A través de diez módulos, Buñuel en México nos permite conocer la historia detrás de las 21 películas mexicanas de Luis Buñuel. La exposición permanecerá en La Galería de la Cineteca Nacional, hasta el 30 de noviembre de este atípico año 2020
Un recorrido guiado por la voz del propio Luis Buñuel llega a La Galería de la Cineteca Nacional, la exposición ofrece una visión introspectiva a las producciones mexicanas de este heredero del surrealismo. La curaduría se divide en 10 módulos y abarca su llegada a México, la producción de algunos de sus más reconocidos filmes y su vida personal.
Buñuel en México es el segundo proyecto museístico producido íntegramente por la Cineteca, luego de que ¿Actuamos como caballeros o somo lo que somos? El humor en el cine mexicano, curada por Rafael Barajas “el Fisgón”, itinerara por más de dos años a lo largo de la Republica Mexicana. Además de este proyecto dedicado a la comedia nacional, La Galería ha albergado las exitosas exposiciones Stanley Kubrick: La exposición; México y Walt Disney: Un encuentro mágico; El arte de Coco; Hitchcock, más allá del suspenso, y Gaumont, desde que existe el cine.
Como ocurrió con todas ellas, en las salas de la Cineteca Nacional se llevaron a cabo actividades paralelas para acompañar a La Galería. La retrospectiva Buñuel en México se llevó a cabo del 1 de noviembre de 2019 al 2 de enero de 2020 e incluyó las 22 películas mexicanas del director, desde Gran Casino (1947) hasta Simón del desierto (1965). Asimismo, hubo una serie de conferencias que inició con la ponencia Buñuel, un surrealista en México, por Javier Espada, Director del Centro Buñuel Calanda. Entre los conferencistas participaron Iván Ávila, Busi Cortés, Laura González, Alejandro Pelayo e Ignacio Durán.
Buñuel en México esta dedicada a la memoria de su fallecido hijo, Juan Luis Buñuel, quien dedicó gran parte de su vida a difundir el trabajo de su padre.
Gran Casino, El gran calavera, Los olvidados, Susana, Si usted no puede, yo sí, La hija del engaño, Subida al cielo, Una mujer sin amor, El bruto, Él, La ilusión viaja en tranvía, Abismos de pasión, Las aventuras de Robinson Crusoe, Ensayo de un crimen, El río y la muerte, La Muerte en este jardín, Nazarín, Los ambiciosos, La joven, Viridiana, El ángel exterminador y Simón del desierto conforman el corpus mexicano de la filmografía del notable cineasta.
Luis Buñuel nació con el siglo XX, el 22 de febrero de 1900 en Calanda; una pequeña Villa en España. A muy temprana edad el genio mostró un espíritu inquieto, quería ser poeta, y cuando tuvo edad, se fue a una sofisticada residencia de artistas en Madrid donde se hizo amigo de Federico García Lorca y Salvador Dalí.
En 1921, vio una película del expresionista alemán Fritz Lang y en medio de la oscura sala, Luis Buñuel descubrió que lo que realmente quería hacer, era cine. Entonces se fue a Francia y dirigió, con financiamiento materno, su primera obra: Un perro Andaluz; un cortometraje en el que convergen sus sueños con los de Salvador Dalí.
Su carrera continuó con varios largometrajes y aunque sus extrañas películas se estaban haciendo famosas por Europa, cuando la Guerra Civil irrumpió en España no le quedó más remedio que subirse a un barco y exiliarse en América. Primero pasó una temporada en Estados Unidos, después llegó a México, inicialmente se iba a quedar tres o cuatro días, pero la propuesta de un productor argentino de dirigir Gran Casino le pareció lo suficiente atractiva para quedarse. Fue así como, de un día para otro, el artista reorganizó su vida y decidió vivir en este país y hacer películas comerciales para poder darle de comer a su familia.
Gran Casino fracasó estrepitosamente y durante los siguientes tres años, Buñuel vivió sin trabajo. Recibía dinero de su mamá y buscaba que se le abrieran las puertas. Este momento, para muchos biógrafos, fue muy importante para su vida porque, gracias a esas experiencias, se formó como cineasta.
Su suerte cambió cuando dirigió El gran calavera, un éxito en taquilla. La fama de esta cinta le permitió, años más tarde, al fin, hacer su obra maestra: Los Olvidados; un proyecto personal que nació de las visitas que Buñuel realizó al Tribunal para Menores en el otrora Distrito Feederal. Para realizarla, el español se internó 21 días en los barrios más populosos de la capital. Usó la Nonoalco, la Colonia Doctores y la Roma Norte como sus grandes locaciones.
Cuando se estrenó, Los Olvidados, hirió muchas susceptibilidades conservadoras, pero, tras ganar la Palma de Oro en Cannes, se volvió importantísima y le abrió muchas puertas al director. Debido al prestigio obtenido, tuvo absoluta libertad para filmar, tal como él quería, una veintena de películas en el país, para muchos, las mejores de su carrera. Cada pelícua es un eco de la Ciudad de México de mediados del siglo XX. De la poesía de sus calles, de sus templos y de su gente.
Escogió una ostentosa mansión blanca de Polanco, para filmar El ángel exterminador. Usó las viejas casonas de San Ángel para hacer tragedias sociales como Él o Una mujer sin amor. Filmó escenas en el misterioso campanario de la Catedral Metropolitana y fue a la Plaza de Coyoacán para capturar la fachada de la iglesia San Juan Bautista.
Instaló su casa en la Colonia del Valle, donde resguardó celosamente su intimidad. Fue aquí donde pasó sus últimos días, jugando cartas con sus amigos, hasta que expiró la noche del 29 de julio de 1983. Ese día murió un ser humano inteligente, imaginativo, que amaba el humor negro, y nació una leyenda.
México fue el país de adopción de Luis Buñuel, y también el lugar donde pudo dar rienda suelta a sus obsesiones como artista, las cuales quedan expuestas en Buñuel en México que aún se puede disfrutar en la Cineteca Nacional.
Mientras se recorre la muestra, la mayoría de los textos y pensamientos del propio Buñuel, recopilados durante el paso del tiempo, convertidos aquí, en una suerte de voz que surca la cabeza del espectador.
"No sabemos lo que hay en el fondo de la paranoia"; "El paranoico puede ser el hombre más cuerdo y razonable mientras no se le toque su punto flaco", puede leerse en algunas de las paredes de la galería de la Cineteca Nacional.
Si algo destaca en el cine de Buñuel es la capacidad de ahondar en los terrenos grises del ser humano, en las obsesiones y deseos subrepticios, por aquel entonces, poco explorados en el cine.
Una parte de la exposición se enfoca en exponer esas obsesiones a través de imágenes, textos y otros elementos.
Otro de los intereses del cineasta eran las imperfecciones, plasmadas a través de la diferencia física.
"Me gustan los enanos. Admiro su seguridad en sí mismos", puede leerse en una de las paredes de la exposición.
Otra frase presente en la muestra, también desafiante, es la del escritor mexicano Carlos Fuentes: "Los pobres no son forzosamente buenos y los ricos no son forzosamente malos (...) Buñuel enjuicia a todos los órdenes sociales al tiempo que libera nuestra percepción de los marginados, los deformes, los mutilados, los necrófilos".
Algunos objetos destacan por encima de otros en la exposición. Tal es el caso del crucifijo que se convierte en navaja utilizado en Viridiana. Otro es el guión de la película Él (1953) una de las más célebres del cineasta, la cual retrata la paranoia y la locura. También un bastón-espada perteneciente al cineasta o el visor que usó para componer los planos de muchas de sus cintas.
"Los objetos conducen a sus gustos, sus obsesiones, era un hombre de familia, siempre vivió en la misma casa, en la cerrada Félix Cuevas", comentó el titular del recinto, Alejandro Pelayo, sobre los objetos.
Sin duda, el objeto más valioso de la muestra es la Palma de Oro que ganó en Cannes. Después de Viridiana, se va a las ligas mayores, ya no vuelve a filmar en México. Pero es fundamental porque la etapa mexicana es la formativa, se hace cineasta en México.
BUÑUEL Y SU RELACIÓN CON PERSONALIDADES MEXICANAS
La parte final de la exposición abarca la relación de Buñuel con personalidades de las artes y la cultura mexicana. Silvia Pinal, con quien trabajó en Viridiana, El ángel exterminador y Simón del desierto, y el director Arturo Ripstein son algunos de ellos.
También hay fotografías de gigantes de la literatura y las artes escénicas como Julio Cortázar y Alejandro Jodorowski, quien desarrolló parte de su obra en México.
También se pueden ver cartas escritas por Octavio Paz dirigidas a Buñuel, quien, a pesar de haber nacido en España, siempre mostró su amor a México.
"Vine aquí forzado por las circunstancias. Pero he llegado a querer a México cuando lo he conocido. Por lo pronto, y comparado con el resto del mundo, se respira un clima de libertad, hay paz y uno puede dedicarse a su trabajo sin amenazas".
Para su realización, se contó con el apoyo de la Filmoteca Española, la Fundación Televisa y el archivo Héctor y María García, y con la colaboración de la familia Buñuel, a través del Luis Buñuel Film Institute en Los Ángeles, así como de amigos del cineasta, quienes facilitaron objetos y fotografías para su exhibición. Entre las más de 300 piezas que conforman este recorrido se encuentran carteles originales de sus películas, fotografías inéditas del acervo Juan Luis Buñuel, la Palma de Oro que Buñuel recibió por Viridiana (1961), el crucifijo-navaja de la misma película, fragmentos de cintas restauradas, reproducciones de vestuarios de El Jaibo, Viridiana y Robinson Crusoe, guiones con anotaciones del director y correspondencia.
La Galería de la Cineteca Nacional está abierta de martes a domingo, de 12 a 20h. (último acceso a las 19h).La entrada tiene un costo general de $30.00. Hay que verificar horarios porque, ahora, el COVID es quien manda.
* Todas las imágenes son cortesía de la Cineteca Nacional.