Eso que pasaba allá es justamente lo que pasa aquí, hoy. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.
- eseperches
- 17 abr 2022
- 16 Min. de lectura
Actualizado: 18 abr 2022

En el teatro épico de Brecht se alcanzó una síntesis artística.
Luis De Tavira
Además de ser uno de los dramaturgos más destacados e innovadores del siglo XX, cuyas obras buscan siempre la reflexión del espectador, Bertolt Brecht trató también de fomentar el activismo político con las letras de sus lieder (canciones), a los que Kurt Weill puso la música.
Durante la Primera Guerra Mundial comenzó a escribir y publicar sus obras, desde 1920 frecuentó el mundo artístico de Múnich y trabajó como dramaturgo y director de escena, conoció a Frank Wedekind, Karl Valentin y Lion Feuchtwanger.
En 1924 se trasladó a Berlín, donde trabajó como dramaturgo a las órdenes de Max Reinhardt en el Deutsches Theater. En 1926 comenzó a interesarse con mayor intensidad por el marxismo, y desde 1930 estrechó sus contactos con el Partido Comunista Alemán. Tres años más tarde, la ascensión del nazismo forzó su salida del país. El 28 de febrero de 1933, un día después de la quema del Parlamento, Brecht comenzó su camino hacia el exilio, tras una breve temporada en Austria, Suiza y Francia, marchó a Dinamarca, donde se estableció con su mujer, Helene Weigel. En 1935 viajó a Moscú, Nueva York y París, donde intervino en el Congreso de Escritores Antifascistas, suscitando una fuerte polémica.

Iniciada la Segunda Guerra Mundial, y temiendo la ocupación alemana, en 1939 marcha a Suecia, en 1940 a Finlandia, país del que tuvo que escapar ante la llegada de los nazis; y en 1941, a través de la Unión Soviética, a Santa Mónica, en Estados Unidos, donde permaneció seis años, viviendo de escribir guiones para Hollywood. En 1947 se llevó filmó Galileo Galilei, con muy poco éxito, a raíz del estreno de la película, el Comité de Actividades Antinorteamericanas le consideró elemento sospechoso y tuvo que marchar a Berlín Este (1948), en donde, junto con su esposa Helene Weigel, fundó en 1949 el célebre Berliner Ensemble, y se dedicó exclusivamente al teatro.

La obra de Brecht, la inmensidad de su dimensión poética y de su poderosa dramaturgia, están señaladas por la atrocidad histórica que comprende a éste y al siglo que le precede. Como la de pocos, la suya es la voz que se levanta para denunciar los tiempos difíciles. Por eso su vigencia resulta escandalosa.
Luis De Tavira
Desde muy joven, Brecht escribió sobre la guerra de forma incomparable, era especialmente sensible al tema y estaba en contra de las injusticias sociales que la guerra genera.
En varias de sus obras y poemas, Brecht satiriza los motivos mezquinos de las altas esferas del poder, poniendo en evidencia su incompetencia para administrar los recursos económicos, reservando partidas para el incremento de la fuerza militar. Estar en medio de una guerra, ser víctima de persecución, tener que alejarse de lo conocido, vivir como fugitivo en tierras desconocidas, propicia que la guerra se vuelva un tema personal para el dramaturgo alemán. En este contexto bélico Brecht plasma los estragos de la guerra, en la sociedad, y escribe Madre Coraje y sus hijos. Crónica de la Guerra de los Treinta años. Obra en la que hace una descripción cruda de cómo afecta a una familia en particular, una de las guerras más devastadoras que tuvo lugar en Alemania.

¿Cuáles son las causas y consecuencias que tuvo este conflicto bélico, que generó incontables injusticias para el pueblo debido a la indolencia de los gobiernos involucrados?.
La guerra de los treinta años fue producto de un conflicto en la interpretación del cristianismo, entre protestantes y católicos. La iglesia ocupó un papel preponderante, donde el papa y sus hijos gobiernan de manera deshonesta, con intrigas y amenazas. El movimiento despierta, debido a que el monje agustino, Martin Lutero, se manifiesta contra la corrupción que había en la iglesia, redactando noventa y cinco tesis en las que expone, las actitudes que la iglesia tenía y las ventajas económicas, que representaban las bulas (indulgencias eclesiásticas).
También se encarga de traducir el nuevo testamento al alemán, la biblia solo era accesible a algunos pocos, que hablaban latín. El estilo enérgico de Lutero, tiene gran influencia en la sociedad alemana. Sus textos religiosos inspiran una revolución.
La reforma en contra de la iglesia, da inicio a las revueltas contra el poder y el clero. El pueblo se levantó en armas y es sometido y asesinado brutalmente por el poder. Esta ideología se extiende por todas partes en Europa y comienza a tener seguidores, aristócratas que se aprovechan de la situación y el espíritu de lucha de su pueblo. La reforma implicó también un nuevo reparto de poder.

El fenómeno Brecht no se explica solo, ni nombra solamente la obra y la proposición de un solo arista, sino que en él se nombra la virtud que alcanzó a ser la suma de las muy diversas tendencias de un impulso artístico destinado a provocar la transformación teatral más profunda de los últimos 300 años.
En el teatro, Bertolt Brecht se convirtió en el líder de la renovación.
Luis De Tavira
En 1546, había ejércitos protestantes peleando contra ejércitos católicos para derrocar a sus respectivas iglesias e imponer su ideología. Con la derrota de los príncipes protestantes en Augsburgo, se firma un tratado de paz, el cual implicaría que los ciudadanos tuvieran que someterse a la fe de su nuevo gobernante: católico. El pueblo no tiene voz, en ese momento el rey y el estado imperial representan la más alta esfera de poder. Después de varios intentos por conciliar a los protestantes con los católicos y con más matanzas propiciadas por ambos bandos, como La matanza de la Noche de San Bartolomé. Se desata la guerra de los treinta años en 1618.
A partir de esto, la unión protestante reúne a sus tropas en Bohemia, mientras el emperador Fernando I lucha por el catolicismo. No existía algo similar a un ejército del estado, así que decide contratar a Albrecht Wallenstein, quien forma un ejército de mercenarios y pelea una guerra por dinero.
Las consecuencias son catastróficas. Durante décadas se desatan conflictos sangrientos en diferentes partes de la nación. Los soldados, mercenarios, peleaban por dinero. Se aseguraban de cobrar a tiempo, y si no lograban su cometido, eran capaces de cambiarse de bando. Asesinos inclementes que solo roban, matan y saquean al pueblo.

La guerra se alimenta de la guerra, se convierte en un negocio, y los campesinos quedan a su merced. Teniendo menos probabilidades de vivir que los soldados, los civiles se presentan a hacer servicio militar para sobrevivir. No hay cuidados médicos, los heridos tienen pocas posibilidades de sobrevivir, pero eso sigue siendo mejor que morir de hambre o ser asesinado en su propio pueblo.
Los enfrentamientos arrasan el sur de Alemania y Bohemia hasta que en 1648 la gente comienza a hartarse de la cacería. Francia y Suecia son las potencias restantes y garantizan el fin de las hostilidades. Firman la Paz de Westfalia tras treinta años de guerra. Pero el tratado no trae la paz. Los mercenarios siguen en los pueblos, así que la paz no llega hasta que todos se retiran y eso tiene lugar hasta 1650. El costo de la guerra, fue la destrucción de un continente.

Bertolt Brecht escribe Madre coraje mientras el pueblo alemán transita la Segunda Guerra Mundial. Huyendo de las represalias contra los comunistas, del asesinato brutal y las torturas inhumanas, conociendo el contexto de la guerra de los treinta años, no es difícil la comparación que el dramaturgo logra con la situación en ese momento, pueblos vecinos que eran bombardeados por intereses de unos cuantos.
Brecht decide tomar un hecho histórico y produce un relato íntimo acerca de la putrefacción que hay alrededor de los que sólo tienen como opción, contemplar como la guerra se lleva todo lo que tienen.
Brecht hace énfasis en el carácter mercenario de la guerra, a través de desesperadas actividades de madre coraje. Brecht plantea un personaje que le hace frente a la guerra y que saca el mejor provecho de lo poco que tiene. Muestra como la batalla del pueblo es silenciosa, porque la lucha por sobrevivir siempre es callada y le da voz al pueblo alemán que está hundiéndose cada vez más en la guerra.
Madre Coraje fue estrenada en 1941 en Zurich, Therese Giehse fue la encargada de protagonizarla. La obra se representó en medio de la guerra y el impacto que tuvo fue enorme entre el público, que admiraba la fortaleza de madre coraje y su estremecedora vitalidad.
La mayor parte del público que asistió a las primeras representaciones, eran alemanes que huían de Hitler lo que consolido el éxito contundente de la obra, gracias a la situación de vida de la audiencia, el mensaje resonó con más fuerza y los objetivos de Brecht se lograron mediante una dramaturgia que estaba diseñada para estimular la reflexión del papel de la sociedad en medio de un conflicto de intereses.

En noviembre de 1978, se da el primer encuentro entre el maestro Luis De Tavira y Brecht a través de La honesta persona de Se-Chuan, que se presenta en el Teatro de la Ciudadela. La pareja artística da muchos frutos a posteriori, a lo largo de varias décadas:
En 2001 en el Teatro Julio Castillo monta Santa Juana de los mataderos, escrita para ''celebrar" a su paródica manera el quinto centenario de Juana de Arco, nunca representada en vida del autor. Es un texto de laboratorio, actualizada a los mataderos de Chicago en los tiempos de Brecht, que intenta romper con el romanticismo alemán, y es uno de los textos de Brecht más analizados. 1930, el año de su creación, es el año de la crisis económica, pero también de la crisis social alemana, la subida del nazismo, el desconcierto de la clase obrera y la traición de la burguesía: la obra refleja el momento.
Marina de Tavira, Rodolfo Guerrero, Antonio Zúñiga, Raquel Seoane, Blas Braidot, Gilberto Barniza y Joaquín Cossío, entre otros, la interpretaron.
El círculo de cal producida por la Compañía Nacional de Teatro, de la que era director artístico, sube a escena en 2013. En esta obra, comenta de Tavira, aparece una mujer que se construye a sí misma como madre y en el momento de la máxima expresión de amor por su hijo, manifiesta que no desea que su hijo sea rico porque quiere su felicidad y porque en sentido profundo y verdadero, ningún rico podrá ser feliz mientras exista tanta miseria y desigualdad. He aquí un discurso verdaderamente renovador que merece el compromiso de nuestro entusiasmo teatral. Es urgente decir lo que clama esta obra: solo los bondadosos son realmente fuertes.
Cuatro años más tarde, en 2017, el maestro De Tavira dirigió por primera, y única vez, a la compañía estable de Carretera 45 Teatro y a vecinos de la colonia Obrera en una interpretación libre de Antonio Zúñiga y del propio De Tavira a La boda de los pequeños burgueses, en una versión barrial del original de Brecht. La fiesta de boda a la que llegan invitados inesperados, se convierte en un desastre, entre muebles rotos y carteras robadas.
En este 2022 celebrando 19 años de Telón de Arena desde su fundación como compañía de teatro, Luis De Tavira pone en escena Madre Coraje y sus hijos.

Es la guerra de los treinta años. Eso que pasaba allá es justamente lo que pasa aquí, hoy: una guerra permanente convertida en normalidad. La perspectiva elegida es la de los conminados a sobrevivir semejante estado de cosas. La guerra como costumbre, como origen oculto de la desigualdad. La traficante Anna Fierling mejor conocida como Madre Coraje, se encuentra en el apogeo de su carrera comercial; empuja un remolque como se empuja el carro de la historia. Esa guerra de la que saca provecho le quitará al mismo tiempo lo más preciado: sus hijos. Miles han muerto en la carnicería, los lobos rondan por las aldeas calcinadas. Madre Coraje debe seguir sola su camino; aún falta mucho tiempo para que la guerra termine. Sucesos lejanos que referirán a los rasgos de la realidad actual de los espectadores mexicanos: el crimen organizado, las guerras de los cárteles, el negocio violento de los sicarios, los tratantes, los secuestrados, el tráfico de armas y los feminicidios.
Luis de Tavira
El teatro, para el dramaturgo y poeta alemán, debe mostrar no sólo lo que sucede en la actualidad, sino ante todo por qué sucede, ya que sólo de este discernimiento puede surgir el reconocimiento de la peripecia que afirma la ley de la historia que llamamos cambio, y al afirmar el cambio, el teatro puede devolvernos la esperanza.
Bertolt Brecht “aterrizó” en tierras mexicanas el 12 de diciembre de 1943 cuando, en el Teatro del Sindicato Mexicano de Electricistas se estrena, en alemán, La ópera de los tres centavos, a cargo del Club Heinrich Heine, comunidad de exiliados germanos en nuestro país, dirigida por Steffanie Spira. Pasaron muchos años para que volviera el mismo autor, y la misma obra a escenarios locales, Carlos Morelli y Ernst Roemer estrenan en el Teatro del Musico la primera producción mexicana de La ópera de los tres centavos en abril de 1957.
En marzo de 1960 el renovador de la escena mexicana, Héctor Mendoza, presenta Terror y miserias del tercer Reich en el Teatro Orientación, y en septiembre del mismo año Nancy Cárdenas debuta como directora al montar El señor Puntilla y su criado Matti, en el Teatro de la Universidad. Tres años más tarde el célebre Seki Sano monta Un hombre contra el tiempo, que forma parte de la programación de teatro del IMSS correspondiente a 1963.

En febrero de 1964 Brecht vuelve a la cartelera vía La buena persona de Sezuan, dirigida por el maestro Mendoza, con escenografía de Arnold Belkin, las representaciones se llevan a cabo en la Casa del lago, con un elenco inmejorable: Angelina Peláez, Mario Casillas, Adrián Ramos, Manuel Ojeda, Eduardo López Rojas, y en el reparto aparecen, un director, el gran Julio Castillo, y el dramaturgo Jesús González Dávila, que, en la recta final de la vida de Castillo realizaron la inolvidable …de la calle.
El 7 de agosto de 1965 Ludwig Margules, al frente de la compañía de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, presenta, en el posteriormente llamado Teatro Carlos Lazo, El circulo de tiza caucasiano.
Ignacio Retes vuelve a Brecht con Galileo Galilei, que levanta telón el 19 de agosto de 1967 en el Teatro Jiménez Rueda; el 27 de abril de 1968 regresa El alma buena de Se-Chuán, dirigida por Xavier Rojas en el Teatro Hidalgo.
El 3 de marzo de 1974 se estrena en México Santa Juana de los mataderos, que significa el primer encuentro de la Compañía Nacional de Teatro de nuestro país con el célebre dramaturgo alemán. La puesta en escena es de Alejandro Bichir y se presenta en el Teatro Jiménez Rueda. Dos años más tarde se repite la dupla Brecht CNT, y es Marta Luna la responsable de montar La irresistible ascensión de Arturo Ui.
En 1977 regresa La ópera de los tres centavos, en medio de conflictos sindicales entre los actores. Marta Luna dirige a histriones disidentes, miembros del Sindicato de Actores Independientes: Gonzalo Vega, Blanca Sánchez, Enrique Alonso “Cachirulo”, Martha Ofelia Galindo y Rosenda Monteros, entre otros muchos. La Federación Teatral aliada de la ANDA, retira a su personal para el estreno, el 29 de septiembre, en el Salón Fru Frú, en respuesta, Joaquín Cordero, Rafael Llamas, Gloria Marín, Beatriz Sheridan, Rafael Banquells, Luz María Aguilar, Regina Torné y Héctor Gómez, entre otros, afiliados al SAI, desempeñan las labores de taquilleros, acomodadores, técnicos, utileros y tramoyistas, logrando que la función se desarrolle sin problemas. La temporada fue un éxito.
En noviembre de 1978, vuelven el maestro de Tavira y La honesta persona de Se-Chuan (Nótese que la misma obra tiene variantes en su título en sus diferentes temporadas) que se presenta en el Teatro de la Ciudadela.
El 31 de julio de 1980 Raúl Zermeño estrena La boda, basado en Die Kleinburgerhochzeit, que marca el arranque del Foro Teatral Veracruzano.
En septiembre de 1986 el Teatro Carlos Lazo vuelve a albergar a Brecht con La ópera de los tres centavos, dirigida por José Caballero.
El Colectivo Teatrosinparedes A.C. una sólida referencia de la escena mexicana, en varias ocasiones ha montado al célebre dramaturgo alemán
El que dijo sí/no, en 2011; La excepción y la regla, en 2006 y Un hombre es un hombre, en 2001.
La panadería, laboratorio actoral sube a escena en agosto de 2017, inspirada en Der Brotladen, obra inconclusa y poco explorada de Bertolt Brecht, Octavio Michel, director residente de la Compañía Nacional de Teatro y autor de la versión, invitó al espectador a ser testigo del proceso en que los actores se transforman en personajes, así como la escenografía, los telares y cada elemento sobre el escenario. A telón abierto y con las varas de iluminación a la vista, los actores y técnicos involucrados transitaban de un lado a otro de la escena frente al espectador que observará una acción progresiva, hasta conocer la situación en la que se encuentran la señora Queck, sus siete hijos y un grupo de hombres de a pie.
La panadería une al actor y al técnico teatral en un mismo elenco de modo que “el teatro” sea el personaje que cobra vida a partir de todos y cada uno de los elementos que lo componen, incluido el público.
Sus personajes están conscientes de la realidad, pero son incapaces de modificarla, ya sea por el abrumador contexto o por la situación inmediata en que se encuentran. Los individuos brechtianos no son “buenos” o “malos”, aunque haya opresores y reprimidos como parte del carácter dialéctico de su obra.
Es necesario mencionar que, gracias a festivales, como el Internacional Cervantino o el extinto Gran Festival de la Ciudad de México, nos han visitado compañías extranjeras mostrando sus lecturas a Brecht, entre las que destaca, por supuesto, la Berliner Ensamble, creada por el propio Brecht, que en octubre de 1997 presentó La irresistible ascensión de Arturo Ui, dirigida, nada más y nada menos, por Heiner Müller.

El espectáculo de la actualidad mexicana no podría imaginarse más atroz. Ya no es sólo el sanguinario mecanismo del hombre convertido en lobo del hombre, sino que se ha vuelto contra la naturaleza misma, contra la tierra, contra el bosque, contra los ríos. La voracidad capitalista es el suicidio de la humanidad. La alienación alcanza a hipotecar hasta el futuro de los que aún no han nacido.
Brecht llega a la formulación de su teatralidad en pleno ascenso del fascismo y el nazismo siendo un hombre de izquierda comprometido y además casado con la gran actriz judía Helene Weigel. Él quería seguir haciendo su teatro y denunciar su postura frente a la censura, la intolerancia, la persecución, la violencia y el asesinato. Fue un hombre que tuvo que huir toda su vida. Llegó a Estados Unidos y fue expulsado por el macartismo, por lo mismo sabía las estrategias para decir la verdad mediante otro realismo.
Esta pieza proyecta la crudeza de sucesos lejanos que intentarán referir los rasgos de la realidad actual: el crimen organizado, las guerras de los cárteles, el negocio violento de los sicarios, los tratantes, los secuestrados, el tráfico de armas y los feminicidios.
Anna Fierling, parece oportunista, cínica, segura de sí misma, pero son cualidades que hacen parte del contexto de la guerra, para la cual va cambiando de bandera. Su única meta es sobrevivir y ofrecer amparo a sus tres hijos. Lamentablemente Madre Coraje resulta de una aplastante actualidad, más aplicable a la historia de época contemporánea, dado que la guerra es un elemento persistente en múltiples pueblos del mundo.
En un mundo dominado por la crueldad y la violencia se confunde la supervivencia de su propio negocio con la de su propia familia. La obra no sólo se pronuncia contra la guerra sino contra quienes apuestan por un sistema de vida en el que prime el dinero, aún a costa de sacrificar su propio bienestar y el de sus seres más queridos.
Al final, la usura de Anna Fierling se impone sobre su amor materno y termina cobrando la vida de sus tres hijos.

Finalmente, este es el historial de Madre coraje en escenarios nacionales, lista en la que si son todas las que están, pero seguramente no están todas las que son, y cualquier omisión es totalmente involuntaria .
En noviembre de 1963 Ignacio Retes estrena Madre Valor, (suponemos que trata de la misma obra que ahora nos ocupa, con otro título) puesta en escena que significa el retiro de María Teresa Montoya de las tablas, luego de más de 50 años de actividad teatral.
Heroica se estrena en mayo de 1976. En esta Mutter Courage bonaerense de Osvaldo Dragún, los hijos de esta Madre Coraje inspirada por Brecht, vuelven tal como ella había soñado: ricos. Julio Castillo tuvo hallazgos magníficos al lado de sus actrices y actores Ofelia Guilmáin, Octavio Galindo, Dolores Beristáin, entre otros.
Guilmain, vuelve a protagonizar, en septiembre de 1991, acompañada de Germán Robles, Madre Coraje, dirigida por Gerald Huillier, en el Juan Ruiz de Alarcón de la UNAM.
En septiembre de 2010, en Ciudad Juárez, Chihuahua, Antonio Zúñiga la adoptó para el público infantil haciendo una versión muy contemporánea sobre las relaciones madres e hijos, Mamá corazón de acero, dirigida por Rodolfo Guerrero, adicionándole diversos aspectos de la vida del autor montados en un ambiente de la Segunda Guerra Mundial.
Norma Angélica interpreto a Madre, acompañada del también adaptador del texto Antonio Zúniga.
En septiembre de 2014 se monta en la UNAM en una adaptación que ubica la trama en el México revolucionario de los primeros años del siglo XX, en formato de Teatro de revista, el resultado: un desastre. En la parte actoral destacó Alejandra Ley, quien pese a su juventud sacó muy dignamente a su Madre coraje. Iona Weissberg fue quien eligió ese camino de hacer aquella madre muy mexicana, contextualizando la obra en la guerra contra el narcotráfico, recurriendo a la carpa y al cabaret, trasladando los personajes alemanes a arquetipos mexicanos y hace que Madre Coraje cantinflee, cante corridos y baile ritmos de nuestro folclor.
Tras la comprobación de sus hipótesis escénicas y frente a la progresión regresiva de la escalada alienadora de los medios masivos que han convertido al mundo en el supermercado de la aldea global, sus proposiciones anticatárticas se confirman al tiempo que se relativizan. Se confirma y aun se agrava el diagnóstico brechtiano que señalaba la estrategia alienadora del abuso catártico de la propaganda y de la superproducción lacrimosa del melodrama que hoy ocupa a buena parte de la industria cinematográfica y televisiva. Pero la confirmación de ese diagnóstico desvanece también el sueño socialista del teatro de masas. Hoy sabemos que nada es más extraño al teatro, que es el arte de la persona, que esa masa sin rostro de la sociedad de consumo, rebaño adoctrinado y paranoico, resistente a todo cambio.
Luis de Tavira

La actual puesta marca el inicio de los festejos por los primeros 20 años de existencia de Teatro de fronteras, y el comienzo de una nueva etapa, la cual inician con la inauguración de su sede en el Parque Central, donde ofrecer a Ciudad Juárez proyectos de mayor ambición y relevancia creativa. Por demás plausible entre gran proyecto generado en un lugar lamentablemente tan golpeado por la violencia y en donde se generan, por lo general, noticias rojas de las terribles atrocidades que allá se generan y ahora surge algo luminoso que, esperamos rinda muchos frutos.
La sapiencia y el conocimiento que el maestro de Tavira tiene con el dramaturgo alemán, queda de manifiesto al ofrecer un espectáculo de primera, paradójicamente, de gran belleza plástica, en contraposición con lo devastador del relato. De Tavira logra, pese a lo muy heterogéneo de su elenco, en donde predominan actores en ciernes, cobijados por unos cuantos de gran talento, en donde sobresale, por supuesto Perla de la Rosa cargando a cuestas la responsabilidad de dar vida a Madre coraje, y lo hace con coraje, con pasión y con absoluta credibilidad, también destacan sus dos hijos menores, Saura Emilia Subiate y Ezra Padilla De la Rosa, por supuesto, con una larga trayectoria, Marco Antonio García Delgado, (Actor invitado del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro.
De Tavira se hace acompañar de un sólido equipo de creativos: Stefanie Weiss traducen el texto del alemán; Jerildy Bosch es la encargada del vestuario y Jesús Hernández diseña la escenografía e iluminación, en tanto Iván del Prado es el responsable de la composición musical.
Sin duda, un gran acierto es la música en vivo, que, de alguna manera solventa las deficiencias vocales del elenco. La dirección musical esta a cargo de Roberto Jurado.

El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable. Imperdible.

Madre coraje y sus hijos. De: Bertolt Brecht.
Dirección: Luis de Tavira.
Actuación: Perla de la Rosa, Jesús Piña Meza, Saura Emilia Subiate, Ezra Padilla De la Rosa, Marco Antonio García Delgado, César Cabrera Sánchez, María Guadalupe Balderrama Vela, Guadalupe de la Mora Covarruvias, Alan Gabriel Escobedo Meléndez, Mario Alberto Vera Lizalde, Claudia Cecilia Rivera Carrera y Norma Meraz Herrera
Músicos: Alejandro Vázquez (violín), Luis Ledesma (clarinete), José Ibarra (fagot), Eduardo Apodaca (percusiones), Héctor Moreno (trompeta)
Diseño de escenografía e iluminación: Jesús Hernández.
Traducción del alemán al español: Stefanie Weiss.
Composición musical: Iván del Prado.
Vestuario: Jerildy Bosch.
Teatro Helénico, Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn.
Jueves y viernes, 19 horas, sábados y domingos, 18 horas. Hasta el 24 de abril.
Localidades: Planta baja: $360.00; Planta alta: $205.00
Duración: 180 minutos
Apta para mayores de 15 años.




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