Apuesta a la actoralidad. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

Luego de varias exitosas temporadas, ofrece una nueva en la sala Xavier Villaurrutia, la multinominada y multipremiada Villa Dolorosa. Tres cumpleaños frustrados, pieza teatral ingeniosa e inteligente, versión libre de Tres hermanas de Chéjov de la dramaturga alemana Rebekka Kricheldorf.

Apunta Silvia Ortega Vettoretti, directora de la puesta en escena: La obra la escribió Chejov en 1900. Esta versión ocurre ahora, puede ser perfectamente ahorita, en cualquier departamento, en la Condesa o en la Roma, es una familia de abolengo intelectual, rica, que se vino abajo entonces ahorita están padeciendo los estragos económicos.

La obra original de Chéjov escrita en 1900, es una de las piezas fundamentales de la dramaturgia universal. Kricheldorf, joven dramaturga alemana, ubica en este milenio su comedia y denuncia con humor punzante la actual decadencia burguesa, el esnobismo intelectual, la vigente actitud imperialista y xenófoba de las clases favorecidas de su país a través de los hermanos Freudenbach: Olga, Irina, Masha y Andréi, cuatro adultos hípsters, pseudointelectuales y “ninis” que, tras la muerte de sus padres, han despilfarrado su herencia y no saben a dónde dirigir sus vidas. Olga siente hastío por su vida, Masha por su marido, Irina no encuentra algo que la apasione y Andréi no puede terminar sus proyectos creativos. A estos hermanos se suman dos personajes más, Georg, un desadaptado que encuentra en estos sui géneris hermanos, una vía de escape a su patética existencia, además de Janine, una joven a quien la familia desprecia por ser distinta.

Es una aristocracia que de pronto se vino abajo, los padres tienen un accidente y se quedan huérfanos. Ellos se quedan con mucha clase, mucho conocimiento, mucha aristocracia, pero no saben trabajar... Y con una herencia que ya se están terminando. Ahí es el conflicto, cómo van a adquirir un nuevo rol en la sociedad cuando no saben hacer nada, o lo que saben, en lugar de poderlo aplicar a algo práctico, les resulta un estorbo, les resulta una parálisis.

Se trata de una irreverente y actualísima versión de Las tres hermanas, en la que los caracteres creados por Chejov, siguen presentes.

Silvia Ortega ahonda. Están aquí presentes, a pesar de que es una versión libre que Rebekka trabaja mucho con el humor negro, trabaja mucho con esta paradoja de los personajes, estas cosas que los hacen patéticos y entrañables a la vez, porque los odias por su clase, pero los adoras también. Porque tienen esos mismos defectos los hacen seres vulnerables, no se pueden adaptar en el mundo de hoy, entonces son seres totalmente contemporáneos también, y además Chéjov tiene esta particularidad de que escribía de forma coral. Entonces estás viendo un montón de puntos de fuga en un ritmo que no te deja, al mismo tiempo te mantiene tenso, te mantiene entretenido y hay mucho humor.

Con guiños estilísticos que varían entre el teatro naturalista, el teatro del absurdo y el existencialista, Villa dolorosa se desarrolla en tres actos, en ellos asistimos a la celebración del cumpleaños de la menor de las hermanas de los Freudenbach, acontecimiento en el que invariablemente algo sale mal, traduciéndose en un malogrado intento de convivencia, dado que los personajes terminan por evidenciar sus carencias e inestabilidad emocional.

La premisa de la obra, hace eco con las clases privilegiadas de nuestro país donde el clasismo, el racismo y la discriminación laceran nuestra verdadera identidad. Los hermanos Freudenbach bien podrían pertenecer a las clases altas mexicanas y Janine, la chica sensual y proactiva a quien los hermanos desprecian representa a la clase trabajadora, la única que sobrevive al entumecimiento burgués.

Kricheldorf satiriza su propia cuna, una Alemania decadente y asqueada de racionalidad y exceso de cultura. Es una crítica a la pesada herencia filosófica austro-alemana que anuncia, como en toda buena comedia, una decadencia: la decadencia de la gran cultura europea.

Teatro íntimo que apuesta a la actoralidad y a la agudeza de una comedia que refresca un clásico de la dramaturgia universal.

Yo creo qué Chejov se retoma justamente cuando hay crisis: crisis sociales y crisis económicas, porque ahí es donde nuestros pequeños cosmos interiores en estas familias, la fragmentación que hace eco con todo el sistema social que se está resquebrajando, yo creo que es muy pertinente montarlo hoy y aquí. Son palabras de Silvia Ortega.

En la obra de Kricheldorf aparecen los temas centrales de Las tres hermanas de Chéjov: la soledad, la falta de iniciativa y el tedio de una clase acomodada, pero con un tratamiento irónico que da una vuelta de tuerca a la temática de la obra del dramaturgo ruso.

Los diseños de escenografía, iluminación y vestuario son de Carolina Jiménez, el diseño sonoro corresponde a Pablo Mondragón, el diseño gráfico es de Genaro Ochoa.

El teatro es de todos. ¡Asista!

Muy recomendable.

Villa Dolorosa. Tres cumpleaños frustrados de Rebekka Kricheldorf.

Dirección: Silvia Ortega Vettoretti.

Actuación: Mahalat Sánchez, Paula Watson, Daniela Zavala, Renata Wimer, José Carriedo, Sheila Flores y Salvador Hurtado.

Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque. Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional. Metro y metrobus auditorio.

Jueves, viernes y sábados a las 19 y domingos a las 18 horas. Suspende funciones el 15 y 16 de septiembre. Hasta el 25 de septiembre.

El costo de los boletos es de $150.00 y pueden adquirirse a través del sistema Ticketmaster o en las taquillas del teatro. Se aplican los descuentos habituales.