Tunque y Alaia, dos jóvenes de culturas contrarias, se enamoran a primera vista, a pesar de que sus pueblos, que dan título a la obra, son muy distintos y se oponen a la unión. Ellos logran casarse en secreto y… ese podría ser el típico final …y vivieron felices para siempre. Pero no, ahí es donde realmente empieza la obra, amable, divertida, muy creativa, pero, sobre todo, inteligente y muy reflexiva, primera dirigida a público infantil, que a los adultos no nos viene nada mal, emprendida por el talentoso Eduardo Castañeda, actor, director, narrador y dramaturgo, (y todo lo hace bien), y lo primero que hizo bien fue conformar un equipo sólido, encabezado por la actriz, así, sin calificativos, porque no los necesita, Paloma Woolrich, beneficiaria del programa creadores escénicos con trayectoria del Fondo nacional para la cultura y las artes 2019- 2021, quien nunca deja de sorprendernos y ahora vuelve a hacerlo como espléndida cuenta cuentos, tarea nada fácil en sus propias palabra, pero ella lo hace de manera tan natural, que cualquiera pensaría que es ”fácil” y que cualquier persona de público presencial podría subirse y contar este cuento que rebasa, por mucho, a los típicos de final feliz, (alterados, por cierto), de Disney. Otra pieza clave del montaje es la del productor del mismo, Edgar Uscanga, cómplice frecuente, o permanente de Castañeda.
Swep y Trok es una historia de amor en un mundo fantástico, pero probable. Con el matrimonio, como en la vida real, la pareja, nada pareja, empieza a conocerse y a tener diferencias y rivalidades que devienen en violencia, sin saber qué hacer, ni como sobrellevar ese dolor se separan. Tunque, emprende un largo viaje iniciático de reconocimiento y Alaia después de una profunda depresión comienza a ser parte de la vida política de su pueblo. Después de un tiempo Tunque regresa de su viaje a pedir perdón y poco a poco ellos comienzan a reencontrarse y construir una nueva relación desde la comunicación, el amor y el respeto.
Esta historia, nada fantasiosa, tiene un contexto muy real y doloroso, en México las cifras de violencia son cada día más alarmantes.
Según la oficial de derechos humanos de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de 2017 a 2020 los feminicidios en el país incrementaron de 7 a 10.5 al día.
De 2015 a 2019 se cometieron 15 mil 804 asesinatos de mujeres, de los cuales 3 mil 751, 23.7 %, fueron investigados como feminicidio. En 2019 fueron asesinadas 3 mil 825 mujeres, mil 6 casos son investigados como feminicidio.
De acuerdo a información de las Fiscalías y Procuradurías estatales de 9 estados del país sobre la problemática de mujeres y niñas desaparecidas, en 2019 desaparecieron 7 mil 654 mujeres y niñas, de las cuales 5 mil 533 fueron localizadas vivas, 85 fueron localizadas sin vida y 2 mil 43 siguen pendientes de localizar.
El contexto de violencia contra mujeres y niñas en México es especialmente grave, cuando hace algunos años parecía que se avanzaba porque en México se estaban generando legislaciones e instituciones que parecen sólidas.
Es por ello que este proyecto propone dialogar directamente con menores de edad que están más cerca de la adolescencia o en ella, para narrar un cuento, una historia de amor, una historia convencional, pero que aporta un elemento distinto y crucial. Las diferencias, la incomunicación y el desconocimiento del otro, que puede conducir directamente a la violencia entre dos personas que se amaron. Pero ofrece la posibilidad de dar un nuevo inicio a otro tipo de relación, más fuerte y cimentada en la comunicación y el respeto.
El montaje responde a una necesidad real del teatro. La obra ha sido concebida como parte de un proyecto de sensibilización a comunidades con poco o escaso acceso a las artes escénicas. Es por ello que el director recurre al minimalismo. La obra cuenta con un bello teatrino, escenario de los títeres, sin embargo, se puede prescindir de elementos escenográficos, y de escenotécnia. La espléndida Paloma Woolrich, dirigida con sensibilidad por Castañeda, hace un despliegue de recursos histriónicos y teatrales, en su rostro, en sus manos y en su voz, cobran vida los personajes de esta peculiar historia, por otro lado, absolutamente reconocible. Esto facilita traslados y la obra se puede representar en plazas públicas sin recursos teatrales.
Una serie de aventuras unen y separan a Tunque y Alaia, sin embargo, buscan y encuentran la manera de estar juntos de nuevo a partir del respeto y el amor.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable.
Swep y Trok. Dramaturgia y dirección: Eduardo Castañeda.
Compañía: Vuelta de tuerca.
Actuación: Paloma Woolrich.
Producción: Edgar Uscanga.
Domingo 8 de noviembre última función de una breve temporada híbrida. 12:30 horas.
Duración aproximada: 55 minutos.
Clasificación: Todo público.
El costo del boleto presencial es de $200. Aforo: 22 espectadores.
Transmisión en línea: Precio a elegir: $100, $200 o $300. Boletos en taquilla y boletópolis.
Teatro La Capilla. Calle Madrid 13, Colonia del Carmen, Coyoacán.