Estar en un set, era estar en el cielo. Por: Salvador Perches Galván
- eseperches
- 20 abr 2021
- 11 Min. de lectura

Elisa Lozano es la creadora absoluta de la excelente exposición El ingenio foto fílmico de Gilberto Martínez Solares. 70 años de creación, que se presenta hasta el 30 de junio en el Museo del Estanquillo.
Gilberto Martínez Solares nació el 19 de enero de 1906 en la Ciudad de México. Fue fotógrafo, guionista, director y productor. En la primaria conoció e hizo amistad con Gabriel Figueroa y Alejandro Galindo. Inició la carrera de Leyes, la cual interrumpió debido a un incorrecto diagnóstico médico, y se mudó a Los Ángeles, California para someterse a tratamiento. En esa época tuvo acercamiento a películas cómicas europeas y norteamericanas.

Autor: Gilberto Martínez Solares
Autorretrato. 1932.
Colección Adolfo Martínez Solares
En 1929 fundó dos estudios fotográficos con su hermano Raúl y Gabriel Figueroa en donde realizaban comerciales y asuntos de moda. Pero fue su interés por el cine lo que lo condujo a mudarse e instalar otro estudio en Hollywood, en el que fotografió a algunos de los grandes actores y actrices de la época, y después en París, donde fincó su residencia, recién casado con Diana Garza Cantú. En la ciudad luz Martínez Solares montó otro estudio fotográfico.
En Europa conoció a artistas como Pablo Picasso y al pintor japonés Fujita Tsugunaru, ello le dio la experiencia que le permitiría participar en el nacimiento de la industria cinematográfica mexicana a principios de los años treinta cuando vuelve a México y participa en la filmación de Santa (1931).

Platicamos con la investigadora fílmica, quien ha logrado concretar el sueño de volver a poner en la mira a una cineasta injustamente olvidado y poco valorado. Luego de un largo proceso, debes de estar absolutamente orgullosa y satisfecha con los resultados, cambió el objetivo, porque el primero era otro. Háblanos de la exposición.
Como bien dices, ha sido una investigación que ya tiene varios años, en la que he estado acompañada por Hugo Lara. Xóchitl Fernández, Eduardo de la Vega, Rosario Vidal, Roberto Fiesco, Héctor Orozco y Rafa Aviña, y Adriana García en la investigación.
La exposición es bastante grande, porque son muchos años. Abarcamos prácticamente toda la carrera de Don Gilberto Martínez Solares, desde su época de fotógrafo de estudio, que, creo, es de las partes más interesantes y menos conocidas; su transición a la cinefotografía y, a partir de 1938 y hasta los años 90 como director y autor de la mayoría de sus guiones, y eso se refleja en la exposición. Son 15 núcleos que van, más o menos cronológicos y temáticos.

Autor no identificado.
Magda Donato, Germán Valdés Tin Tan y Marcelo Chávez en El ceniciento (Gilberto Martínez Solares), 1951.
Plata gelatina
Colección Héctor Orozco.
Lo importante es que sí se vea y el público tenga claro que no nada más hizo las películas de Tin Tán.
Don Gilberto hizo comedia, melodramas, hizo dramas, cine de ciencia ficción, sexy comedias, hizo mucha comedia ranchera, hizo terror, prácticamente abarcó todos los géneros. Dice Carlos García Agraz que su generación siempre revisaba la filmografía de Martínez Solares porque era el único director que tenía una joya en cada género y creo que sí es verdad.
Autor de la mayoría de sus guiones, el prolífico realizador tuvo entre sus colaboradores a Emilio Fernández y a escritores tan relevantes como Rodolfo Usigli y Mauricio Magdaleno. Durante la llamada época de oro del cine mexicano, aportó obras fundamentales como Internado para señoritas (1943), El globo de Cantolla (1943), Resurrección (1943), Su última aventura (1946), Calabacitas tiernas (1948) o El rey del barrio (1950) protagonizadas por Mapy Cortés, Lupita Tovar, Emilio Tuero, Arturo de Córdova, Esther Fernández y Germán Valdés Tin Tan. En la exposición, se cubren, efectivamente, seis décadas en la historia del cine mexicano.
Exactamente, por eso le pusimos el subtítulo, son 70 años de creación, en el cine trabajo prácticamente 62 años. Pero él empezó en el mundo de la fotografía, años antes, desde muy jovencito, por eso son 70 años. Y creo que es importante como él va construyendo esta mirada, por ejemplo, la formación como fotógrafo de estudio le da un bagaje al futuro cinefotógrafo y director, porque sabía perfectamente de iluminación, sabía como componer el cuadro, sabía elegir muy bien los ángulos que favorecían a los actores y las actrices. Cuando se hace cinefotógrafo, va poniendo eso en práctica y toma una mirada muy personal cuando empieza a dirigir. Si analizas, por ejemplo, El rey del barrio, los movimientos de cámara, las tomas, son una maravilla, no nada más es la actuación de Tin Tán, hay toda una composición.

Autor: Gilberto Martínez Solares.
Adela Jaloma, actriz y torera, 1934.
Colección Mil Nubes – Foto (Roberto Fiesco).
Las películas de Mapy Cortés, por ejemplo, que son sus primeros éxitos, son películas que tienen altos valores de producción, tenía a los mejores coreógrafos y coreógrafas, porque él, en los años 30 los había retratado. El hizo un registro de figuras que renovaron la danza mexicana desde los años treinta, y muchos de ellos y de ellas, son sus coreógrafos en las películas de Mapy. O Armando Valdés Peza, el diseñador de vestuario más importante de la historia del cine mexicano, empezó con don Gilberto en Yo bailé con don Porfirio, antes de vestir a María Félix en El Peñón de las ánimas. Obviamente sus hermanos Raúl y Agustín que también eran maravillosos y habían empezado con él en el foto estudio, son sus cinefotógrafos, entonces también hay un entendimiento, y eso se ve en las películas. Trabaja con los mejores escenógrafos: Jorge Fernández, Gunther Gerzso, Manuel Fontanals, creo que eso también le da una gran riqueza a sus películas, además de los argumentos.

Autor no identificado.
Mapy Cortés y José Cibrian, protagonistas de El globo de Cantolla, Gilberto Martínez Solares, 1943.
Revista Novelas de la pantalla, 25 de diciembre de 1943.
Archivo Fílmico Agrasánchez.
Y eso le da una gran riqueza a la exposición, porque vemos bocetos, fotografías, muchos videos, testimonios, fragmentos de películas, vestuario, documentos. fotografías de gran formato, postales. La exposición es, en términos visuales, y en términos de información, muy, muy rica.
Martínez Solares debutó como fotógrafo en 1935 en la película Rosario (1935), y, entre 1936 y 1938 fotografió otras ocho películas, entre ellas Así es la mujer (1936), de José Bohr, Adiós Nicanor (1937), de Rafael Portas y México lindo (1938), de Ramón Pereda. Debutó como director con El señor alcalde (1938).
Su filmografía destaca por dirigir a actores cómicos como Clavillazo, Resortes, Viruta y Capulina, Piporro, y Tin Tán, con quien filmó Calabacitas tiernas (1948), El rey del barrio (1949), La marca del zorrillo (1950), y El bello durmiente (1952), por ello es considerado el director de comedia más importante del país.

Autor: no identificado
Cartel original de la película Chanoc y las tarántulas, Gilberto Martínez Solares, 1971.
Colección Mil Nubes – Foto (Roberto Fiesco).
Elisa Lozano retoma la palabra. Tenemos una suerte de postales, que el maestro Juan Antonio de la Riva les llama Heraldos, porque dice que te anunciaban la película, son muy bellos. Además, de que vas viendo cómo va cambiando la sociedad mexicana a lo largo de la exposición, y los temas y los géneros del cine mexicano. También vamos viendo la gráfica de los artistas que ilustraron, o qué hicieron la publicidad para sus películas. Tenemos, obviamente, al Chango García Cabral, a Francisco Rivero Gil, o sea, lo mejor del diseño y de la Ilustración estaba también en este cine, y creo que eso enriquece mucho a sus películas y a la exposición. Don Gilberto, con una imaginación y una capacidad increíble, podía tomar Resurrección, de Tolstoi, y adaptarla al ámbito mexicano, o adaptar Chanoc. Entonces te habla de una mente totalmente imparable.

Era un hombre muy culto, don Gilberto era un hombre cultísimo. Su hija Malú siempre nos decía que su biblioteca era suculenta. Era un hombre que leía muchísimo y también eso se nota, por ejemplo, en el núcleo de las fuentes literarias en el cine de Martínez Solares, que curo Eduardo de la Vega, lo que el leía, y esa capacidad de adaptarlo y llevarlo a la pantalla, y este conocimiento de las obras y del lenguaje cinematográfico.
Por ejemplo, a Resurrección le fue muy bien en México y en Estados Unidos, es de las mejores adaptaciones de esa novela.
Como parte de las actividades paralelas de la exposición, de los módulos se desprenden charlas, conversatorios con sus respectivos curadores, lo cual enriquece, aun mas, la magnífica exposición.

Autor: Manuel Palomino. Santo enfrenta al Vampiro (David Alvizu), al Cíclope (Gerardo Zepeda Chiquilín), a Frankestein (Manuel Leal), al Hombre Lobo (Vicente Lara Cacama) y a la Momia (Fernando Rosales) en una escena de Santo y Blue Demon
contra los monstruos. 1969. Archivo Documental Héctor Orozco.
En 62 años la cantidad de figuras que pasaron por su dirección, es muy numeroso, vemos desde Mapy, Arturo de Córdova en aquel maravilloso final metacinematográfico; en una secuencia aparece nuestra recién desaparecida símbolo sexual de México Isela Vega; la India María; Tin Tán; El Santo. Los grandes iconos de la cinematografía mexicana están aquí presentes.
Sí llegamos hasta Juan Gabriel, por ejemplo. El apadrinó el debut de Miroslava, de Abel Salazar, de Carmen Montejo, de Rita Macedo, de grandes, grandes figuras, muchas de ellas en el marco de la época de oro del cine mexicano.
Como parte de la revaloración al gran hombre de cine que fue Martínez Solares, en el 2020, como parte de la 18ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, se presentó la exposición fotográfica Hasta que el cuerpo aguante, dedicada a Gilberto Martínez Solares, en el Andador Hidalgo de la Plaza Benito Juárez. La exposición estuvo compuesta por 23 módulos y 46 imágenes del archivo de Fundación Televisa.
Uno de los más grandes legados del fotógrafo, guionista, productor y director Gilberto Martínez Solares, una de las figuras más importantes de la Época de Oro del Cine mexicano fue la vasta filmografía que realizó junto a Germán Valdés, Tin Tán, pero no hay que olvidar que trabajó con personalidades como Gabriel Figueroa y los directores Alex Phillips y Antonio Moreno.

Autor: Isaías Corona Villa
Ramón Vallarino y Alma Lorena en Hombres del aire, Gilberto Martínez Solares, 1939.
Filmoteca de la UNAM
Hay un gran desconocimiento en torno a la gran trayectoria de este hombre de cine, Don Gilberto una figura lamentablemente no reconocida en todo lo que vale.
Fíjate que sí. Fue reconocido, por ejemplo, en los años 40 con sus grandes éxitos de Mapy, la dupla con Tin Tán, por supuesto. Pero creo que no se le ha hecho justicia, y ese es el objetivo fundamental de esta exposición, y fue lo que nosotros vimos cuando empezamos a hacer el proyecto, que primero, queríamos, fuera un libro, con este fabuloso grupo de investigadores. ¿Cómo es posible que no hubiera un solo libro de Don Gilberto?, cuando tres de sus películas siguen estando entre las mejores de la historia del cine mexicano. Porque todavía el año pasado otra vez se conjuntaron los críticos, los de esta generación, y otra vez están, entre las cien mejores: El rey del barrio, Calabacitas tiernas y El Ceniciento, es un clásico, y no sé por qué, no se le ha reconocido. Lo decía Don Gilberto, que los críticos lo vapuleaban a más no poder, y creo que es injusto.

Autor: Ernesto García Cabral
Cartel de la película El Rey del barrio, Gilberto Martínez Solares, 1949.
Archivo Fílmico Agrasánchez.
Exploró temáticas y estéticas variopintas con El Santo, Blue Demon, Juan Gabriel y María Elena Velasco La india María, con quien logró históricos éxitos de taquilla. En las décadas de 1980 y 1990 incursionó en las llamadas “sexy comedias”, para acercarse al “nuevo cine mexicano”, en la cinta Crisis (1998), filmada poco antes de morir. Podemos apreciar muchos giros, no mantuvo una línea, incursionó en muchos géneros, en muchas formas.
Claro, también por los cambios mismos de la industria, afirma Lozano, obviamente le tiene que entrar a todo, por eso, lo mismo hace de luchadores, que de terror, ciencia ficción, en sus últimos años hace las llamadas sexy comedias, también aborda temas como el narcotráfico. Tiene una película que se llama La banda del polvo maldito, él se va adaptando a los géneros, pero lo que es impresionante, es que conectaba muy bien con el público, él sabía muy bien lo que el público quería y sigue teniendo éxito. Como dice García Agraz, hay una joya en cada género y hay películas buenas, malas, regulares, joyas, de todo, porque además, él era un director que lo contrataban las productoras, era muy eficiente, con mucho oficio, nunca se pasaba de los días de rodaje.
Hizo como 170 películas, entre las que dirigió, las que fotografió, y documentales, porque también hizo documentales. Cuando empezó como cinefotógrafo, le toca esta época del cardenismo que hacían muchos documentales, entonces hace documentales, hace cortos, son como 170 en total.
Siempre innovador, creó la disruptiva cinta Satánico Pandemónium, abordada por el director como un título más en su prolífica filmografía. El proyecto comenzó a gestarse cuando el productor, Jorge Barragán, entregó cuatro páginas con la historia a su amigo, e hijo del director, Adolfo Martínez Solares, quien accedió a escribir el guion a cambio de que la dirigiera su padre.
A partir de la escabrosa novela gótica El monje, de Matthew Lewis, la película muestra escenas que en su época resultaron sorprendentes y escandalosas, sobre todo los numerosos desnudos protagonizados por Cecilia Pezet, Sor María, quien en uno de sus delirios imagina a todas las monjas poseídas y danzando desnudas, en una especie de Sabbath. No sorprende averiguar que el director de Satánico Pandemónium reclutó prostitutas para interpretar a algunas de las monjas en estas escenas finales del filme.

Es una gente que aportó mucho a la industria fílmica mexicana.
Así es. Hicimos muchas entrevistas, nos comparte Elisa Lozano, y todo mundo dice que era, tan buena persona, que era un hombre tan educado, que generaba un ambiente en el set, muy agradable. Y eso a mí me conmueve muchísimo, independientemente de lo que yo admire su obra como cineasta, era un buen ser humano, y esta pasión que tenía por el cine, decía Malú que su papá siempre decía, que, para él estar en un set, era estar en el cielo y eso es muy conmovedor.
La exposición se inauguró el 6 de marzo, y va a estar hasta el 30 de junio. Hay tiempo para que la gente venga con calma, que no se hagan aglomeraciones, por supuesto están todos los protocolos de seguridad, porque seguimos en pandemia.
El museo es muy estricto con ello, está solo abierto al 20% de su capacidad, y creo que es un buen momento para venir en familia, creo que puede gustarle a la gente joven también, está como para todas las edades. Obviamente de mi generación para arriba, que ya vimos este cine o más grandes, que les tocó estas películas de los años 50 y la época de oro, creo que es muy disfrutable.
En 1978 junto con Adolfo Martínez Solares, su hijo, Santos y Alejandro Soberón, fundó la Compañía Cinematográfica Frontera Filmas, S.A. En la entrega del Ariel de 1994 recibió el Reconocimiento del Instituto Mexicano de Cinematografía por su carrera cinematográfica.

Continua la curadora… la exposición fluye, de manera natural y muy gozosa, y eso es obra de los museógrafos, Olivier Jara y Francisco Rivas, que nos apoyaron para que todo fluyera y hubiera un equilibrio. Que no hubiera salas muy saturadas y otras donde no hubiera nada, porque, como es muy potente la gráfica, si había que ser muy cuidadosos para no abrumar.
Hay que resaltar que fue muy difícil trabajar en pandemia, ha sido un triple esfuerzo, por eso me ves tan contenta, porque, ¡por fin lo logramos!. No ha sido fácil empezamos a trabajar hace 1 año, teníamos que haber inaugurado en julio del 2020 y pudimos inaugurar hasta marzo, y también hay que destacar el esfuerzo y buena voluntad, obviamente, de Henoc de Santiago, el director del Museo del Estanquillo y todo su equipo fantástico, trabajé muy a gusto.
De los propietarios de las colecciones particulares: Filmoteca de la UNAM, que aportó muchas piezas, Cineteca aporto piezas y nos restauraron material; fundación Televisa; Roberto Fiesco, que aportó más de 100 piezas; actrices como Erna Martha Bauman, que también nos prestó material. Obviamente la familia Martínez Solares, Malú y Adolfo, que aportaron muchísimo material de su papá desde joven; los sobrinos, los Martínez Solares Piña, que también nos prestaron; la sobrina Liliana Martínez, las familias Martínez Solares, que son como cuatro, aportaron muchísimo material. Y, reitero, trabajaron en plena pandemia, la verdad, sólo gracias a la buena voluntad de todos los custodios de los archivos, porque si no, no hubiéramos podido lograrlo.
Con una carrera de setenta y cinco años en el cine, falleció el 18 de enero de 1997, siendo uno de los directores más prolíficos de la industria cinematográfica mexicana.
El ingenio foto fílmico de Gilberto Martínez Solares. 70 años de creación, explora más de 150 cintas dirigidas por el también fotógrafo y cinefotógrafo. Muestra cerca de 700 piezas entre fotografías, carteles, bocetos, vestuario, guiones, memorabilia, fragmentos de películas y recuerda la cinefilia de Carlos Monsiváis y sus apreciaciones sobre el cine mexicano.
Esta exposición pretende saldar una deuda histórica con Gilberto Martínez Solares, considerado un extraordinario fotógrafo, un genio de la comedia y un pilar de nuestra cinematografía. La magna exposición se podrá visitar hasta el 30 de junio.
Museo del Estanquillo. Isabel La Católica 26,
Centro Histórico, CDMX. Metro Allende



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