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Cambio constante, no repetirnos. Por: Salvador Perches Galván.



A propósito de la ocasión, única de re-visar una buena parte de la producción escénica de la compañía más internacional de nuestro país y, simultáneamente una de las más propositivas con resultados fehacientes, gracias al festival virtual de Teatro de Ciertos Habitantes, también nos dimos a la tarea de revisar ciertos contenidos, guardados en el baúl de los recuerdos, claro, en formato digital.

Hasta ahora, hemos podido ver Becket, o el honor de dios, De monstruos y prodigios y ¿Dónde estaré esta noche?, en esta última pudimos hacer un recorrido por los momentos más significativos y conocidos de Juana de Arco: la visita a su señor feudal, su entrada a la corte y su entrevista con el Delfín, la toma de Orleáns, la coronación de Carlos VII, su caída en manos del ejército enemigo, su juicio y su pasión.

En ¿Dónde estaré esta noche?, la historia de Juana es una columna vertebral, donde poco a poco el centro de interés se amplía a todos y a cada uno de los participantes al evento, tanto actores como público.

En la puesta en escena, estrenada en 2005 en el teatro Juan Ruiz de Alarcón, en cuyo lugar y fecha realizamos la presente entrevista, Claudio Valdés Kuri, director general de Teatro de Ciertos habitantes y creador del espectáculo, logra la conjunción de los aprendizajes de su formación académica.

Creo que el lenguaje teatral permite conjuntar todas las artes, de hecho, mis tres pasiones y mis tres disciplinas son el cine, el teatro y la música, y bueno, el teatro y la música es muy habitual, y el cine también puede estar en concepciones de ritmo, en influencias, también uno se inspira en cierta película, en cierta escena, y el cine ha influenciado mucho en cuanto a edición. Existe edición también en teatro, muchas cosas se pueden hacer influenciado en el cine. Yo procuro que las tres cosas estén, vaya ni lo procuro salen naturalmente.

¿Cuál es la inagotable fuente creativa de este talentoso teatrero?

Siempre la creación surge de lugares misteriosos, uno no sabe cómo. Cuando me preguntan por qué elegí un texto, yo siempre digo que los textos lo eligen a uno, es decir, uno sigue más bien una intuición, un qué decir, una imagen y eso va formando el discurso, las imágenes vienen. Yo digo que el mundo empieza a hablar, uno tiene una idea clara y empieza a encontrar imágenes acá y allá, y sobre todo después confrontadas en los periodos de improvisación con los actores.

Nosotros trabajamos por temas por un vasto periodo de tiempo, en el cual los actores van entregando imágenes que se van formando, un discurso casi como de documentalista de cine, que, el documentalista elige un tema y lo va siguiendo, pero la situación le presenta distintas cosas y luego tiene que armar su discurso con lo que encontró en el camino. Precisamente, esa es mucha influencia del cine documental, que estuve haciendo alguna vez.

Teatro de ciertos habitantes surge a partir de una puesta en escena, Becket, o el honor de dios. En principio no pensábamos que estábamos haciendo una compañía, con el tiempo, muchas giras nacionales, internacionales y demás, nos vimos en la necesidad de tomar un nombre. La compañía estuvo trabajando bajo el nombre del proyecto o bajo Compañía Nacional de Teatro, que fue nuestro productor, y ahora ya tiene un nombre, un distintivo que nos sirve para formar currículo como grupo para decirlo de una forma, y Teatro de Ciertos Habitantes lo que hace es convocar a habitantes, a artistas de distintas parte del mundo, tenemos en la compañía a Teresa Dal Pero, italiana que fundo el teatro de los andes en Bolivia; a Kaveh Parmas, de Irán; Fabrina Melón, de Francia, o sea, mucha gente de distintas partes y no es que lo hayamos buscado ex-profeso, si no el camino mismo, el andar, nos ha juntado con esta gente

¿Los ciertos habitantes del teatro, forman un elenco estable?

No es totalmente estable, pero si hay cierta estabilidad, puesto que cada puesta en escena requiere cierto tiempo de montaje y bastante tiempo también de presentaciones. Los primeros proyectos, incluso este, se ensayaron de nueve meses a un año, más otro tanto de presentaciones, si le da una estabilidad y sobre todo este último grupo, es un grupo que seguramente requeriremos para seguir trabajando otras cosas.

¿El contar con elencos multinacionales, se rompen barreras de nacionalidad?

Creo que hay una búsqueda de atender al público como tal, al público que sea, es cierto, la compañía se ha presentado desde un pueblo, desde el palenque de gallos de real de catorce, hasta los escenarios más comerciales de Broadway, pasando por toda esta gama, y las vanguardias europeas, por supuesto. En festivales de ultravanguardia europeos, que son, de hecho, nuestros productores de este espectáculo, pero estamos siempre pensando en el público sin distinción, ni de credo, ni de raza. Hay mucho trabajo de adaptación también, y de flexibilidad, igual lo estamos presentando en un foro preparado, como dije ya, en un palenque de gallos, y hay que ser muy flexibles y hay que trabajar mucho en las adaptaciones. Por ejemplo, en El automóvil gris, la obra precedente, ya lleva seis versiones en distintos idiomas, porque en cada país se presenta en su idioma y eso hace un gran acercamiento con el público. Ahora vienen los retos de esta obra en los distintos países, también.

¿Existen vasos confluyentes, punto de unión en las obras de la compañía?

El punto de unión es, precisamente el cambio, la diferencia. Creemos que el espíritu artístico en el sentido occidental, el más puro, es el cambio; el arte en cuanto empieza a repetirse ya no es arte es una formula, el arte, creo que es la cosa más difícil e inasible que hay y procuramos una presea difícil de alcanzar que es, siempre, el cambio, no repetirse, no repetir ni formulas, ni hallazgos y por eso son tan distintas una a otra.

Y hay otra vertiente: la oriental, que es ir refinando lo mismo. Nuestro intento es juntar las dos cosas: refinamiento en cuanto a la interpretación, refinamiento en todos los órdenes de producción, de difusión, etc. y cambio, cambio constante no repetirnos.

Para cada montaje, Valdés Kuri invierte largos procesos de investigación.

Es la parte más larga del proceso, en el que realmente está la mayor inversión, es en la investigación, y en los actores que son los que realizan la investigación en vivo, en movimiento. Yo realizo investigación previa, larga, pero ellos están investigando por muchos meses en sí, porque, además, otra de las cuestiones de la filosofía del trabajo artístico, es que todo recae en el actor, lo menos posible de ayuda tecnológica, entonces realmente la inversión está en ellos y la mayor inversión es la que ellos mismos han hecho.

Recapitulando, ¿cómo es la historia de Teatro de Ciertos Habitantes?.

Becket fue nuestra presentación al mundo y tenía sus propios retos. Cada obra tiene sus propios retos formales y sus retos personales, retos que ni siquiera se comparten con el público en cuanto a los formales, por ejemplo, para Becket se dijo, una obra en la cual se desarrolle todo en una escalera, real, de piedra. Saca el teatro del teatro y que convivan al mismo nivel, texto, música y movimiento, que seguimos utilizando hasta ahora, esas son cosas que si han pervivido, por ejemplo.

Eso si es una cuestión recurrente en cuanto a refinamiento, etc. pero Becket era nuestro primer reto, era Becket o el honor de dios, y de alguna manera buscar nuestro espacio en un mundo teatral, buscar nuestro honor, teatro fuera de teatro, en una escalera y resolver todo.

Becket es una obra de un gran dramaturgo, que se diferencia de otros espectáculos de la compañía, en los que el texto se construye simultáneamente al proceso de puesta en escena.

Es un texto escrito por Jean Anouilh, una tragedia que había que convertirla de 37 personajes, 37 actores requeridos a solo 5, que tenían que resolver todos los personajes...


Luego vino De monstruos y prodigios, un reto totalmente distinto. Hicimos una conferencia con Jorge Kuri, un gran dramaturgo, y la intención era mantener el texto como una conferencia y luego dramatizarla a través de la puesta en escena, ese era un gran reto, Margules decía que un buen actor podía actuar la sección amarilla, el reto era ese, actuar una conferencia, y se logró...












El siguiente reto fue El automóvil gris, que era interpretar una película muda mexicana, en una tradición de narración de cine oriental, una técnica nunca aplicada al occidente, y era interpretar este gran clásico mexicano de esta manera, y hacer una reflexión sobre el sonido, en este momento era amarrar al actor a un micrófono y cero movimiento y expresar todo a través del sonido. Otro reto también era que esta gran obra de arte, esta cinematografía olvidada, se conociera en el mundo. Bien logrado también.


Y ahora este último, ¿Dónde estaré esta noche? implica retos más profundos, involucra mucho más al público en dos butaquerías confrontadas, y busca mucho la confrontación y la participación del público. ¿Quién es el autor de la obra?

El texto tiene varias procedencias: uno es Bernard Shaw, sobre todo al principio de la obra porque nos ayuda a plantear históricamente muy bien el conflicto y se va abandonando Bernard Shaw. También hay textos de María Teresa Dal Pero, sus propios textos, en los cuales ella une esta vertiente, casi, de la actriz con el personaje, y también hace un puente más normal, más coloquial, más a nuestro nivel, y lo que hemos hecho Mari Carmen Gutiérrez y yo, textos que hemos puesto y que hemos conjuntado todos estos textos distintos.

¿Se puede aplicar la globalización en el arte?

Son varias razones y las lecturas deben ser varias, cada quien las puede hacer, pero una de ellas, si tomáramos una referencia histórica en nuestras realidades, que el punto más lejano y más olvidado en nuestra nación, ha sido históricamente Chiapas, lo mismo que era el lugar del cual venia Juana de Arco, ese punto no existía, estaba totalmente olvidado, a partir de Juana de Arco tomó otra dimensión, esa es una de las lecturas. Otra es aprovechar los distintos acentos que tiene cada uno de los actores, en ningún momento tratar de borrar el acento, no el italiano, ni el acento iraní, para nada, esos regionalismos es lo que nos hacen ver que esa historia puede suceder en cualquier lugar. Esta historia puede suceder ahora, Juanas de Arco somos, potencialmente, cualquiera de nosotros, de eso se trata, que cada quien encuentre a su guerrero interno, eso es lo que está buscando esta obra.

¿Y cuestionar a la nación como valor?, todo lo contrario. Yo creo que la única nación valida es uno mismo, bueno, es mi teoría, y no está totalmente reflejada en el texto. O mi anhelo, es que este concepto de nación, que a la mejor defendía Juana de Arco, también ya está, no fuera de moda, es otra cosa mucho más profunda que la moda, nos está acabando esta idea de nacionalismo. Lo que yo hago ahora afecta al otro del mundo y no tenemos concepto que la única nación, y no nos queda de otra, es el planeta tierra, ya no puede ser ni Francia, ni un regionalismo ni nada, eso nos está acabando, ese concepto tiene que cambiar, y un poco habla de que el concepto de guerra comienza con solo dos seres, no se necesita más que dos personas. Es lo mismo.

En este montaje, como en los anteriores, Valdés Kuri y su muy competente equipo de creativos y sus valientes histriones, hacen alarde de recursos teatrales.

Yo creo que tiene mucho que ver el nivel de involucramiento del proyecto sobre una cuestión muy importante: ¿qué quiere uno decir?. Cuando uno no sabe que decir es muy difícil armar un espectáculo coherente, de dimensión profunda. Si uno realmente se le va la vida en ese qué decir, y por un período largo de reflexión.

Esto es la síntesis de muchos años de búsqueda para un espectáculo dado, no hay nada gratuito. por eso la compañía produce tan poco. Hemos hecho en siete años cuatro espectáculos, posiblemente en relación al tiempo que viene vamos a producir menos todavía, porque el periodo de reflexión es muy largo, el período de investigación también, de ahí surgen montones de imágenes valiosísimas.

Yo creo que es, antes que nada, el qué voy a decir, lo demás se da por añadidura.

Yo no pienso en el tema con base a una idea latinoamericana o no. lo que sí queda claro es que es absolutamente mexicana la puesta en escena, hay un color que da esta nación aunque el tema sea de los castrados italianos o que sea de un monje inglés definitivamente está reflejado México, hay un color especial, hay una cuestión que convoca estos artistas de todo el mundo a trabajar acá.

Es como la comida, si uno siembra una verdura acá va a crecer con un sabor especial. en ese sentido es absolutamente mexicano lo que se hace aquí, también creo en una cierta vocación latinoamericana, creo que el teatro más interesante está viniendo ahora de Latinoamérica, porque no se pierde en buscar lo original, lo que le ocurre mucho al primer mundo, sino que hay un qué decir y hay creadores que, además, hacen formas sumamente originales sin que sea ese el fin, eso es también por añadidura

¿Qué piensa de la dramaturgia mexicana?

Es un fenómeno, hay un gran desconocimiento de lo que se hace en el resto del mundo, no nos conocemos entre nosotros, entre los latinoamericanos. Son pocas las compañías que están viajando, sin embargo, es un fenómeno mundial, no hay un país que polarice la buena producción teatral, realmente las voces teatrales pueden surgir en cualquier parte, en las partes más aisladas, como puede ser el teatro de los andes, que está lejos de todo. Pero igual puede ser en Madagascar, yo he visto cosas de Sudáfrica, de Taiwán, de los lugares más aislados, pero esa es una gran cosa, que ya no esté polarizado, que ya no sea el primer mundo el que se cree que hace el mejor teatro. En cualquier parte, ya no hay voces generalizadoras, no hay movimientos generalizadores. cada creador habla de cosas distintas.

¿Y de la creación de espectáculos teatrales en México?

Creo que hay creadores en búsquedas muy interesantes, hay nuevas voces, hay que estar muy atentos a los muy jóvenes que ahora están sacando cosas. Hubo una generación de mucha personalidad que puso un sello por muchos años, y ahora está cediendo, está permitiendo voces nuevas. Yo creo que hay búsquedas muy interesantes, no creo que se haga menos buen teatro que en el resto del mundo, en realidad el porcentaje de buen teatro es igual en todas partes, hay que buscar mucho, ciertamente así es la realidad. Creo que hay muy buenos actores y México tiene una propensión histórica al arte.


El festival continúa:

La vida es sueño (Auto sacramental), Jueves 29 de octubre, 20 horas.

Desmontaje 30 de octubre 17 horas.

El juego de los insectos. Jueves 12 de noviembre, 20 horas.

Desmontaje 13 de noviembre 17 horas.

Juana de Arco en la hoguera. Jueves 26 de noviembre, 20 horas.

Desmontaje 27 de noviembre 17 horas.


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