Ángela Peralta fue una soprano y compositora mexicana del siglo xix de fama internacional, conocida como El ruiseñor mexicano y llamada Angelica di voce e di nome en Italia. Antes de los 20 años conquistó los principales escenarios europeos y fue la primera mexicana que actuó en el Teatro de la Scala, de Milán.
Obligado asistir a la Master Class que la excelente académica Fanny Sarfati dicta todos los jueves de octubre, en El Círculo Teatral, para conocer a esta ilustre, y lamentablemente muy poco conocida mexicana de fama internacional.
Platicamos con Gilda Salinas, investigadora y autora de una biografía de Peralta, y también de la obra que simplemente lleva el nombre de la soprano.
Qué bonita obra, y hablando en términos convencionales, formales no es propiamente una obra de teatro… …es una obra didáctica… …yo diría que es una master class perfectamente teatralizada… …bueno, esta bien… …con una actriz de primera… …es muy buena actriz… …excelente interpretación, es empática, simpática, y la pieza está cargada de toda la información posible. Supongo que no te fue fácil, ni rápido llegar a esto.
No, para nada, porque cuando yo hice la obra, que ya tiene un ratito que la hice, en realidad empezó por un libro que se llama Equilibrio en la cornisa, después, cuando escribí otro que era Equilibrio en la cornisa, ya que le puse dos, entonces este se volvió el uno, que era de muertes inesperadas de mujeres en la historia, el primero. El segundo era de hombres también con muertes, algunas no tan inesperadas, porque algunos se la buscaron, como Freddie Mercury, como James Dean, son una serie de personajes de la historia que algunos no están cercanos, y lo mismo para las mujeres, todas con muerte inesperada. Entonces yo empecé por ahí, pero como era una mujer tan lejana en el tiempo, la mezclé con María Callas, hice dos que iban mezcladas; una de Sissí, emperatriz, con la actriz que la hizo, Romy Schneider, el otro estos dos, María Callas y Ángela Peralta.
Muy bien este par de mancuernas.
Además, de verdad porque tenían muchas cosas en común ambas. En este caso María Callas aprendió de Ángela Peralta, la primera vez que vino a México, y que una persona le dijo, porque estaba hinchada y le fue mal en la presentación: Usted tiene problemas de tiroides. Y lo mismo le pasaba a Ángela Peralta y entonces ella fue cuando se apropió del mi sostenido, lo implementó, y de ahí ya perdió el ser el MI de México, sino una forma de expresión de María Callas y se acabó.
Pero aprendí de ella y desde luego como no había mucho de dónde buscar tuve algunos desaciertos o interpretaciones que no eran correctas, que después para hacer la obra tuve que volver a clavarme y sacar cuáles eran las piezas que había interpretado, porque ya para entonces el buscador de Google te permitía tener más información. Y había varios, claro que no les crees a todos... …no p, hay que verificar, cotejar, es parte de la labor del investigador… …así es, y sí me gusta la investigación.
Entonces cuando logré una pieza completa le dije a Mario Ficachi, Oye Mario ¿te gustaría que montáramos esta obra?, me dijo, Sí, sí me gustaría. Pero necesitamos una actriz de mucho carácter. Pues tú dime. Dice, Pues dile a Fanny. La acababa de ver él en otra obra que tiene, que se llama El ángel de Varsovia, monólogo de otra gran mujer. No para, pero además tiene una memoria maravillosa, que bárbara. También tiene Camille Claudel en Horas contadas, en cortito. Y bueno, como se acuerda de todo, y no confunde y no mezcla qué barbaridad.
La invitamos a una lectura, y cuando terminó la lectura le dije: ¿Te gustaría interpretarla?, me dijo: ¡Sí!, así de rapidito y me hizo mucha tranquilidad porque sé que es muy buena. Ahí arrancó el proyecto ya para trabajo de y para empezar a ver a dónde nos íbamos con él y todo esto.
Ha sido una experiencia muy agradable porque los tres resultamos muy buenos en esto de: Oye, esto no fue así. Ir ajustando detallitos, detallitos, detallitos. Por ejemplo, en una función, unas personas que estudiaron música en el conservatorio me dijeron: El conservatorio se abrió en 1866, y si tú dices que tenía 8 años era en 1853, así que no era el conservatorio. ¡Ay caray! eso no me lo había dicho nadie entonces hubo que ajustarle ahí y hay que ajustarle porque lo comento una persona preparada en el tema, no puedes quedar mal.
Es que es un trabajo fino, de filigrana.
Si, y de repente se te va una cuenta, y resulta que para hilarla, creo que podemos hacer esto, porque las imágenes del video ya están puestas, porque sí estudió en la academia que había abierto Balderas, antes de que el Conservatorio empezara a funcionar. Que supongo que Balderas se fue, no hay tanta información de Balderas tampoco, se fue con Ángela y con su padre a Europa, un tiempo estuvo ahí y luego se regreso, y ahí fue cuando le pidieron que estuviera como profesor en el conservatorio y ya se abrió.
Puede no ser un error grave, pero finalmente es una imprecisión, un dato incorrecto.
Un dato incorrecto que además es histórico. Yo siempre he dicho, yo no soy historiadora, pero sí estoy sosteniendo una verdad, quiero que sea la más apegada, que no me digan, todo eso es puras mentiras, porque eso le da al traste a todo el resto del trabajo.
Claro, porque no es una ficción que dramatice la vida de Ángela, y se se falseen cosas en aras de una teatralidad. Aquí, lo reitero, es una Master class.
Sí. Por cierto ¿te acuerdas de la que hizo Diana Bracho, de la Master class de María Callas, así se llamaba. Más o menos ahí nos vamos.
Con Diana había alumnos en escena, acá está sola Fanny, y a la función que fui la reacción del público fue muy buena, que, he de confesarte, me pareció excelente, se veía gente de cierta edad, y culta, y está perfecto, sería absurdo e impensable, que ustedes quisieran pretender saturar el teatro con el público que llena Lagunilla mi barrio, y no lo digo de manera ofensiva, son espectáculos distintos, y que bueno que haya público para todas las obras… …estoy de acuerdo… …y este público de ustedes me pareció exquisito, culto, exigente, que sabe quién es Ángela Peralta, y no solo un teatro al aire libre en Polanco.
O el teatro en San Miguel de Allende donde, para mí, nació la idea de escribir su historia.
Y otro en Mazatlán, su ciudad mortuoria. Lamentablemente sí tenemos que decir que en este país la cultura nunca ha sido importante, entonces hay mucho desconocimiento de personajes que aportaron mucho a la historia y la cultura de México. En este sentido, platícame de los muchos monólogos que has escrito, de mujeres importantes, con aportaciones a la cultura, la historia, la ciencia.
Correcto. Fíjate que justo del libro Equilibrio en la cornisa, le pedí a Sylvia Pasquel que me lo presentara en uno de los auditorios de Pemex. Fue muy generosa conmigo porque no me conocía tanto, ella había hecho una obra mía, Nahui Ollin, virgen perversa, pero no éramos tan cercanas, y se portó muy generosa, que de repente Sylvia tiene esas actitudes muy generosas. Leyó todo el libro y dio lectura a algunos fragmentos de Isadora Duncan, que la hicieron llorar, y eso impresionó mucho al auditorio, a la gente que estaba ahí, desde luego que compraron el libro.
Después de eso me dijo, deberíamos hacer esto en obras de teatro. Algunos sí se pueden, otros no. Por ejemplo, las Bronte no puedes, porque la historia es una persona escribiendo una carta. ¿Cómo pones a una mujer en el escenario escribiéndole una carta a su hermana?. No, eso sí es para ser leído.
Entonces tuve que hacer una selección de cuáles podían ser, y cuales no estaban ahí, pero que podrían estar. Hice una primera selección, la primera la hizo ella, que le gustó mucho, Isadora Duncan, así que se quedó Isadora Duncan, Violeta Parra es otra de las que se quedó, que la hizo Carmen Navarro y la hizo sensacional, me gustó muchísimo, tanto que me hizo llorar, a mí, que yo le escribí, fíjate, estuvo poderosa.
Después de eso yo me seguí haciendo las que era posible hacerlas, y las que no, como Marilyn Monroe, que no estaba en el libro pero que sí era una figura importante, con mi versión de lo que le pasó, que tampoco puedo decir si es, o no, pero nadie lo puede decir porque ya se hicieron muchas investigaciones y no ha quedado claro. Entonces yo decidí que esta era mi versión del asunto.
Se puso esa, se puso Amaya Estilo, esta historia de esta cantante buenísima que rompió moldes en un tiempo, brasileña, y que también tuvo un fin triste. Hay personas que no nacieron para manejar el éxito y no saben ni que hacer con el dinero, entonces todo se vuelve insulso, todo lo compra, no importa.
Esto empezó a crecer y dije, voy a hacer la historia de Sissí también, y voy a hacer de otras reinas, y así nació Carlota, la de Maximiliano, que tenía muchos muchos valores y aportó mucho más a México que el mismo Maximiliano. A Maximiliano le encantó la cultura mexicana pero no le importaba mucho lo que pasaba en el gobierno, o ya estaba decepcionado, yo no sé, pero él se iba a Cuernavaca a pasarla de manera bucólica, y Carlota se quedaba en México a resolver cosas de política.
Nacieron Juana la loca, que en realidad era Juana primera de Castilla, con mi versión también, de si estaba o no estaba loca, porque tampoco han podido descifrarlo, hay a favor y en contra, entonces cada quien puede tomar el partido que quiera, viendo ahí, era berrinchuda, sí, pero hasta ahí creo yo.
Y empezamos a hacer mezclas, había un personaje que, desde que estudié con Hugo Argüelles me encantaba que era Tecuichpo, esa personaja me la presentó él, me hablo de ella y dije, yo también voy a escribir de ella, de ella con mi versión del asunto, porque él hizo Águila real hablando de la personaja, y yo decidí hacer la historia de Tecuichpo, lo que me contó Hugo no era todo, porque tampoco hay información. Bernal Díaz del Castillo y todos los que escribieron de ese tiempo, apenas la mencionan, y resultó muy complicado buscarla, pero logré conformar al personaje, su perfil, y entonces está ahí el monólogo. Todos los monólogos que se han puesto en Horas contadas desde hace 8 años son míos. Entonces tengo como treinta y tantos monólogos cortos, y otros largos.
Y estos se han presentado en el Foro Sylvia Pasquel… …sí, y de hombres también hicimos.
¿A Rosario Castellanos no la hiciste?, que también tuvo una muerte “rara”.
Qué cosa, de repente sucede. A lo mejor hasta ahí era lo nos tocaba ahí estaba la rayita. Yo pienso que las muertes de esas personalidades que dejaron una herencia, que dejaron una personalidad única que queda en la historia, pero tenemos mala memoria, sobre todo relacionado con mujeres, porque luego hicimos Freddie Mercury, Elvis Presley, John Lenon y Víctor Jara, puros cantantes, es la única vez que hemos metido hombres, bueno, que ha metido Sylvia obras mías con hombres, y no jalaron tanto como las mujeres, bueno Freddie Mercury sí encantó, y luego iba la gente nada más a ver esa porque era teatro express. Víctor Jara, las personas que la veían, salían tan conmovida, a mi me conmueve su historia y creo que lo transmití muy bien, me decían, No sé si aplaudir o llorar amiga. Pues bueno lo que tú sientas está bien.
Las dos cosas… si. Y han sido una tras otra tras las temporadas y van dejando gratas experiencias, personajes que la gente se interesa y empieza a buscar, y que se le quedan.
Esa parte didáctica es maravillosa, porque si sale uno buscando, y ahora ya ni tiene que ir a la librería, ni a las bibliotecas te metes a Google y ya, pero sí es fascinante. ¿Qué te ha dejado todo esto?
Pues mira, precisamente Antonieta Rivas Mercado a mí misma, ya habiendo terminado la obra, dije, No, no vaya a ser. Y me lancé a la casa de la Rivas Mercado… …la de Héroes, en la Guerrero… …exacto, hacen un recorrido los sábados, no sé si los domingos también. Me encantó la casa, entendí cosas, le hice ajustes a la obra y desde luego, descubrí otras cuestiones, además, de la verdad oficial, tristísimas, por ejemplo, que fue lanzada la fosa común porque nadie reclamó su cuerpo.
Además se supone que en Notre Dame nadie se ha suicidado.
Oficialmente no se suicidó, se la llevaron con el balazo, pero no se había muerto, tres días estuvo en el hospital.
No murió en la catedral, eso no lo sabía.
Te digo que le esculco cositas que no sean de común denominador para que, Ah, mira. Esto no me lo sabía. Exacto, esa es la reacción.
Volviendo a Ángela Peralta, por supuesto que sabía quién era, no sabía que era tan pequeñita pero si que era poco agraciada y que era un portento de voz, única en el mundo en su momento. Quien va, lo disfruta y aprende mucho de esta obra de teatro que es una clase magistral.
Está muy bien colocada y es cierto, la master class que dio supuestamente María Callas con Diana Bracho es exactamente lo mismo, la única cosa es que ahí, me acuerdo que cuando me tocó ir, llegaron un grupo de mujeres que venían creo que de Guanajuato a hacer un recorrido, y llegaron un poquito tarde a la obra, y Diana no se desconcentró, sino que las regañó.
Como alumnos llegan tarde a clase.
Exacto, y esa fue la reacción de las mujeres. Si maestra, nos vamos a sentar ahorita. Fue muy lindo creo que el equivalente que acabas de hacer es correctísimo.
Lo reitero, Fanny con energía, con seguridad, ignoro si forma parte del montaje, hubo algún detallito pero inmediatamente lo solucionó.
Si, se equivocó en una palabra.
La verdad es que hablamos horrible todos, todos, somos humanos y dice un dicho que el que tiene boca, se equivoca, de repente dudamos, pausamos, usamos muletillas, hacemos cacofonías, pleonasmos. Hablamos, yo digo, con faltas de ortografía, que, por supuesto, es incorrecto porque es verbal y no gráfico.
Sí, porque además, no lo escribes, no lo piensas, nada más sale como respuesta.
Pero también está la capacidad de la gente de corregir, de retomar sin decir nada, y la actuación de Fanny es extraordinaria. Le ayuda que el texto es hermoso, poderoso. La puesta en escena es muy bonita, que va muy acorde, son las ilustraciones perfectamente sincronizadas, y creo que forma parte las reglas de la docencia.
Así es, y además, de la actual docencia, porque ella es una maestra actual, antes eran mucho más formales con sus trajes sastre, y no, aquí ella va como se visten ahora, lo cual está muy acorde al tiempo y a la gente que va a verla.
Por ejemplo, la parte que sí es dramatizada cuando aparece el cuerpo de Ángela ya en sus últimos momentos, también es muy bonito, ahí se rompe la master class y se dramatiza porque también sale un personaje, en video, hacienda al administrador, galán, marido.
Marido, Julián.
Que como repartió todo, no sé de haber quedado con mucho.
No, sí se quedó y luego vino a pelear las propiedades, pero no lo logró. Era hermano del procurador, entonces decía. Me voy por la libre, yo aquí soy el que parte los quesos.
Y esa parte que sí rompe lo hacen de una manera tan sutil, que no se siente una ruptura. Cuando la académica va por el cuerpo de Ángela, la acuesta, la tapa para que de su último aliento. Es muy bonito.
Es muy dramático, ahí si la gente se conmueve mucho, porque lo que piensa, ahí, tan chiquita, ahí si la visualizas del tamaño que es, y entonces piensas. Esta mujer a la que amarraba a un palo para que cantara.
Me acordé de Evita, Eva Perón, cuando desfilaba que le ponían un corsé y la amarraban para que fuera muy derechita.
Sí, porque el cuerpo de repente ni es tan derechito y tiene males, o sea que reacciona su necesidad, y esta misma mujer que llega a un puerto sin tener la menor idea y que en tres días se muere.
Llega sana y en tres días se muere. Lo dice Fanny a través de tus palabras y ahora sabemos perfectamente lo que es una pandemia.
Es una pandemia, sí verdad porque ahora ya la vivimos, pero en ese entonces, y se propagó a otros lados, así como la trajeron, así se fue también. Y luego hay un chiste que no toda la gente entiende porque, a lo mejor no sabe lo suficiente, pero cuando dice que mandó a Juventino Rosas a escribir un vaso sobre las olas, porque lo escribió, pero la gente no conoce el vals Sobre las olas, entonces solamente unos poquitos lo entienden. Y así fue, compuso y no lo dejó estar en la junta porque era un chamaco de 15 años.
¿Cómo te sientes?, ¿lo que escribiste es lo que ves?
Es maravilloso y estoy convencida de que es trabajo de equipo, los dramaturgos y las dramaturgas escribimos, pero una vez me dijo Marta Luna, La primera obra que yo dirigí de Víctor Hugo Rascón Banda, no era lo que tu viste, era un texto que se quedaba abajo, porque además era corto, yo hice y deshice y total que logré la dimensión que la obra debía tener, y tuvo mucho éxito. El director puede subir o destruir una obra, los actores pueden subir o destruir una obra, para esto también hay una escenografía, una musicalización, un teatro que sea acorde, y cada cosa va aportando al teatro. En este caso la chica que nos asiste como técnica, también tiene un peso, porque si se equivoca en la mandada de las imágenes o que no sea el tiempo correcto, todo eso hay que tenerlo muy claro.
Particularmente cuando se dramatiza que va sincrónico, porqué hay pausas en las que habla Fanny, y si no está correcto se enciman los dos audios.
Así es, y la cara de él, mientras ella habla, hay reacciones… …hay interacción entre la actriz y el video…… y ahí fue una aportación de Mario porque al final dice, Eso lo vamos a saber la maestra, el público presente, ustedes, y yo, o sea involucra a todos. Yo al principio dije eso no me gusta por qué, porque el público presente, pero sí, porque es testigo.
Somos los alumnos que estamos tomando la clase.
Si, y ahí están, y ya pasó la historia a la historia. Dice Mario que él está seguro de que Julián si tuvo relaciones con Ángela, yo no. Para que veas la perspectiva de un hombre y la perspectiva de una mujer, no porque peleen, es una perspectiva distinta.
En una entrevista que me hicieron dije: Bueno la perspectiva del hombre que escribió la historia durante muchos años, es distinta. Y ahorita la versión que está recibiendo Mario es de un escritor que hizo también una biografía de Ángela, donde dice que así fue. Pero ¿alguien estuvo ahí?. ¡No!. ¿Tenía derecho a haberse casado con ella? Hay una cosa que tuvieron que quitar porque la figura de Ángela no daba oportunidad de que se hiciera. Uno, esto yo lo leí del periodista que estuvo ahí, el que el dice que vaya, que hizo un librito y que Braulio Peralta me lo obsequió, y de ahí saqué información que no sabe la gente de ella. Uno de los testigos le tomó la cabeza porque ya se había muerto, para que dijera que si.
Y eso es una brutalidad, es una desgraciadez, es una falta de respeto no solo a la muerta sino a la personaja que representaba, la fuente de trabajo. Eso me pareció brutal pero no se pudo hacer, de todos modos la actitud de Fanny es de tal tristeza, está conmovidísima que a lo mejor ya no era necesario, yo todavía pelee un poquito por eso,
Pero en realidad soy una dramaturga muy afortunada, muy afortunada tengo esa puesta, tengo Horas contadas que estuvo desde mitad de septiembre y va a estar noviembre. Tuve Sylvia Plath en La Capilla, y que también es obra mía que son puros monólogos. Y tengo la gran ventura de decir que Voila París ha tenido cinco temporadas, exitosas para ser una obra de monólogo, que además se pone aquí, se pone allá, muy seguido. Se estrenó en Un teatro, y recién se dio una función que fue contratada para beneficio de una sociedad que se llama Género X, de inclusión yi personificación, que está haciendo un trabajo para culturizar, para abrir oportunidades de cultura para la gente LGBT, lo cual me encanta porque una cosa que dijo la directora el otro día, es que la prostitución no es el único camino. La función fue buena, fue en el Museo de Memoria y Tolerancia, un apropiado espacio, tuvimos una asistencia, porque ahí estuve, como del 60%.
Te felicito, dramaturga prolífica y muy montada con varias obras en cartelera, no abundan casos similares, tampoco de autoras en narrativa, con una treintena de títulos publicados.
El teatro es de todos. ¡Asista!
Muy recomendable. Entrañable.
Ángela Peralta, de Gilda Salinas.
Dirección: Mario Ficachi.
Actuación: Fanny Sarfati.
El Círculo Teatral Veracruz 107 Col, Condesa.
Jueves 20:30 horas, hasta el 31 de octubre.
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