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Constante juego en la transformación de los personajes. Texto y fotos: Salvador Perches Galván.



Mientras papá ya casi no habla, mamá trata de comunicarse con su hijo Kun, quien no despega la mirada de la pequeña pantalla.

“Haz algo de provecho, deja de estar pegado al “teléfono”, salva al mundo entero”. El joven, nacido el siglo pasado, planea un regalo, el tiempo sigue pasando, y un mal tiro de dados abre un infierno del que no habrá marcha atrás.

De eso va El futuro según Kun, escrita por Antón Araiza, interpretada por Gianni

Ríos y dirigida por Ginés Cruz, tercia de ases que concluye su quinta temporada ahora en el foro de Un teatro.

Platicamos con el talentoso y creativo de la puesta en escena.

Han sido temporadas muy cortitas, apenas ha de ir como la función número 20, nos informa.

¿Cómo se da el encuentro entre tú y Antón, cómo llega a ti Kun?

Fue una propuesta que me hicieron. Un día estábamos en una reunión y Antón me contó que tenía un texto qué le había escrito a un chico de Chihuahua, este chico le pidió un texto sobre el narco y las víctimas colaterales, la guerra del narco en el gobierno de Calderón como gran tema, en ciudades como Chihuahua, Ciudad Juárez, en dónde fue más trágico el asunto.

Este chico le pidió el texto a Antón, Antón lo escribió, a la mera hora el chico no pudo montarlo y el texto se quedó en el cajón. Gianni, que también es de Chihuahua, en algún momento lo leyó, le gustó y ambos me propusieron la obra para que yo la dirigiera. Gianni acaba de salir de la ENAT, no tiene nada que egresó, vio un trabajo mío, Volver a Fuenteovejuna, le gustó y me contacto. A Antón ya lo conocía, a Gianni no, no había trabajado nunca con él. Así fue el encuentro me hicieron la propuesta, me atrajo el texto y dije va y aquí está el resultado.


Tú puesta en escena es muy atractiva, visualmente es muy rica y tiene mucho movimiento, Gianni no se está quieto un momento y, además, no interpreta a un personaje, le da vida a muchos, la escena con su mamá, por ejemplo, es extraordinario, no solo es un cambio en la entonación de la voz, también modifica la expresión corporal, las posturas. ¿Cómo se te ocurrió este trazo escénico?

Siempre me ha interesado el trabajo corporal, las exploraciones cercanas a la danza y al trabajo del teatro físico. El encuentro de trabajo del teatro, la danza y el movimiento siempre me han gustado. Cuando hay textos que me dan chance de jugar con ello, intento jugar y esta obra me daba oportunidad de eso.

Está la opción del actor diciendo el texto nada más ahí sentado o hablando. Pero me gustaba esta otra propuesta, sobre todo porque es un personaje que está en constante movimiento, no como tal, es un personaje joven qué está confrontando al mundo, que está luchando contra el mundo, que está intentando entender el mundo y entonces me gustaba poder reflejar a través del cuerpo ese constante movimiento, está confrontando a la generación previa a él para poder lograr su propia esencia.


Saber que Gianni tiene preparación en danza, qué tiene un trabajo físico interesante, a partir de eso dije ¡Aquí estoy!. Me gustó hacer estás exploraciones con él, fue un trabajo de mucho tiempo de exploración con el cuerpo, de prueba y error, de ver que se quedaba, que nos gustaba, ver que significaba, ver que funcionaba, y sobre todo me interesaba la tensión con el único elemento en el espacio, que es el muro, por lo cual también dirigí la obra así.

La confrontación de este hombre todo el tiempo con el muro, y que todo el tiempo haya acciones contra ese muro. Parte de este discurso, a Gianni le costó trabajo entenderlo, como que no lo lograba, pero un día encontró claramente que era la metáfora de la lucha de Kun contra el mundo. A partir de esa confrontación fue que surgió todo, en realidad todo el movimiento surge de la confrontación con el muro, todo lo que ocurre al confrontarlo físicamente, de ahí surgió la idea.


A través de toda esta expresión física, de este lenguaje corporal, también se muestra lo que es una palabra clave en el texto, la vulnerabilidad, y no solo la de Kun, también la que tenemos actualmente todos los mexicanos ante esta situación.

Sí, está vulnerabilidad es justamente la que me dio pauta para explorar la parte física con Gianni, este encuentro con lo interno y que él sabe explorar muy bien, con esa gran sensibilidad que tiene el personaje, que a veces raya en lo sarcástico, pero al mismo tiempo, es un personaje que, al estar confrontando al mundo, se encuentra vulnerable. Si tiene que ver con esto.

Y justo con el cuerpo va creando a todos los personajes, hay momentos que están en constante movimiento, a veces se pausa el movimiento para ir definiendo los personajes a partir de lo corporal, por ahí fue también la exploración, y si, la vulnerabilidad es algo importante para Kun.


¿Qué significado tiene la cuerda con la que él está atado?

Estábamos buscando algo que ejerciera presión en su cuerpo, que no solo fuera la confrontación con él mismo, sino que materialmente estuviera de muchas formas, imaginamos algo mucho más grande que lo estuviera controlando, acotando, incomodando, tuvimos que reducirlo a un elemento simple y encontramos en esa cuerda, ese elemento que lo está apretando, que lo está asfixiando, que lo vuelve vulnerable, lo molesta, que lo hace sentir incómodo, no solo el muro, algo en el cuerpo que le provocara incomodidad. Me acordé que en la filmación de El ángel exterminador, Luis Buñuel, comentaba que buscaba algo que incomodara a su elenco todo el tiempo, y por más que lo intentaba, no lo lograba a partir de la actoralidad. Un día les puso miel y eso les provocó esa incomodidad, entonces a mí se me ocurrió buscar algo que incomodara a Gianni en el cuerpo, no le iba a poner miel pero si algo que lo hiciera sentir incómodo. Con la diseñadora de vestuario, Carolina Jiménez, llegamos al recurso de la cuerda.


Kun es un joven de este siglo, le habla frontalmente al público, joven y adulto. Un recorrido veloz por su corta vida, expone cómo observa al mundo, lo difícil que es comunicarse y la sensación de prisa que lo ahoga y asfixia, cuando parece que hoy se nace sin tiempo y con la consigna generacional de hacer algo de provecho para él y el resto del mundo. ¿De quién es la culpa?


En este caso, se libera de esa incomodidad.

Hay una liberación, una reivindicación del personaje en el momento en el que suelta un poco eso, es como soltar los lazos de los padres, es mucho el tema del personaje con su padre, su madre y la historia que lo marco.

Aunque el muro sigue ahí, el muro también representa todo ese peso y es inamovible, por más que intente moverlo nunca lo logrará.


El trabajo de Gianni Ríos es notable, el desdoblamiento que logra en tantos personajes, cambia la voz, cambia la actitud, cambia el lenguaje corporal, es verdaderamente plausible.

Desde el texto se plantea que el actor que lo interpretara, hiciera un constante juego en la transformación de los personajes. Yo quería la transformación compleja de los personajes y va por ahí, sin embargo, a pesar de que cambie el personaje, sigue siendo Kun el protagonista de la obra.


¿El formato es monólogo o se adscribe a otro tipo de espectáculos en dónde hay un solo intérprete, un unipersonal, por ejemplo?.

Con Gianni también lo hemos platicado, y se trata de un monólogo. El unipersonal es una creación no textual, es decir, no hay un texto base, y el actor va generando la anécdota y toda la situación con el director, va generando lo que se dice y las acciones, pero en este proyecto si hay un texto base, texto que se genera a partir de la personalidad, no de Gianni, sino de un personaje, que es Kun. Gianni le presta su cuerpo, su voz, su energía a Kun y a todos los demás personajes, ahí está la diferencia, el unipersonal se crea a partir de la propia vivencia del actor.


En esta quinta temporada apenas se acumulan una veintena de funciones, está pequeña temporada en Un teatro aportó 6.

Sí, fue cortita, estrenamos en la Villaurrutia, qué me gustó mucho cómo quedó ahí, estuvimos en La capilla, en la Sala Novo, en el CENART dimos una función, ha viajado a Tlaxcala, a Chihuahua, se está moviendo poco a poco la obra, tiene un año y tres meses que la estrenamos.


Cómo los lugares comunes vueltos dichos que se mencionan en la obra, Kun Tiene mucha vida por delante, pero por lo pronto, concluye su breve temporada en Un teatro, esperemos que Kun pronto esté de regreso, vale mucho la pena.

El texto es muy divertido, aunque tiene un final ni amable, ni complaciente, reflejo de lo que está pasando en este tan golpeado país, no desde hace 3 sexenios, cuándo inició la llamada guerra contra el narco, porque esto es de historia más añeja, se recrudeció hace 18 años, pero lamentablemente no ha mejorado nada. El número de desaparecidos en este país es verdaderamente alarmante, escalofriante. El futuro según Kun, como buena comedia, evidencia los vicios de la sociedad. Este joven personaje, en su búsqueda por encontrar su lugar en el mundo, cuando finalmente está satisfecho por haber encontrado el regalo ideal para su madre, que el mismo termina haciendo, viene la cruda realidad.




El teatro es de todos. ¡Asista!


Absolutamente recomendable.


El futuro según Kun. De: Antón Araiza.

Dirección: Ginés Cruz.

Actuación: Gianni Ríos.

Diseño de escenografía, iluminación y vestuario: Carolina Jiménez.

Diseño sonoro y asistencia de dirección: Aldo Estrada.

Asistente de iluminación: Raquel Diner.

Producción: REGE Producciones.

Productora ejecutiva: Raquel Diner.

Asistente de producción: Carlos Ageri.

Fotografía: Mariano Zapata.

Un Teatro. Avenida Nuevo León numero 4 Colonia Hipódromo.

Hasta el 11 de febrero. Sábado 20 horas.

Entrada general $300. De venta en taquilla y página de Un Teatro.




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