Anónima es una obra que nos recuerda lo efímero de la vida. Acompañando a sus personajes A y B en un recorrido por sus recuerdos, nos comparten su vulnerabilidad, la importancia de reconocer lo valioso y afrontar aquellos recuerdos que nos hicieron aprender lecciones para adquirir experiencia; quiénes fueron figuras importantes, las despedidas, e incluso recuerdos sutiles que se quedan con nosotros y nos hacen únicos e irrepetibles.
Una historia sencilla y llena de asombro, un texto fresco y apto para todo público, en formato pequeño y con grandes actuaciones.
El Teatro Varsovia presenta Anónima, del dramaturgo oaxaqueño Francisco Reyes protagonizada por Juan Acosta y Adrián Alarcón bajo la dirección de Rodrigo González, con quien sostuvimos una interesante conversación.
Que bella obra, redondita: puesta en escena, iluminación, vestuario, actuaciones extraordinarias, y el texto, que es de lo que parte, y empecemos a hablar justamente del mismo.
Sí muchas gracias Salvador. Este texto es de Francisco Reyes, él es un joven dramaturgo mexicano, de Oaxaca, y vino a México como becario para la Fundación para las Letras Mexicanas y tras ese proceso es que escribió este texto. En el vemos mucha remembranzas hacia su tierra, los contrastes con las ciudades, estas regresiones hacia la infancia, esta nostalgia y este buen uso del lenguaje, que qué bárbaro, la verdad es que es tremendo como va describiendo las imágenes, no hay manera de que no se te venga a la mente todo el imaginario. Hace un gran uso de la imagen, además, como va llevando el texto en este teatro del absurdo, que nos mete primero en un limbo que dices primero, ¿qué es esto?, ¿de qué me está hablando?, ¿quiénes son?, ¿cuál es el planteamiento?, y poco a poco vas cayendo en cuenta, y luego te das cuenta que también gran parte es autorreferencial, tanto para él, como para el público como espectador, te va pegando paso a paso.
Es una obra compleja porque hay textos que son muy cortitos, de una palabra o dos, y muy continuos. Entonces es una metralleta, y es de una precisión extrema, porque no se le puede ir a nadie un pie porque entonces se vuelve un caos, un relajo la pieza.
Además también hay repeticiones. Hay una parte en la que uno de los personajes le dice al otro, cuando uno dice que es de un pueblo, le dice el otro: Tú no eres del pueblo, tú hablas muy bien para ser de pueblo. Exactamente estas preconcepciones, prejuicios.
Que uno piensa como urbano, aquí en las ciudades es donde hablamos bien.
Y claro que no, está la gente que sabe, y la sabiduría que existe en los pueblos, y más en pueblos como Oaxaca, que qué bárbaros, o si te vas hacia el sureste, a todas esas partes donde tienen una poesía increíble, círculos intelectuales que simplemente son desconocidos para la gente que vive en las ciudades, pero no es que no existan y que no tengan una profundidad, y bueno, ya ni hablemos de nuestras culturas prehispánicas.
No acabamos.
Exacto. Entonces el texto es de gran belleza, es entrañable, es profundo y así suavecito, suavecito, pero te deja ir a unas honduras tremendas.
Y es muy evocador porque cuando Adrián describe sus recuerdos del bosque con flores amarillas, uno ve el bosque con las flores amarillas, y es la magia del teatro, el cerebro del espectador es como el proyector de la película que va creando, por supuesto gracias al texto, y a una buena interpretación. Tus actores son de primera.
Sí afortunadamente.
Y es muy probable que el espectador llegue y diga: Que obra tan sencilla, y lo es, aparentemente: Dos cajas-cajones, dos grandes actores, y ya… …y una naranja… …una naranja que habla. Decía Julio Castillo: basta con un actor, un espectador, y a lo mejor se ilumina con la luz de un cerillo, y ahí está la magia del teatro. Ahí está el teatro.
Esa es la magia.
Y Anónima tiene esa magia.
Sí la difícil sencillez, decía Guillermo Arriaga. O sea, hacer las cosas sencillas, no es nada fácil, porque estás muy desnudo, muy desprotegido, con la nada, y con la nada tienes que generar toda esta atmósfera y crear las escenas. Creo que los actores lo logran y realmente construyen esos espacios, esos instantes, esas preguntas que al espectador le resuenan. Y vemos que ellos no recuerdan ni su nombre, y desde ahí parte, cómo necesitamos también del otro para existir, para ser, para trascender. ¿Qué sería de nosotros sin nuestros espectadores?, ¿Qué sería de nosotros si la sala estuviera vacía, si no tuviéramos un interlocutor, o si nadie fuera testigo de nuestras vidas? Entonces existiría esa carencia, como el árbol que cae en el bosque sin ser escuchado, ¿realmente habrá caído, habrá sonado?
El final es conmovedor, con ese abrazo, negado durante la obra. Es entrañable.
¿Y cómo decides montarla?
Nos reunimos Juan Acosta y yo primero, y me dijo, Hagamos algo más. Y dije, claro que sí. Estuvimos aquí en casa, saqué varios textos teatrales, mi montículo de opciones. Le dije, aquí están todos estos textos y hay muchas cosas, estos son de los que más me resuenan a mí, pero ve tú que te resuena. Y de las opciones que tenía, también se conectó con este texto, se lo presentó a Adrián, nos dimos cita los tres y dijimos: Vamos adelante, déjenme pregúntale a Francisco si está de acuerdo, hablé con él y estaba en un momento que quería remontar la pieza, pero no se pudo poner de acuerdo con sus actores allá en Oaxaca, que además, él tiene un espacio escénico en Oaxaca muy interesante, finalmente no lo concretó, y justo después le hablamos nosotros y dijo, Mira que coincidencia, algo por ahí estaría alineándose: Adelante vayan con el texto.
¿Cómo fue el proceso de montaje? volviendo a la sencillez, es bellísimo ver el escenario vacío, y que no le falte nada. Por supuesto que ir a las grandes producciones, y sí es necesario y se justifica, se aprecian estas grandes escenografías, que ya muy poco se ven, por costos, por supuesto. La cámara negra es un recurso que se utiliza mucho, y suele verse pobreza, pero no de recursos, sino pobreza de imaginación y de creatividad. Acá básicamente es cámara negra, dos cajas, y dos excelentes actores y la naranja, y no hace falta nada más.
Sí creo que es muy minimal, y además el texto así lo pide, el autor así lo concibió y así está escrito en el texto. Las cajas fueron aportación mía porque, bailarín y teatrero, le quise agregar un elementito que no rompiera con el espacio vacío y le diera también un meta significado a las cosas, y cómo estos elementos nos pueden permitir justo hablar de la mente y de sus recovecos, y de todo lo que pueden transformar con dos elementos muy simples, muy sencillos, pero que nos dicen mucho, tienen mucha significancia en distintos momentos y además me ayudan muchísimo para hacer un trazo muy ágil, muy continuo, que mantenga al espectador atento. El texto en sí mismo se defiende solo, pero para hacer lo que es propiamente mi trabajo de trazo escénico, de momentos de significaciones, de ir llevando las atmósferas, de poder transformar el edificio de legos, o irlo transformando en una barricada donde se esconden, o el lugar donde nos envolvemos a nuestros propios pensamientos, el carrusel, en fin, todas las imágenes que vienen ahí, que creo que vale mucho la pena explorar y así lo hicimos con este par de personajes.
Porque además esto les permite a los actores, a los personajes, jugar y lo vuelve lúdico. Las cajas pueden ser desde el útero materno, una cueva o una torre, sí le da mucha agilidad al montaje, efectivamente.
Sus creadores buscan con Anónima regresar a ese teatro despojado de artificios, que surge de nosotros en tanto humanos con necesidades y sentimientos. Vamos por la vida apresurados, buscando la felicidad, sin recordar que la felicidad está en vivir el ahora, en reconocernos y ver que a partir de nuestras diferencias podemos encontrar la pieza que nos complementa y nos hace sentir vivos.
Entonces este proyecto lo empiezas con Juan, a quien no conocía y me gusto mucho su trabajo. A Adrián sí lo conozco muy bien, desde hace mucho tiempo, entonces él se incorpora por invitación directa de Juan.
Sí, se reunieron, ellos ya habían trabajado en alguna otra obra, ya se conocían.
Yo nunca había trabajado con Adrián, si nos conocíamos y nos habíamos topado en el camino, pero nunca habíamos trabajado juntos y esta fue una oportunidad de hacerlo. Yo con Juan había trabajado antes en un montaje de los diálogos de Salvador Novo, que no es adaptación, le puse voces y lo presentamos en el Centro Cultural Helénico, y nos fue muy bien. Bailamos juntos en Muerte en Venecia en la ópera dirigida por Jorge Ballina, que fue fantástica. Así es, la vi y me encantó.
Pues ahí nos viste chapoteando en las aguas. Es fantástica esa ópera de Britten y por ahí hemos hecho algunas otras colaboraciones juntos, y además somos amigos y nos queremos mucho, y ahora se presentó la oportunidad de continuar trabajando desde esta dramaturgia que me encanta, me parece entrañable y que justo nos permite la reflexión, la profundidad sin el drama, o sin el melodrama, sino desde la tranquilidad, pero desde un planteamiento que nos lleva a un mundo interior muy hondo que nos deja pensando, o por lo menos a mí me deja pensando, por días.
Sí esta es de las obras que uno se las lleva, porque hay algunas que, a lo mejor te divierten mucho, pero a los 15 minutos ya se te olvidó y no trasciende, en cambio acá, en efecto te deja pensando y gozando.
Esta es para llevársela puesta.
Sí, y para siempre.
Esta pregunta creo que me la debería de responder Francisco, pero como no está, tendrás que hacerlo o intentarlo tú. ¿Por qué se llama Anónima?
Bueno yo pienso que es justo porque estos personajes no tienen nombre, y porque somos más allá de un nombre, no necesitamos esa firma para ser quien somos, esa como trascendencia del ser, a mí me parece, pero se lo voy a preguntar a Francisco y te lo responderé, pero en mi interpretación es eso.
Es tan noble este texto, que ahorita lo vemos con dos jóvenes actores, pero podríamos verla con dos viejos actores o viejas actrices, perfectamente podríamos verla con dos niños, o con dos niñas, o con un elenco mixto. Está fuera de géneros, de edades, de temporalidades, y eso es una maravilla.
Así es, es hermoso y es difícil de conseguir y, efectivamente sería muy interesante poder ver este texto con intérpretes de todo tipo. Además el texto, yo estoy seguro que tiene larga vida, y que seguramente alguien más lo retomará en el futuro y podremos ver sus muchas interpretaciones y sus muchas lecturas.
O podrías hacer como Jessica Sandoval que ha hecho Éxtasis con tres elencos distintos… …claro, ya veremos en el futuro pero por lo pronto estamos encantados con nuestros dos actores que la llevan muy bien… …actores con mayúsculas. Estamos por terminar la temporada y a lo largo de ella el público ha ido respondiendo muy bien, porque siempre las obras van tomando vida propia, a mí me puede encantar, pero yo creo que el público en general ha salido muy contento y ojalá que muchas personas puedan tener acceso a la pieza, y en esta gran labor ustedes son fundamentales, muchas gracias por el espacio Salvador, porque son nuestro vínculo con el público, con la gente, para que sepan que existimos, que estamos ahí, que estamos haciendo este trabajo que es muy hermoso, y que los invitamos y los conminamos a que no se lo pierdan en esta breve temporada.
Cuándo termina.
En octubre, estamos los miércoles a las 8 y esa es la proyección de la temporada. Parece que fuera más larga porque arrancaron en septiembre, son dos meses, pero en realidad serán ocho funciones, que es más o menos lo que da de temporada el Sistema de Teatros, nada más que son dos fines de semana, acá por lo menos tenemos un poquito más de tiempo para trabajar, para investigar, para entrevistar, gracias, para escribir. Me vino a la memoria una película que es igual de entrañable Cinema paradiso que es un dulcecito que uno trae siempre en el corazón, y así es Anónima, porque, de verdad, lo remite a uno a todo y no hay forma que uno no se identifique por lo menos en algún momento con alguno de estos personajes. Y eso es un logro inmenso, que bueno que tenías el texto, que conoces a Francisco. Cuando vienen muestras de teatro de provincia, hay que ir corriendo a verlo porque vale mucho la pena revisar los trabajos de provincia.
Muchísimo talento y no tienen esta difusión o este alcance que el centralismo que vivimos, inevitablemente nos lleva a esto, pero efectivamente, hay que aprovechar de escuchar estas otras voces. Que, como te decía, hay un talento enorme en el interior de la república que vale mucho la pena escuchar, y este es un gran ejemplo de ello.
Totalmente, un gran, gran ejemplo. Duda, Francisco es joven, yo lo imagino joven. Es joven, es muy joven. No se cuántos años tiene exactamente pero es muy joven. Quedó de venir en algún momento de la temporada, espero que esté por acá, para que tengamos esa experiencia con él en la sala.
Valdría muchísimo la pena. Anónima es como un perfecto rompecabezas, en donde cada pieza embona perfectamente y el espectador lo disfruta, pero, detrás de esto ¿qué hay?.
Hay un trabajo de los actores muy fuerte, emocionalmente es súper desgastante para ellos, porque lleva muchísima contención, no están en el drama hacia afuera, o en la comedia de la carcajada, es una línea muy delgadita. El tono fue complicado conseguirlo para que estuviera en la temperatura adecuada y que no se pasará de tueste, que no nos fuéramos a un infantilismo, o a un melodrama, o a una cosa como fársica, que fácilmente te puedes ir. Entonces encontrarle el tono fue un hallazgo que pudimos conseguir, y a cuidarlo para que no se salga de ese lugar que me parece que está en su ecualización correcta.
Si es el punto exacto, y cualquier pequeño movimiento y se va la fuerza y se puede volver grotesco, se va al melodrama y se vuelve lacrimógeno, y no tiene nada de eso.
Ahora, hablando de géneros, de tonos, tu formación es dancística y esto es puro teatro.
Sí así es, yo vengo de la danza, pero poco a poco me fue coqueteando el teatro, claro, en la escuela llevas actuación y lo que tú quieras, pero es básico y a mí me invitaron a trabajar algunos directores y yo les decía: Pero yo soy bailarín, que conste, si no les gusta a mí me dicen que no, y yo no me voy a ofender ni mucho menos, no es mi elemento, no es mi herramienta. Yo hago lo que me pidan y si les funciona encantados, y si no, no pasa nada. Pero no, más bien se quedaban contentos y entonces pude hacer teatro, después cine, tele, pero me regresé definitivamente a las tablas, que es lo que mas me gusta a mí, las artes escénicas, y estuve bailando muchísimo, después empecé a hacer coreografía, entonces ya dirigía danza y después empecé a hacer cosas con texto, y luego a mezclar danza y texto, luego puro texto, y ya hice algunas cosas en teatro, me fue bien en la crítica, dije, Ah bueno, si les gustó yo voy a seguir haciendo teatro. Y ahí me seguí haciendo otras piezas teatrales, otras dancísticas y luego las mezclo, disfruto mucho lo que hago, definitivamente me siento muy afortunado, muy privilegiado.
He tenido oportunidad de ver varias piezas tuyas de teatro, se nota que lo disfrutas, y se ven los resultados.
Ahí una similitud con Jessica Sandoval, igual que tú, su formación es dancística, yo la conocí como bailarina se fue metiendo más al teatro y ahora los dos, otra similitud, ya tienen sus teatro, ella …un teatro y tu… … el teatro Varsovia.
Que es maravilloso y bellísimo, cómodo, súper accesible, y lo que hicieron para recuperar este espacio.
Si fue una locura pero valió la pena, aquí los frutos. Vamos a cumplir tres años, es muy poquito, lo que pasa es que ha sucedido, pero de todo, es un espacio muy habitado que afortunadamente el gremio lo hizo suyo, que era la idea y era lo más difícil de conseguir, pero lo más importante, porque efectivamente han pasado cientos de compañías de teatro, de danza, de circo, de música y de cabaret, de todos los géneros y siempre tratando de cuidar que los contenidos sean de buena calidad, artística y cultural de valía.
Que ofrece una una programación nutrida y muy variada.
Exacto, entonces el público tiene muchas opciones y los artistas tenemos un espacio más para presentarnos, que siempre hará falta, y más para la danza qué tenemos poquísimos espacios para la danza.
Solo la parte que le corresponde de las tres grandes instituciones culturales de México, el INBA, el CENART y la UNAM.
O sea, hay tres teatros para danza en la ciudad, por no decir en el país. Y los teatreros tienen muchos más espacios, este no es un espacio solamente de danza, pero desde luego, siendo nuestro origen tanto de Raúl como mío en la danza, la danza tiene una presencia muy importante en nuestra sede y nos llena de gusto.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Absolutamente recomendable. Entrañable.
Anónima de Francisco Reyes.
Dirección: Rodrigo González.
Actuación: Juan Acosta y Adrián Alarcón.
Música original de Alonso J. Burgos.
Teatro Varsovia. Varsovia # 9 casi esquina Reforma, frente al Ángel de la Independencia.
Miércoles 20 horas, hasta el 30 de octubre,
Los boletos están disponibles en Ticketmaster y taquilla del recinto.
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