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Más que hablar del amor es hablar de la diversidad. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.

  • eseperches
  • 26 mar
  • 11 Min. de lectura

Nébula, los últimos amantes, nuevo espectáculo de Jessica Sandoval invita al público a sumergirse en un universo donde el movimiento, las emociones y la narrativa se entrelazan para explorar las profundidades de la condición humana.

Con este trabajo UnTeatro presenta una exploración escénica de las múltiples caras del sentimiento más glorioso y trágico de la humanidad: el amor. Con un elenco de 9 bailarines y actores, esta puesta en escena de Danza Teatro, es un viaje a través de las diversas formas en que amamos, nos contamos el amor y decidimos vivirlo.

Conversamos con su creadora, Jessica Sandoval, en torno a su mas reciente espectáculo.

Podríamos pensar que no es una continuación, pero Nébula va en la misma vertiente, en la misma línea, en la exploración del deseo, del amor y desamor, del encuentro y el desencuentro, del deseo y la pérdida de él. Con Nébula, los últimos amantes, vuelves a aproximarte al tema, como lo hiciste recientemente en Deseo.

Creo que en temática van de la mano, podría ser, pero creo que más es una exploración hacia mi temática de cómo reaccionamos y por qué vivimos lo que vivimos. Yo sí creo que a veces la conciencia de lo que somos, de lo que accionamos y de cómo reaccionamos nos permite, o nos permitiría, si  tuviéramos una conciencia mucho más plena, decidir.

El Deseo fue pues el deseo, la piel y claro todos los clichés y lo que está atrás históricamente, y Nébula, los últimos amantes, es más una reflexión hacia cómo decidimos vivir el amor, o si lo decidimos; si somos conscientes de que lo decidimos, o no, y en ese sentido fue mi exploración, desde abrirme con los actores bailarines y decirles: Dime para ti lo que es el amor. Y al encontrar, o al reencontrar porque siempre es así, tal diversidad, no solo de formas de amar y de amor, y de percepción, sino de cómo reaccionas, cómo generas empatía o antipatía hacia una relación por la historia, por tu historia, por tu idea, por tu pensamiento, por tu experiencia, y cómo eso posiblemente también te va encerrando y te va condicionando.

Cuando al final en esta época, que ya pasó mucho tiempo, pero después de pandemia que nos acercó tanto a la muerte, a lo mejor también porque ya estoy más grande. Es la historia de la vida, vas viendo como tu gente va muriendo y creo que la muerte te hace pensar eso, cómo cada día en realidad es una oportunidad de vivir y de admitir lo que es vivir. Dicen, o decimos mucho los adultos, porque ya somos más grandes, ahora tengo más conciencia; desde lo más simple, antes iba a todo pero ahora ya escojo; o antes me perdíamos más en una relación y ahora no, ahora quiero una relación más bonita; o ahora defiendo más lo que soy.

Creo que la conciencia te da eso y eso es rico saberlo como en las historias dramáticas, por qué no podemos evitarlas, creo que estamos como estructurados de esa manera desde todos lados, desde el pensamiento, la ideología, históricamente, a lo mejor desde los genes, yo que sé, pero en ese momento, si pudiéramos vernos desde afuera y pudiéramos escoger, creo que nadie escogería, no el dolor digamos, porque el dolor es un sentimiento y una sensación primaria, todos hemos en algún momento tenido un dolor profundo, o la alegría, o la tristeza. Pero el drama, el sufrimiento así desgarrado, creo que podríamos evitarlo, me parece, o será cuestión de tiempo, o será cuestión de cada uno, o escogerlo, a lo mejor; A mi me gusta, me siento bien ahí, lo escojo.

Creo que más que hablar del amor es hablar de la diversidad, de la percepción, de la violencia, del sentimiento de ambos mas puro, creo que el amor mueve al mundo, junto con el pensamiento. Nuestro pensamiento y nuestra intimidad que nos mueve a lo largo de la historia.

Los últimos amantes es un trayecto emotivo y visual que invita al público a mirar dentro de sí mismo y a cuestionar: ¿cómo eliges amar y hacia donde dirigir tu vida?

En este espectáculo dinámico e inmersivo, cada uno de los actores y actrices aparecen con una historia distinta, escenas espejo de decisiones, proyecciones y vivencias que nos confrontan con lo que creemos que es el amor.

Entonces digamos que tú lanzas la piedra y como si la aventaras al agua, se hacen círculos concéntricos con tu talentoso elenco, y cada quien va aportando y a partir de las ideas de todos, tú conformas el texto.

Una parte. Primero decido la temática al tener un grupo así de gente, numeroso, con el que trabajo, es muy emocionante, diverso, porque son actores, bailarines, tienen distintos lenguajes, distintas experiencias, tanto profesionales como personales, obviamente. Entonces escojo una temática y a partir de un momento de conocerlos, así trabajo, siempre trabajo a partir de una pregunta. Las preguntas siempre, porque mis temáticas siempre son un poco filosóficas en el sentido de ¿por qué actuamos como actuamos?, ¿por qué hacemos esto y no lo otro?.

Un tanto existenciales tus preguntas.

Sí, siempre, desde que empecé. A lo mejor no soy tan, siendo bailarina, no me llevo por el movimiento, a veces hasta sacrifico el movimiento por la emoción. No me dejo llevar por una historia, sino más bien ¿por qué hacemos esto y por qué sentimos esto y por qué reaccionamos de esta manera?. En ese sentido en el amor dices cómo cada quien lo vive de distinta manera, y lo crea además, vive ahí, está inmerso en eso, y en este mundo, en esta época en donde nos hablan tanto de vidas paralelas, y también del fin del amor y de los amores líquidos… amor.

Cómo estamos condicionando nuestro comportamiento y entonces ese es mi tema, al final mi pregunta y la pregunta de la obra, mi tema de exploración es ese: ¿Por qué vivimos o somos conscientes de vivir eso?, ¿podemos, porque siempre es una pregunta, o no?, en algún momento darnos cuenta y decir ¡No!, esto no es lo que yo quiero vivir, mejor me voy. O tenemos que estar hasta tocar fondo y entonces aprendes; o vienes a esta vida a aprender lo que no has aprendido en otra.

Entonces yo genero el primer y el último texto, y a partir de eso hago el experimento, digamos que hago el laboratorio de mi temática con ellos, y les digo: ¿Para ti que es el amor?. Escoge un fragmento de una obra literaria, de una obra cinematográfica o dramatúrgica que quieras representar. Me traen un texto, y yo digo ¿porqué ella quiere hacer este texto? lo escoge por algo, por una razón  específica, sentimos empatía, sentimos gusto por algo por una razón específica. Porque nos identificamos, o porque nos choca, pero hay una razón muy personal, y se nota, se nota en la diversidad. Cada quien escogió para formar toda la parte del medio, cada quien escogió sus textos y yo, respetando mi temática central que es: cómo cada quien escoge vivir la vida que quiere, o la que no quiere a lo mejor, escogemos, y voy poniendo, y voy conformando cada una de las escenas, las voy acomodando, y le voy dando estructura, coreografía y todo esto.

Y embona muy bien. Vemos desde el amor romántico de cupido lanzando flechas, hasta amores tormentosos. Hay una escena impactante en la que, de un momento a otro cambia todo, todo se deshace.

Y parece que así es, parecería que así pasa, y la vida se compone de pequeños fragmentos que de pronto se suman o como si fuera llenándose y de pronto estalla, y parece que pasa de un momento a otro… …la gota de agua… …y es eso, así es.

Creo que es una obra en donde la gente se identifica mucho porque es muy sencilla, de un tema sencillo pero es muy profunda, nos movemos a partir del amor, recorremos mares, recorremos tierras, así, mar y tierra para encontrarnos con algo que nos mueve, es el amor, es el deseo, a lo mejor la idea de que algo va a cambiar en nosotros, de que algo necesitamos, esta también esta idea vendida de que no estamos completos.

La media naranja, que mucho nos han vendido esto, además no puedes decidir estar solo. ¿Cómo vas a envejecer solo, y te vas a morir solo?, y que garantía hay de que esta pareja va a durar para el resto de la vida.

También de que debe durar para siempre. A lo mejor sí dura 5 años estaríamos más felices, a lo mejor no, debería haber contratos renovables. Y creo que algunos sí, algunos no, es eso, los moldes son moldes, y somos, como bien escribe Rosa Montero, todos somos distintos y todos somos iguales. Todos necesitamos el amor y todos lo vivimos de una manera muy distinta, todos sentimos de una manera distinta esta dualidad que le da complejidad a nuestra existencia, porque hacemos moldes y hacemos estructuras y hacemos condicionamientos como si todos fuéramos el mismo, porque lo somos, todos somos lo mismo y todos somos distintos.

¿Hubo algún texto que dijeras: este no cabe aquí, o cupo todo lo que aportó el elenco?

Hubo algunos que no entraron y también ideas que no entraron, como siempre, y siempre pasa, que es parte de la exploración. Por ejemplo, había días que llegaba una idea y ¡Vamos a hacerlo!, y en la realidad no funciona, entonces se descarta. Hubo algunos textos y hubo algunas escenas que descartamos, estuvimos trabajando durante tres meses, dos meses fueron casi de puro laboratorio, de pura exploración y el último mes de montaje.

Y una vez que se hizo la curaduría de textos, de escenas, ¿cómo le pones música?

Desde el principio, casi desde antes de empezar a trabajar es lo que más escucho. Yo me la paso escuchando música, apenas me nace la idea de una escena empiezo a escuchar música, y la que siento que me da lo que quiero, la escojo, y es la que uso para la exploración y para la experimentación.

Que interesante, digamos a partir de un soundtrack tú le pones imágenes.

Sí, o al revés, como que tengo ciertas imágenes y me la paso escuchando música horas, horas, y de pronto escucho una que me da. O tengo como una sensación y entonces escucho la música que me da esa sensación, o que alimenta esa sensación, o que es compatible con esa sensación, y la tomo. O de pronto estoy escuchando música, me surge algo y digo ¡esta!.

En mi caso lo primero que aparece es la música, y estos últimos años que he trabajado y que he hecho la selección musical, que siempre lo he hecho así, lo único que es diferente es que ahora sí lo uso, y antes siempre trabajaba con el músico que hacía esa selección, pero después venía el músico, le mostraba los ensayos con la música que tenía, y hacía la música, que a veces se parecía, y a veces era muy distinta.

Siempre he trabajado muy a partir de la música, creo que la música tiene un tiempo muy específico, y cuando a mí me gusta una pieza musical, yo confío en eso, en todos los elementos que la conforman.

Finalmente tu formación es dancística y ahí está el acento. Háblame del vestuario, particularmente el femenino que regularmente es mucho más  lucidor y bonito que el masculino, como es el caso.

Ahora me he convertido en todologa… …en este país no queda de otra… …es increíble. Desde pandemia me pasó eso, nunca pensé que lo iba a hacer, nunca pensé que pudiera hacerlo, a lo mejor por inseguridad. También es rico tener el trabajo de mucha gente y la aportación de mucha gente, cuando tengo dinero invito gente que siempre me parece que suma al proyecto: un experto en escenografía, un compositor, un iluminador, se vuelve mucho más potente. Pero tengo la fortuna de tener un espacio donde puedo explorar, y la experiencia para poder imaginar el espacio. Hago la selección, no diseño porque no es diseño, pero selecciono el vestuario, y es lo que se hace. También imagino ¿cómo?, ¿por qué?, ¿cómo podría ser?, en este caso, al principio me las imaginaba a todas como al final, pero vimos que era demasiado, necesitaba algo más cotidiano. También es una exploración para mí el vestuario, aprovechando que tengo este lugar, aprovechando que hacemos laboratorio, el laboratorio de hace desde el vestuario; la música, si funciona o no; lo que sí hice casi arbitrariamente y lo monté, fue la escenografía.

Quedo muy bien, este telón de velos, translúcido, que al final es muy bonito con las espigas proyectándose.

Después de tanta historia, de tanta multimedia, que para mí es la imagen. La imagen que queremos dar sobre nosotros mismos, la imagen que tienen los otros sobre nosotros mismos, todo está tremendo por la imagen, sea la pantalla, o sea la imagen que yo quiero que mis padres tengan de mi. Cómo te ves, como te ven los otros.  

La pantalla frontal da excelentes resultados, para mí, siento que se podría prescindir de la lateral, porque la frontal es muy potente, y además, como se retroalimenta y eventualmente se ve la imagen multiplicada es poderosísima.

Sí, yo decidí que hubiera multimedia por la imagen, y ahí sí invité a César y el hizo todo este diseño de multimedia. Hay movimiento de cámaras, hay multiplicidad, se divide y nos dividimos, no entendemos lo que decimos, no encontramos nuestro eje, no encontramos nuestro centro. Cuando las parejas se empiezan a romper, hay una ruptura también, la multimedia también está trabajada, no es solo poner el video y ya, o el circuito cerrado, no, hay un trabajo que también influye y potencia la escena.

Tu elenco es numerosos, cinco mujeres y cuatro hombres.

Sí, eran 10, creo que vamos a regresar al elenco de 10, pero lo quise dejar así para no meter a alguien que no hubiera estado en el proceso. Creo que voy a meter al décimo, me faltó, y eso por el elenco, el dueto hombre-hombre.

Sí porque hay una pareja mujer-mujer y varias parejas hetero, y creo que sí faltaría la hombre-hombre y se completaría la diversidad.

Que bonito espectáculo, y que rico el diálogo que siempre organizas con el público, sin duda entre todos se retroalimenta, y sobre todo a ti, y a tu elenco.

Sí, es rico, al final creo que ese es nuestro objetivo, somos parte de esto. Como siempre digo, a veces nos vamos solos y nunca sabemos qué pasó exactamente, es rico también, imaginar quién sabe qué pasó, que cada quien se quede y quien no quiere compartir no comparte, se lo guarda.

También uno de mis objetivos es eso, siempre que hay un acontecimiento en la vida, y a mí me encantaría que las artes escénicas, la danza, el teatro, fueran  eso, y creo que nos falta ese diálogo, que fuera un tema, y que así como se comenta una película, o como comentan ahora las series, comentar, aprender. A veces creo que un poco la gente se siente alejada y le da un poco de pudor porque piensa que no sabe, o que no es experto, tampoco somos expertos en cine y opinamos y decimos, ni en política, y somos parte de. Y es como nos volvemos parte de, hablo de los bailarines, cuando los vamos a volver parte de la conversación de la gente, creo que en ese momento vamos a ser muy fuertes y nos vamos a dejar a la subsistencia de las instituciones culturales. Existimos para la gente y eso es lo que a nosotros nos alimenta; el contacto con la gente, con el público, que quiere ver, o no, su perspectiva, les damos un momento de belleza, o de plasticidad, de reflexión, o de lo que sea, pero para mí es lo más importante.

En Deseo es increíble. Deseo sí toca fibras sensibles, la gente sonríe durante la obra, vienen en pareja y se toman de la mano, pasa algo y se aprietan. Es muy bello Deseo y es lo bello del arte, cuando compartes una obra, una pintura, música, creo que eso es lo importante de las artes. Por eso existen los apoyos para que llegue a toda la gente.

Esa es nuestra real responsabilidad, con el público, y no cumplir con una institución. Tenemos que llenar o que acompañar esta sensibilidad y el desarrollo de esa sensibilidad. El arte modifica, está comprobadísimo que ayudar a recomponer el tejido social.

¿Hasta cuándo va a estar Nébula?

Sí tenemos gente vamos a seguir. Por lo pronto todo marzo, y vamos a ver si en abril a lo mejor cambiamos de día. Si seguimos teniendo público como lo tenido, vamos a continuar. El público decide

¿Por qué Nébula?

Nébula los últimos amantes. Por esta atmósfera que es y no es. No es concreta, no la puedes ver, no la puedes tocar, pero está y eso es lo importante

Desde 2017 Jessica Sandoval ha creado obras que combinan elementos de danza, teatro, fotografía, multimedia y música, lo que ha definido su estilo como único y envolvente, Sandoval continúa desafiando los límites de la expresión artística para ofrecer experiencias únicas al espectador. 

 


 

 

El teatro es de todos. ¡Asista!

 

Muy recomendable.

 

 

Nébula, los últimos amantes.

Idea original, dirección y dispositivo escénico: Jessica Sandoval.

Actuación: Pamela Altamirano, Karen Esmeralda, Aranza Bastien, Clarissa Nuñez, Loretto Blazquez, Hussam Nuñez, Chant Padilla, Mateo Cantú y Martín Saldarriaga.  

Diseño multimedia: Cesar Pérez.

Sábados a las 19:00 horas.

Un teatro, Av. Nuevo León 46 colonia Condesa.

 

 

 
 
 

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