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El principio se entiende mejor al final. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.



Gestada durante una residencia de trabajo de Thomas Köck en Ciudad de México, en colaboración con Micaela Gramajo y Bernardo Gamboa creadores del colectivo teatral Bola de Carne, siempre experimental y propositivo, Algo pasó (la última obra) es una coproducción de Teatro UNAM con el Schauspiel Stuttgart, Théâtre National du Luxembourg y el Goethe Institut Mexiko, estrenada el 2021 en Kammertheater Schauspiel Stuttgart.

Thomas Köck analiza el delicado y muy vigente tema de la desaparición forzada, aunque las autoridades, por supuesto, nieguen su gravedad en nuestro país, a partir de visiones políticas y filosóficas. Los “desaparecidos”: personas secuestradas o asesinadas en el marco de la violencia estatal o por el crimen organizado, que, curiosamente, han desaparecido los anuncios de “Has visto a…”, muy dolorosos, por supuesto, que se proyectaban en los monitores del metrobus. Las gélidas numeralias, arrojan un aproximado de 97 mil víctimas de desaparición forzada, hombres y mujeres secuestradas o asesinadas que conforman la estadística de la violencia estatal o del crimen organizado. Aunado a la desaparición de las personas, también desaparecen las evidencias de la bonanza de industrias alemanas de armamento, armas que empresas alemanas vendieron a estados mexicanos, adonde nunca debieron haber llegado. La obra también aborda los rastros de la inmigración alemana en México.

Thomas Köck, (dos veces Premio Mülheim de Dramaturgia), también responsable del montaje, desarrolla con su equipo: la directora y dramaturga Anna Laner; el músico Andreas Spechtl, cantante, guitarrista y compositor del grupo Ja, Panik; y Daniel Primo, escenógrafo y diseñador de video, una compleja instalación que integra música y video en distintos planos, que transitan a través de los espacios de la memoria, porque, al final, Algo pasó (la última obra), es un doloroso viaje a las entrañas de la memoria.

Ausencia, duelo, muerte, incertidumbre, dolor, agonía, almacenados en el fólder del archivero al que esta obra nos obliga a entrar.

Las dudas y preguntas son muchas: ¿Quién decide dónde comienza y dónde termina un suceso? ¿En qué parte del documento empieza una historia y cuáles son sus causas y efectos? ¿Quién y por qué decide qué se archiva? ¿Qué se conserva, que se deshecha, y qué se manda al archivo muerto? ¿Qué rastros y rostros dejan las personas que desaparecen? ¿Qué permanece, qué recordamos? ¿Qué rastros dejan las civilizaciones que desaparecen? ¿Qué queda en la memoria teatral, medio efímero?

Algo pasó (la última obra) se presenta en México en una coincidencia lamentablemente muy “afortunada” periodísticamente por lo oportuna de la situación: la invasión a Ucrania por las tropas rusas. Cuando se estrenó la obra en Alemania el 2021, la guerra en la Europa del este no era noticia, como si lo fue el 24 de febrero cuando Putin ordenó atacar Ucrania. Aunque el conflicto no es nuevo, es de larga data la historia de aquellas sangrientas fronteras, violencia no ajena en México, aquí son noticia diaria las disputas territoriales por el control de las plazas del narco, disputas que se dan cruentamente en varios estadios de la república y hasta en algunas zonas del ex DF. ¿Quién arma estas células?, ¿Quiénes trafica con seres humano? ¿Por qué miles desaparecen sin dejar rastro?

Algo pasó (la última obra), se presenta en alemán y en español con supertitulaje en ambos idiomas, con un elenco igualmente binacional: Mateja Meded, Annina Walt, Micaela Gramajo y Bernardo Gamboa, que circulan en un espacio que asemeja un espacio con anaqueles y cajas de archivo. Las cuatro personas entran, salen, mueven los archiveros, los cargan, los acomodan de distintas maneras y los convierten en pantallas donde se proyectan videos que enriquecen el discurso.

El texto cruza los terrenos filosóficos, sociales y políticos para llegar a reflexiones provocadas por las diferencias lingüísticas, los sueños, el peso de los recuerdos, las ausencias que se quedan en la cabeza.

Algo pasó (la última obra) se interna en los vericuetos de la memoria, archivos, cual contenedores repletos de frustraciones; desorden y anarquía. Contra las reglas de la archivonomía, demuestran que en la cabeza y la sociedad todo está revuelto, mezclado y por eso es tan difícil encontrar el comienzo “El principio se entiende mejor al final”.

El proyecto fue cofinanciado por el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC, México). Con el apoyo del Foro Cultural de la Embajada de Austria (México). Y se presentó en una muy breve temporada en nuestra ciudad capital este viaje onírico con tintes pesadillescos.




El teatro es de todos. ¡Asista!


Muy recomendable. Dolorosamente necesaria.



Algo pasó (la última obra) de Thomas Köck.

Dirección: Thomas Köck

Codirección y producción de arte: Anna Laner.

Actuación: Bernardo Gamboa, Micaela Gramajo, Mateja Meded, Annina Walt.

Foro Sor Juana Inés de la Cruz. Metrobus Centro Cultural Universitario.

Sábado y domingo a las 12:30 y 18:30 horas. Hasta el 13 de marzo.

Cupo limitado a 40 personas.

Boletos: $150.00 costo general



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