Corregir males e injusticias. Texto: Salvador Perches Galván.
- eseperches
- 25 dic 2020
- 5 Min. de lectura

Con este fantasmal librito he procurado despertar al espíritu de una idea
sin que provocara en mis lectores malestar consigo mismos,
con los otros, con la temporada ni conmigo.
Ojalá encante sus hogares y nadie sienta deseos de verle desaparecer.
Su fiel amigo y servidor,
CHARLES DICKENS.
Diciembre de 1843.
Charles Dickens amaba la Navidad, pero su más famoso personaje, Ebenezer Scrooge, que ha llegado hasta la actualidad en todo tipo de adaptaciones y versiones, desde filmes hasta comics, no compartía ese gusto.
Dickens nació en el seno de una familia sin muchos recursos, a pesar de ello, esta época era de sus preferidas. Su padre montaba obras de teatro a sus hijos es las fiestas que organizaba a comienzos de enero.

Scrooge es un anciano avaro y explotador que es visitado por el fantasma de su antiguo socio, Jacob Marley, y por los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura, todos ellos le muestran los errores cometidos en su vida y le enseñan que estas fechas deben ser vividas con generosidad y buena voluntad.
¿Qué llevó a Dickens a crear un personaje tan desalmado?.
La respuesta está en 1843, año en que el escritor redactó y publicó su obra.
Más allá de su infancia carente de lujos, el amaba la Navidad, creció con todas estas tradiciones y las trasladó a su propia familia. El autor era conocido por realizar trucos de magia para deleite de sus hijos y a otros espectadores en fiestas y reuniones sociales.
Pero en 1843 el gobierno británico publicó un informe sobre la gravedad del trabajo infantil en el país, esto molestó sobremanera a Dickens y su primera reacción fue escribir un panfleto utilizando su experiencia como periodista político. Afortunadamente para todos los lectores del mundo, cambió de parecer.

En lugar de un panfleto escribió en Navidad algo que tendría mucho más fuerza: Cuento de navidad.

En un viaje a Manchester ese mismo año, Dickens se encontró con representantes de organizaciones de caridad que ayudaban a las clases más desposeídas en esa ciudad industrial. También recorrió uno de los colegios más pobres de Londres, dedicado a educar a los jóvenes destituidos de la capital inglesa.
Ese mundo de la marginalidad y la pobreza infantil quedo registrado por Dickens en Oliver Twist, novela en entregas entre 1837 y 1839. La pobreza infantil de la Londres victoriana inspiró varias obras de Dickens, quien dedicó varios de sus libros a la realidad social de su época.

Publicada seis días antes de la Navidad de 1843, Cuento de Navidad fue un éxito desde que vio la luz, las 6 mil primeras copias habían sido vendidas antes de la víspera navideña.
Además de lo atractivo de su personaje principal y el final esperanzador, el éxito del relato se también se basa en el uso de los fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura.

En esa época era tradición entre las comunidades contar historias de fantasmas alrededor del fuego, Dickens escribió su historia sabiendo que sería leída en voz alta.
La obra de Dickens ha sido infinidad de veces adaptada y reversionada. En el cine ha sido interpretada como una historia clásica pero también ha sido ambientada en el presente. El cuento ha sido adaptado muchas veces a los escenarios mexicanos y ahora, Mario Iván Martínez, en complicidad con Laura Luz, hacen alarde de sus dotes histriónicas, bocales y de cuenta cuentos, un genero teatral que requiere de muchas aptitudes.

En estos tiempos de incertidumbre y cuarentena, resulta propicio retomar una Navidad con Dickens. Escrita en 1843, Cuento de Navidad, la sorprendente fábula del tacaño y frío Scrooge, tiene todavía una enorme popularidad en todo el mundo. ¿Por qué?, porque sus personajes son tan reales como la gente que conocemos, familiares, vecinos, compañeros de clase o trabajo, o… nosotros mismos. Dickens muestra un espejo de la condición humana, llevándonos de la risa a la reflexión sin siquiera darnos cuenta. Muchas de las obras de este novelista de fama universal, influyeron para corregir males e injusticias de su tiempo, gracias al gran contenido de denuncia social que abunda en trabajos como Oliver Twist y Grandes Esperanzas.

En esta época de incertidumbre global, de guerra, pandemia, intolerancia y mezquindad, los valores que Dickens subraya en su obra invitan a meditar sobre aspectos sublimes del espíritu humano: la importancia de la amistad y la indulgencia. El autor muestra su preocupación por depurar el lenguaje en busca de la trascendencia humanística. Dickens describió su cuento como una mascarada jocosa, escrita en esta temporada navideña para despertar pensamientos de amistad y bondad, nunca fuera de lugar en un continente cristiano.

Ebenezer Scrooge es un avaro prestamista que aborrece la Navidad, maltrata a sus empleados y parece estar peleado con su familia, con la sociedad… con la vida. Una fría nochebuena, Scrooge recibe la visita de varios espectros. En esa noche insomne, cada uno lo enfrenta con diversos aspectos de su vida.
El fantasma de la Navidad pasada recuerda a Scrooge sus amores perdidos por el afán de acumular riquezas, y a recordar la generosidad que su antiguo jefe mostró con él durante sus años mozos.

El espectro de la Navidad Presente, lo lleva a presenciar distintas maneras en que la gente se entrega con generosidad a las fiestas en todas las latitudes y bajo las más diversas circunstancias. Descubre también el afecto sincero y desinteresado que por él siente su único pariente, y cómo la vida de un niño enfermo depende de su ayuda oportuna y generosa.
El fantasma de la Navidad futura enfrenta a Scrooge con el fatal y patético epílogo que tendrá su existir, de continuar con su comportamiento injusto y mezquino.

A través de tragos amargos, de visiones apocalípticas, pero también de la dulzura y entrega de sus semejantes, Scrooge se conmueve y se transforma, abre su corazón cerrado y se dejar tocar por el gozo que brinda al hombre la generosidad y el desprendimiento.

Con formato de lectura dramatizada, pero mucho más allá de lo que es una lectura en atril, la pandémica versión 2020 fusiona la adaptación del relato original, con la utilización de ilustraciones victorianas. Mario Iván Martínez y Laura Luz establecen como parte fundamental de su montaje, la adecuación del gran número de papeles, una decena, aproximadamente, cada uno, a las posibilidades de 2 actores y las voces de tres actores invitados, donde destaca la participación del ya desaparecido y entrañable Carlos Cobos y del primer actor Héctor Bonilla.

La magia de la propuesta en línea, radica en que, con pocos, pero representativos elementos, el espectador conjure su propia versión a través de un desfile interminable de personajes dickensianos.

Un aspecto depurado e integral del espectáculo es su atractiva pista sonora que incluye una selección de piezas de importantes músicos e intérpretes como el guitarrista Antonio Corona y Jorge Reyes con la orquesta alemana Nordwestdeutsche Philarmonie, bajo la dirección de Kart Heinz Blümcke. La música y efectos fueron seleccionados con gran esmero para brindar un repertorio rico, elocuente y evocador, el cual se fusiona de manera sugestiva con la trama. Aquí, los tradicionales villancicos de la Inglaterra del siglo XIX, interpretados en vivo por los actores, se vinculan con un repertorio variado y estimulante.

Después de la transmisión que tendrá lugar el 25 de diciembre a las seis de la tarde, los actores tendrán un encuentro virtual con un selecto grupo de espectadores. Ante la imposibilidad de llevar a cabo espectáculos presenciales en tiempos de semáforo rojo de pandemia.
Esta opción permite propiciar el intercambio ideas, contestar preguntas y comparar impresiones sobre este nuevo esquema de teatro en línea el cual, a diario, se perfecciona y redescubre. Como lo ejemplifica a la perfección este exquisito trabajo comandado por el siempre efectivo Mario Iván Martínez, quien obtiene de Laura Luz la mejor replica, aunado a los recursos ya mencionados, voces extras, ilustraciones que permiten ver el viaje de Scrooge, que lo conduce a la redención, acompañado por música tanto original como recuperada de los archivos del mundo.

El teatro es de todos. ¡Asista!, también virtualmente.
Cuento de Navidad, de Charles Dickens.
Dirección: Mario Iván Martínez.
Actuación: Mario Iván Martínez, Laura Luz y las voces de Carlos Cobos y el primer actor Héctor Bonilla.
Música original: Jorge Reyes.
Transmisión en línea: 25 de diciembre, 2020, 18:00 Hrs. Boletos en boletia.com
Las imágenes que ilustran esta entrevista son cuadros congelados de la transmisión, por lo que pertenecen a la producción.





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