la cartelera en la página oficial de la CNT: https://cnteatro.inba.gob.mx/cartelera.html y en sus redes sociales: @CNTeatromx.



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